Abe Reiko, una ingeniera civil japonesa en el extranjero
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Manteniendo la calidad y la seguridad de grandes proyectos
En 2007 Abe Reiko fue elegida para supervisar las obras del metro de Nueva Deli, la capital india. Cuando se presentó durante la primera reunión relacionada con su nuevo cargo, se generó un bullicio considerable, ya que nadie esperaba que nombraran a una mujer para semejante puesto. Sin embargo, eso no hizo que se acobardara. Comenzó a realizar su labor, dar estrictas órdenes a unos 250 trabajadores a su cargo, respetando las costumbres del país de acogida y, sin darse cuenta, consiguió que aquellos a quienes lideraba la temieran y respetaran. De hecho, su comportamiento le ha servido para ganarse el tratamiento de 'señora'.
En 2010, asumió la responsabilidad de mantener la calidad y la seguridad en las obras del metro de Bangalore, la tercera ciudad de la India. En este proyecto de gran magnitud en el que trabajaban aproximadamente 40.000 personas, Abe era la única ingeniera.
Tanto en Deli como en Bangalore, la máxima de esta profesional japonesa es introducir las tecnologías más modernas con el objetivo de garantizar la seguridad y el buen estado de salud de los trabajadores. De hecho, el proyecto, que ha sido diseñado en coordinación con empresas públicas indias, ha recibido asistencia de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA); durante las obras se utilizaron mecanismos de gestión para mejorar el mantenimiento de la seguridad y el ambiente de trabajo. Por ejemplo, se emplearon teléfonos inteligentes, unos dispositivos muy populares entre los habitantes de la India, para medir los niveles de polvo que se levantaban, y se implantó un sistema para determinar la necesidad de emplear mascarillas protectoras. Estas iniciativas resultaron en que Abe fuera galardonada con el Premio a la Mejor Seguridad de la firma pública Bangalore Metro Rail.
Construyendo 'algo grande'
Abe Reiko nació en la prefectura de Yamaguchi, que se encuentra en el extremo occidental de Honshū, la principal isla del archipiélago nipón. Cuando era niña, solía ir con su padre a ver el estrecho de Kanmon, que separa Yamaguchi y la prefectura de Fukuoka, en la isla de Kyūshū. Allí su padre le hablaba de los túneles que se extienden bajo el mar. Un tiempo después, Abe decidió que quería construir 'algo grande', como esos túneles; su deseo la llevó a estudiar Ingeniería Civil en la Universidad de Yamaguchi. Era la primera chica que entraba en su Facultad de Ingeniería. Cuando llegó la hora de cursar estudios de posgrado, se topó con que pocos departamentos de investigación aceptaban mujeres, así que se decantó por uno de la Universidad de Kobe que se dedicaba a las rocas. Ahí fue donde estudió Ingeniería de Túneles.
Encontrar trabajo se presentó una labor difícil por tratarse de una mujer, pero Abe contó con el apoyo de su entorno, empezando por uno de sus antiguos profesores, y en 1989 consiguió colocarse en Construcciones Konoike; era la primera ingeniera civil en ingresar en la empresa cuatro años después de la entrada en vigor de la Ley de Igualdad de Oportunidades Laborales. En esta firma trabajó, entre otros, en el proyecto de reexplotación de los alrededores de la estación de Osaka de las líneas de JR. Sin embargo, no le permitieron entrar en las obras de los túneles, que era precisamente lo que ella había estudiado en la escuela de posgrado. Hasta 2006 la Ley de Estándares Laborales prohibía a las mujeres la entrada a lugares de trabajo bajo tierra como los túneles y las minas. Además, existía la creencia de que si las mujeres entraban en la montaña, esto haría enfurecer a la deidad femenina de los montes y sería motivo de accidentes.
Túneles en el extranjero, un sueño
Para salir de tal situación, Abe decidió irse fuera de Japón; solicitó acogerse al programa de estudios en el extranjero de su empresa e ingresó en la Escuela de Posgrado de la Universidad de Ingeniería de Noruega. En aquel entonces no era capaz de seguir las clases, que se impartían en inglés, y esto le provocó un trastorno nervioso que hizo que tomara un avión de vuelta a su país. Sin embargo, al llegar al Aeropuerto de Narita, recordó a todos aquellos que la habían apoyado hasta ese momento y decidió volver inmediatamente a Noruega para continuar estudiando. Tras finalizar sus cursos, se formó en las obras de los túneles de Cabo Norte, el extremo más septentrional del mundo. Era la primera vez que hacía algo relacionado con este tipo de trabajo.
Recogió los frutos de su estancia en Noruega nada más regresar a Japón y reincorporarse a la empresa: su habilidad para expresarse en inglés en el ámbito de los túneles le valió ser elegida para encargarse de la gestión de calidad en las obras de los túneles para la línea ferroviaria de alta velocidad de Taiwán. Diez años después de haberse colocado por fin podía dedicarse en serio a la labor con la que tanto había soñado.
A día de hoy, Abe sigue mostrándose agradecida con la firma. "En Konoike pude obtener conocimientos sólidos sobre construcción y tuve acceso a oportunidades como cursar estudios y formarme en Noruega; la firma se esforzó al máximo para ayudarme", cuenta. Sin embargo, tras terminar su labor en Taiwán, le resultó difícil encontrar un puesto parecido en Japón.
En 2004 cambió de empresa y se incorporó a una consultora constructora. Tras trabajar en proyectos como el desmantelamiento de las armas químicas abandonadas por el antiguo Ejército Imperial de Japón en China, las obras del metro de Kiev, la capital de Ucrania, y planificación urbana en Catar, Abe se trasladó a la India, donde participó en la construcción de los metros de Nueva Deli y Bangalore; en 2014 fue elegida para liderar la filial en este país de Oriental Consultants, una de las consultoras constructoras más importantes de Japón.
