Los entresijos de la traducción: el caso de Murakami Haruki
Cultura- English
- 日本語
- 简体字
- 繁體字
- Français
- Español
- العربية
- Русский
El 12 de enero de 2014, el “autor global” japonés, como así se le ha denominado, celebró su sexagésimo quinto cumpleaños. Dos días antes se publicó la novela más reciente de Murakami Haruki en alemán: Die Pilgerjahre des farblosen Herrn Tazaki (Los años de peregrinación del chico sin color), que ha sido ansiosamente esperada por los lectores y la prensa desde que se anunció su publicación en octubre de 2013. Lo que le sigue es predecible: las librerías colocarán pilas de ejemplares en un lugar preeminente y visible cerca de la entrada durante la segunda semana del año, y críticas periodísticas y programas radiofónicos añadirán su granito de arena a la expectación por ver una nueva obra de Murakami devorada en un breve espacio de tiempo, a pesar de sus extensas 318 páginas en alemán. Y, por supuesto, una versión en formato de libro electrónico estará disponible de forma simultánea.
La publicación de una traducción de Murakami está convirtiéndose cada vez más en un acontecimiento. Puede que no se trate de una efeméride tan grandilocuente como cuando, por ejemplo, la gente hace cola durante horas a las puertas de las grandes librerías historias para el nuevo Harry Potter de J. K. Rowling, pero el hecho de que las recientes novelas de Murakami hayan ido acompañadas de campañas bien organizadas es un elemento muy indicativo del valor de este autor. ¿O tal vez deberíamos describirlo al revés? ¿Fue la oportuna apertura de una página web de seguidores en alemán de su novela en tres partes 1Q84, mucho antes de que las dos primeras partes aparecieran traducidas al alemán en otoño de 2010, lo que disparó la fiebre por Murakami entre los lectores de una generación más joven y extrovertida?
En cualquier caso, resulta excepcional que las versiones alemanas de 1Q84, cuya tercera parte fue publicada en 2011, y la última novela de Murakami, publicada originalmente en japonés en abril de 2013, hayan salido antes que las traducciones al inglés. Para Colorless Tsukuru Tazaki and His Years of Pilgrimage, el título en inglés de la novela, la fecha de publicación anunciada es el 12 de agosto de 2014. Pero hay otros idiomas que también tendrán su traducción antes. La versión coreana lleva circulando desde verano de 2013, mientras que las ediciones en español, rumano, húngaro, polaco, serbio y chino salieron en otoño, y se ha anunciado una versión en holandés para enero de 2014. Parece que el intervalo de tiempo entre el original y las traducciones es cada vez más corto con cada nuevo libro de Murakami, y eso es de nuevo una señal inequívoca de su prominencia internacional y su valor de mercado.
Al observar la abrumadora densidad y alcance geográfico de estas publicaciones, y muchas más que vendrán, uno no puede más que maravillarse ante la maquinaria global de la comercialización de Murakami. ¿Qué pone en marcha esta interacción de innumerables sitios web de seguidores en tantos idiomas, de tantos editores ingeniosos que inventan todo tipo de trucos de marketing, como la venta de su última novela en máquinas expendedoras especiales en las estaciones de tren polacas, y de tantos críticos profesionales que expresan su entusiasmo o menosprecio (sea lo que sea) en medios de comunicación de primer orden? Evidentemente, es la propia literatura de Murakami, con su inigualable atractivo tanto japonés como global. Pero sin sus traductores, es evidente que Murakami habría quedado como un autor exclusivamente japonés. Por lo visto, Murakami ha aprendido esta lección en varias fases.
La conversión en un autor mundial – la ayuda de la amistad
En la década de los años 80 del siglo pasado, cuando Murakami era un recién llegado a la escena literaria, fue la curiosidad de hablantes nativos de otros idiomas lo que impulsó su traducción a esos idiomas. En el caso del alemán, Murakami tuvo la suerte de contar con uno de los mejores traductores que haya existido nunca, quien alertó a los lectores germanos sobre este autor seleccionando relatos cortos como “Rōma teikoku no hōkai, 1881 nen no Indian hōki, Hittorā no Pōrando shinnyū, soshite kyōfū sekai” de 1986 o “Pan’ya saishūgeki” de 1985, y publicando sus traducciones en una revista literario-cultural en 1987 y 1988, mucho antes de que se publicasen las versiones en inglés como “The Fall of the Roman Empire”, “The 1881 Indian Uprising”, “Hitler's Invasion of Poland”, “The Realm of Raging Winds” y “The Second Bakery Attack” en 1993. El mismo traductor también inició la primera publicación de una novela de Murakami en alemán, Hitsuji o meguru bōken (traducida como La caza del carnero salvaje) por una de las editoriales más prestigiosas de Alemania, Insel, en 1991, compartiendo la tarea con otro joven traductor. Los críticos germanos saludaron la publicación del libro como una voz fresca de Japón con un sonido sorprendentemente “americano”. A partir de ahí se allanó el camino para más Murakami en alemán.
