Ecología a la japonesa en la vida diaria
Las abejas de Ginza: un mensaje esperanzador
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Empezar un proyecto por el tejado
Ginza, en el centro de Tokio, recibe cada día 400.000 visitantes. Este barrio en el que prestigiosos establecimientos tradicionales, surgidos en el periodo Edo (1603-1867), comparten un mismo espacio con las marcas de lujo de todo el mundo, viene aceptando y acrisolando cada día lo nuevo y lo viejo, lo propio y lo ajeno. Pero lo que los paseantes que recorren sus animadas avenidas no podrán imaginar es que, en la azotea de uno de esos edificios, grandes enjambres de abejas revolotean atareadas en torno a sus colmenas.
Ginza Honey Bee Project es el nombre de la organización sin ánimo de lucro que lleva a cabo este proyecto apícola, una peculiar iniciativa consistente en criar abejas en el corazón de la gran ciudad que echó a andar en marzo de 2006 de la mano de dos personas: Takayasu Kazuo, productor agrícola, y Tanaka Atsuo, que se mueve en el sector del alquiler de oficinas en el área de Ginza.
A raíz de un encuentro con un apicultor interesado en criar abejas en Ginza, Tanaka colocó una colmena en la azotea de un edificio de su propiedad, en el distrito de Ginza 3-chōme. Las abejas, que tienen un radio de actividad de unos tres kilómetros, partían de allí en busca del néctar que encontraban en las arboledas del Palacio Imperial y del también céntrico parque de Hibiya, ambos dentro de ese radio. Las abejas son consideradas “bioindicadores vivos” por su gran sensibilidad a la contaminación ambiental. El ambiente en esta zona urbana próxima al Palacio Imperial es muy propicio para las abejas, pues el área está casi libre de pesticidas agrícolas.
De barrio de consumo a barrio productor
Tanaka, que actualmente preside la organización Ginza Honey Bee Project, no había mantenido previamente ninguna relación con el mundo de la apicultura, pero se dejó cautivar por la idea de “criar abejas en un espacio tan apartado de la naturaleza como el centro de la gran ciudad y producir algo por medio de ellas”, según él mismo explica.
“¿Será realmente posible en un lugar tan urbano como Ginza crear una economía local de producción y consumo?”, recuerda haberse preguntado Tanaka en los albores del proyecto. “Pensé que sería posible cambiar de alguna forma la mentalidad de la gente convirtiendo a Ginza, que desde el periodo Edo venía siendo un lugar exclusivamente de consumo, en un lugar también de producción, y eso gracias a las abejas. Ginza siempre ha sido receptiva a las últimas novedades, a lo avanzado. Y las cosas que se revelan inapropiadas a este barrio van siendo eliminadas por selección natural. Solo lo que ha sobrevivido va acumulándose en forma de tradición o cultura. La cuestión era si nuestro proyecto sería capaz de pasar el filtro de Ginza y hacerse un hueco. Nos decidimos a probar suerte y ver cuál era la reacción de la gente del área”, recuerda Tanaka.
Miel de Ginza en pasteles y cócteles
Y así como las abejas van de flor en flor recogiendo el néctar, este proyecto de tan modestos orígenes fue transmitiéndose de persona a persona y ampliando su esfera. Por ejemplo, los grandes almacenes Matsuya, que tienen su base precisamente en Ginza, están utilizando la miel producida por Ginza Honey Bee Project para crear diversos productos originales, que ya se venden como productos típicos de Ginza para regalar.
“Para nosotros”, afirma Suzuki Akihiro, uno de los encargados de compras de la sección de alimentos de Matsuya, “pensar cómo sacar lo mejor y más característico de Matsuya, y también de Ginza, forma parte de nuestra vida diaria, así que cuando nos hablaron de un proyecto para producir y consumir a nivel local, nos sumamos a él. Manejamos muchos artículos en los que se utiliza la miel, sobre todo dulces, pero ahora, además, tenemos a nuestro favor que parte de nuestro personal trabaja directamente con las abejas y con la miel, y puede explicar al cliente, con plena confianza, sobre la procedencia del ingrediente, su salubridad, etcétera”. En los escaparates de Matsuya vemos la aromática línea de productos en los que se utiliza la miel de Ginza, desde chocolates hasta pudines, pasando por petisús o bombas de crema.
Ginza es conocida también por sus bares, pubs y night clubs que entablan una dura competencia. Cuando hacíamos nuestro reportaje en la azotea de Ginza, coincidimos con Shirasaka Aki, una empresaria propietaria de varios bares y restaurantes en el área, que ayudaba en las tareas de recolección de miel bajo el potente sol. “Desde que empecé a participar en este proyecto me intereso más por la naturaleza y el medio ambiente, incluso tomo parte también en proyectos de techos verdes (cubiertas ajardinadas) en Ginza. En mis locales se sirve un honey highball, bastante popular,en el que mezclamos el whisky y la soda con la miel recogida aquí”, comenta.