Al reflexionar sobre el camino recorrido, la ingeniera explica lo siguiente: "No es que quisiera trabajar en el extranjero desde el principio. De hecho, creo que no me habría convertido en lo que soy si fuera hombre. De haber podido desempeñar con normalidad mi labor en una constructora, quizás seguiría en el mismo puesto. Como esto no era posible, busqué la forma de sobrevivir, y así fue como llegué a mi empleo actual".
Obras ferroviarias por todo el continente asiático
A día de hoy son dos las principales labores que realiza Abe. La primera, gestionar una empresa en calidad de presidenta. La segunda, que ejerce como ingeniera civil, consiste en encargarse del mantenimiento de la calidad y la seguridad y de la construcción en diversos proyectos. A esta última faceta de su vida laboral corresponde, por ejemplo, la planificación del tramo subterráneo del metro de Ahmedabad, en el oeste de la India.
Su protagonismo en proyectos ferroviarios no se limita a la India, sino que se extiende también a países asiáticos cuyas economías se están desarrollando notablemente en estos momentos, como es el caso de Indonesia, Filipinas y Vietnam. Por este motivo, la ejecutiva e ingeniera civil debe realizar esfuerzos hercúleos para viajar a todos estos países desde el territorio indio, donde tiene su base.
La labor que ha de realizarse cuando se acepta trabajar como consultora en obras ferroviarias de gran envergadura en el extranjero es extensa, ya que este tipo de firma se encarga de una amplia gama de tareas en lugar de la compañía de ferrocarriles, principal inversor en estos proyectos: elabora planes teniendo en cuenta, entre otros, los resultados de los estudios sobre las rutas y las estaciones, y las estimaciones sobre la demanda de pasajeros; ejecuta la licitación por parte de la empresa constructora; posteriormente, gestiona las obras y las evalúa; una vez terminados los trabajos, se encarga de la administración y el mantenimiento. Para las firmas del sector de la construcción, las consultoras tienen la misma autoridad que el principal inversor.
Este sistema de trabajo en el que la responsabilidad de todo el proceso recae en la consultora es propio de obras en las que los inversores realizan la construcción de ferrocarriles por primera vez. El papel que desempeña la consultora consiste en hacer que los inversores se encarguen ellos mismos de todas las tareas sin recurrir a esta finalmente. Sin embargo, la situación real que describe Abe se aleja de esto:
"En los países en desarrollo y en las economías emergentes existe un fuerte deseo de aprender sobre nuevas tecnologías, pero se tiende a no conceder importancia a aspectos que escapan a la vista como el mantenimiento de la calidad y la seguridad. Considero que los conocimientos de Japón en este campo son los más avanzados de todo el mundo, por lo que es ahí donde podemos hacer gala de nuestras destrezas".
Compitiendo sin hacer gala de la alta calidad
En los últimos años, los sectores japoneses público y privado han venido realizando todos los esfuerzos posibles para encargarse de proyectos de planificación ferroviaria en otros países. Por ejemplo, Japón llevaba años presentando propuestas para la construcción de una línea de ferrocarriles de alta velocidad en Indonesia. Sin embargo, China afirmó ser capaz de ofrecer un sistema que garantiza la misma seguridad que su rival nipón a un precio más económico. Pese a que se suponía que Japón partía como favorito de las autoridades indonesias, China le arrebató la licitación en el año de 2015.
"La confianza que se deposita en los tecnólogos japoneses es notable en el extranjero. Sin embargo, aunque se valore la tecnología nipona, Japón flaquea en comparación con competidores como China y Corea del Sur a la hora de venderse. La tecnología y la calidad no tienen nada que ver con el tema económico. Cuando uno se toma esto a la ligera, llegan los problemas", opina Abe.
Realizar una labor que sirva de ejemplo para los jóvenes
En enero de 2015 la ingeniera participó en una campaña publicitaria del Gobierno japonés destinada al extranjero que se ha emitido en canales como la CNN y la BBC. En el vídeo, se la presenta como una persona que se adecua perfectamente a un perfil en consonancia con dos aspectos que el Gobierno del primer ministro Abe Shinzō fomenta en sus políticas: la exportación de infraestructuras y la participación activa de las mujeres en el mercado laboral. En mayo del mismo año la agencia de noticias estadounidense Bloomberg le dedicó un reportaje. Además, un programa del canal japonés NHK realizó un seguimiento de su labor durante tres meses.
Hasta hace aproximadamente cinco años, Abe rechazaba aparecer en los medios de comunicación; aducía que hay otras personas que realizan la misma labor y que prefiere no acaparar toda la atención. Sin embargo, cambió de parecer cuando un profesor de la universidad le dijo que era importante 'dar un paso adelante' si los medios de comunicación requerían su presencia.
En cuanto a sus aspiraciones de cara al futuro, afirma lo siguiente: "Quiero continuar realizando una labor que sirva de ejemplo para los jóvenes que aspiran a convertirse en ingenieros civiles, ya sean mujeres o hombres. Dirigir una empresa es un nuevo reto para mí, por lo que me esforzaré para conseguir proyectos de gran envergadura". Entre otros proyectos figura introducir la tecnología de los trenes bala japoneses –Shinkansen– en la India. "Me esforzaré para ser una ingeniera y directora capaz de dirigir el Shinkansen indio", sentencia.
(Traducción al español del original en japonés redactado por Harada Kazuyoshi, de la redacción de Nippon.com. Imagen de la cabecera cortesía de Fujita Shūhei)ferrocarril India tren bala Shinkansen Taiwan Indonesia mujer Noruega metro