Tras este primer éxito en alemán, y con más traducciones al inglés y a otros idiomas en preparación, el autor parece haber adoptado una política de racionalización más estricta a través de su agente americano desde principios de la década de los 90. Rechazó la concesión de derechos de traducción para una selección de sus relatos cortos en alemán alegando que todavía estaban negociándose los derechos de traducción de una edición en inglés de esos relatos, y que prefería realizar la selección él mismo. Habría sido interesante ver si una selección de sus obras hecha para un gusto literario local hubiese tenido algún impacto en cada acogida de Murakami, pero en fin, esta cuestión no es más que una hipótesis. Finalmente, el editor alemán decidió publicar su novela de 1985 Sekai no owari to hādoboirudo wandārando (El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas). Esta obra ya se había presentado brevemente mediante traducciones de ciertos pasajes en revistas alemanas en 1989 y 1990, pero en 1991 ya se había publicado una edición en inglés, Hard-Boiled Wonderland and the End of the World.
El hecho de que no pudiesen obtenerse derechos de traducción si no existía un contrato para una versión en inglés puede haber aumentado la impresión generalizada (entre personas relacionadas con la literatura japonesa, la edición, la promoción cultural, y el público en general), de que son indispensables las traducciones al inglés para que la literatura japonesa pueda tener éxito. Es más, muchos lectores e incluso agentes literarios asumían que la literatura japonesa en otros idiomas se basaba más o menos en las traducciones hechas al inglés. Esta opinión no se limitaba a la presencia internacional de Murakami, sino que afectaba a todas las producciones literarias de origen japonés, por lo que un agente japonés en la década de los años 90 del siglo pasado, durante el auge de la literatura japonesa en Europa central, se mostraba reticente a siquiera negociar derechos de traducción para una versión alemana mientras no hubiese algún editor en idioma inglés que mostrase interés en el libro en cuestión. Esto es lo que ocurrió en una prestigiosa serie alemana publicada entre 1990 y 2000, “La biblioteca japonesa”, que constaba de 32 libros de literatura japonesa clásica y moderna.
La versión inglesa como texto de referencia
En el caso de Murakami Haruki, su preferencia por el inglés puede parecer en cierto modo obvia, por el hecho de que el mismo autor es un prolífico traductor de literatura inglesa y teniendo además en cuenta la irrefutable inspiración americana de sus textos. Sin embargo, el motivo que le hizo dar el visto bueno a la traducción del inglés al alemán de su obra de 1992 Kokkyō no minami, taiyō no nishi (traducida como South of the Border, West of the Sun) y de su otra obra de 1994 -1995 Nejimakidori kuronikuru (traducida como The Wind-Up Bird Chronicle) no es tan obvio. La primera novela, publicada como Gefährliche Geliebte (La amante peligrosa) en 2000, causó un gran impacto en la escena germana, y podría decirse que cambió el modo de presentar la literatura a los medios de comunicación.
Murakami ya era lo suficientemente famoso para ser tratado en un programa televisivo muy popular donde se presentaban novedades editoriales. El programa, Literarisches Quartett (Cuarteto de literatura), estaba dirigido por Marcel Reich-Ranicki, por entonces el crítico literario más famoso de Alemania quien, junto con otros tres lectores profesionales, analizaba las novedades importantes en debates animados y a veces controvertidos sobre las cualidades de los textos. El programa era famoso por sus debates a veces acalorados, pero era también apreciado como una forma efectiva de informar a un público interesado en cómo abordar y leer literatura. De hecho, la novela de Murakami fue el primer libro traducido de un idioma no europeo que se presentaba en el programa, ya que Reich-Ranicki se había negado siempre a analizar textos cuyos originales resultasen inaccesibles para al menos uno de los ponentes.
Como era de esperar, las opiniones sobre el libro de Murakami fueron variadas. Pero la temperatura del debate fue en aumento, y la discusión, que se encendió por las distintas opiniones sobre los pasajes eróticos del libro, adoptó una nueva perspectiva cuando uno de los ponentes afirmó que era prácticamente imposible sentir el sonido original del pasaje que les ocupaba, puesto que la traducción se había realizado a partir de la versión inglesa. La discusión finalizó aquí, pero no sin provocar un número de consecuencias más graves. Como se hacía siempre en las obras analizadas en el programa, fueran alabadas o vilipendiadas, las ventas del libro en cuestión aumentaron. Pero el programa provocó también duras críticas contra el editor y avivó un debate público sobre la idoneidad de traducir a Murakami no del japonés, sino de una versión inglesa de su obra. Evidentemente, todos estuvieron de acuerdo en que traducir obras literarias a partir de un segundo idioma era condenable y poco profesional, además de un insulto a una creación literaria seria.