El Bar 5517, un establecimiento con fama de “bar ortodoxo” ubicado en el edificio Mikasa Kaikan, ofrece durante una temporada todos los años cócteles que utilizan miel de cerezos sakura de la variedad someiyoshino, que recolecta en abril Ginza Honey Bee Project. “He probado con otras mieles, pero la de someiyoshino aporta el grado ideal de dulzor. Sirvo el cóctel durante los meses de abril, mayo y junio, y muchos clientes me dicen que están deseando que llegue esa época para volver a beberlo”, comenta el encargado del bar, Takasaka Takekazu. El cóctel corto que prepara Takasaka con esa miel y el licor alemán korn conjuga magistralmente la dulzura y la frescura propias de la primavera.
Las sabias abejas nos envían un mensaje
Ginza Honey Bee Project, que tomó forma en la azotea de un edificio de Ginza, tiene ya una trayectoria de 10 años, a lo largo de los cuales ha experimentado un gran desarrollo. Su actividad se ha extendido a otros muchos techos de la capital japonesa y del resto del país, hasta contabilizar más de 100, e incluso ha dado el salto a Corea del Sur, Taiwán y otros lugares de Asia, haciendo de la actividad apícola un factor de vitalización de las áreas por las que se ha propagado.
“Que íbamos a extendernos de esta forma es algo que, lógicamente, no podíamos imaginar hace 10 años, pero si lo hemos conseguido es porque nuestros miembros han sabido afrontar los retos que plantea cada lugar y han sabido desarrollar proyectos que tienen en cuenta las características locales”, reflexiona su presidente, el citado Tanaka Atsuo. Y en la base de todo ello está el mensaje que estos pequeños insectos, las abejas, nos hacen llegar a los humanos.
Por ejemplo, observando detenidamente el color del polen adherido a las abejas que regresan a la azotea tras haber revoloteado por las calles de Ginza y sus alrededores, puede adivinarse que estamos ya en la temporada de la flor del benibana (cártamo, alazor) o del tochinoki (especie arbórea similar al castaño de Indias). Estando en contacto con las abejas, los cambios que se dan en la naturaleza se perciben de una forma más directa. Ginza, uno de esos lugares que parecen totalmente al margen de los problemas medioambientales, se está convirtiendo, de esta manera, en un barrio que piensa en términos medioambientales. Como parte de esta transformación, se está llevando a cabo un proyecto de ajardinamiento de azoteas que ha sido bautizado Ginza Bee Garden, cuyo objetivo es conseguir que las abejas tengan a su disposición más flora nectífera. Que una especie tan sensible a las variaciones ambientales como la abeja pueda sobrevivir en el corazón de una gran urbe es una prueba de que este no es lugar solo para los más fuertes, de que también hay un sitio para los seres más débiles. Quizás tengamos ya que jubilar esa imagen de las ciudades como lugares donde los fuertes campan por sus respetos.
En el revoloteo de estas pequeñas vidas que pueblan el bosque urbano puede intuirse un mensaje que nos habla de ese diálogo posible entre ciudad y naturaleza, de una nueva forma de sociedad.
Reportaje y texto: Sakurai Shin.
Fotografía: Nagasaka Yoshiki.
Cómo degustar la miel recogida en Ginza
1. Petisú (bomba de crema) de miel de Ginza
Una delicia que entra por el ojo, producida por la pastelería con base en Chiyoda (Tokio) Chez Cima. La crema contiene una gelatina especial hecha con miel de Ginza.
Chez Cima (grandes almacenes Matsuya en Ginza)
3-6-1 Ginza, Chūō-ku, Tokio. Tfno.: 03-3567-1211 (general).
2. Ginza Marl Chocolat
Bombones de forma hexagonal nido de abeja. Viene en dos tipos, que usan miel de diferente estación.
Chocolatier Palet D’Or (grandes almacenes Matsuya en Ginza)
3-6-1 Ginza, Chūō-ku, Tokio. Tfno.: 03-3567-1211 (general)
3. Kasutera de miel de Ginza
El bizcocho kasutera, uno de los productos más representativos de esta tienda fundada en 1900 y presente en Ginza desde 1939, incluye ahora una exquisita variedad en cuya elaboración interviene la miel de Ginza.
Ginza Bunmeidō (grandes almacenes Matsuya en Ginza)
3-6-1 Ginza, Chūō-ku, Tokio. Tfno.: 03-3567-1211 (general)
4. Baumkuchen con miel de Ginza
Una masa muy fina y un apetitoso tono tostado, con bien de mantequilla, ahora con el refuerzo del aroma y sabor de la miel de Ginza.
Ginza Bunmeidō (grandes almacenes Matsuya en Ginza)
3-6-1 Ginza, Chūō-ku, Tokio. Tfno.: 03-3567-1211 (general)
5. Cóctel de miel de Ginza
En el ambiente sosegado de este bar, podrá disfrutar de un delicioso cóctel corto elaborado con el licor alemán korn y con la miel de cerezos sakura, variedad someiyoshino, que crecen en las calles de Ginza. O, si lo prefiere, de una caipirinha en la que intervienen la miel de Ginza y un chorrito de agua carbónica. Ambos, solo durante los meses de abril, mayo y junio.
Bar 5517, en el edificio Mikasa KaikanMikasa Kaikan Bldg., 1er. Sótano, 5-5-17 Ginza, Chūō-ku, Tokio. Tfno.: 03-3289-5676