Pero ¿qué causó la decisión del editor, un agente muy respetado con quien Murakami sigue asociado en la actualidad? De todas las declaraciones públicas, entrevistas y reportajes entre bambalinas quedó claro que la traducción a partir de la versión inglesa no solo fue aprobada por el autor, sino que todo parece indicar que él mismo la fomentó argumentando que eso pondría el texto a disposición de los lectores alemanes con mayor rapidez. Este razonamiento algo contradictorio no generó debate público en ese momento. No obstante, quedó también claro que las versiones inglesas de Al sur de la frontera, al oeste del sol y Crónica del pájaro que da cuerda al mundo fueron profusamente revisadas y adaptadas para los lectores americanos con el consentimiento del autor. En sí, esto no vale la pena mencionarlo, ya que cierto tipo de “traducción cultural” es un aspecto característico de la mayoría de las traducciones de éxito. Obviamente, hay distintos niveles de adaptación, y las decisiones que toman los traductores experimentados de acuerdo con el autor y el editor en lo que a esto se refiere deben estar basadas en una profunda comprensión no sólo de la obra original sino también de la cultura a la que va dirigida la traducción y las expectativas de los lectores. Lo interesante de este caso fue que Murakami parecía haber decidido que la versión americana de sus novelas iba a ser considerada como el patrón para las traducciones a otros idiomas. O al menos esto es lo que los alemanes percibieron.
Ya ha pasado más de una década desde entonces. La consecuencia más grave de la discusión sobre Murakami en el programa de televisión de 2000 fue que uno de sus críticos permanentes, que había atacado furiosamente al libro, decidió abandonar el programa, el cual dejó de emitirse en 2001 después de estar exitosamente en antena desde 1988. La mayoría de analistas concluyen que esta discusión fue lo que marcó el fin del programa. (La discusión de los cuatro críticos sobre la novela de Murakami puede verse en Youtube (en alemán).)
Traducción directa e indirecta
En lo que respecta a las traducciones de los libros de Murakami, parece que ha llegado una nueva era con la incursión de su literatura en todavía más idiomas y más lectores. El argumento de que traducir de una versión inglesa aceleraría la disponibilidad de sus textos para el público internacional nunca tuvo mucho sentido, pero queda completamente debilitado cuando observamos el historial de publicación de sus obras más recientes en otros idiomas. Al sur de la frontera, al oeste del sol, el objeto de discusión en Alemania, fue publicado en varias ediciones de tapa dura, de bolsillo y en ediciones especiales durante años, hasta que en 2013 salió otra versión: una traducción directa del japonés bajo el nuevo título Südlich der Grenze, westlich der Sonne. Ello recordó a muchos lectores la antigua discusión sobre Murakami, y los críticos volvieron a revisar los pasajes que habían causado esa agria discusión hace más de diez años, aduciendo que ahora las intenciones narrativas de Murakami eran mucho más transparentes, y que las descripciones sexuales sonaban menos explícitas. Pero si dejamos las reacciones aparte, es un hecho que el editor considera que el autor bien vale una nueva traducción para que se haga justicia a su texto, y los lectores alemanes fueron lo suficientemente curiosos como para adquirir el libro una vez más.
Murakami se ha convertido a todas luces en una marca, y los lectores ya no pueden ignorar sus obras. Además de la nueva publicación de su anterior novela, los compradores alemanes también tienen a su disposición ediciones ilustradas de relatos cortos. En 2012 se publicaron los dos relatos “Bakery Attack” con ilustraciones del artista alemán Kat Menschik, edición que se comercializó también en Japón. Este ilustrador creó asimismo una nueva versión de Fushigi na toshokan con el título de Die unheimliche Bibliothek (La biblioteca misteriosa) en 2013. Parece ser que a través de estas ilustraciones la literatura de Murakami encontrará otro canal a escala global, incluso con nuevas importaciones a su país de origen.
Pero volvamos al tema de las traducciones. ¿Cómo deben abordarse las adaptaciones para lectores locales en todas las distintas traducciones de sus libros si ahora las versiones inglesas ya no sirven como textos de referencia? ¿O es que Murakami ha adaptado su estilo literario a un mercado global para que estas adaptaciones ya no resulten necesarias? Esta es una de las muchas preguntas fascinantes que inspirará el trabajo de los eruditos en literatura japonesa y en estudios relacionados con el proceso de la traducción. Cabe destacar que la proporción global entre traducción directa e indirecta a través del inglés y de otros idiomas al alemán se ha mantenido bastante estable desde 1868 hasta la actualidad, con un 88% frente a un 12%. Hoy, las traducciones indirectas se ciñen mayoritariamente al manga y a la literatura popular, como novelas policiacas y de misterio. Debemos hacer una reflexión sobre cómo valorar estas cifras, para compararlas con traducciones a otros idiomas, y relacionarlas con el caso que nos ocupa.
(Traducción al español del original en inglés)