El agua en Japón

G-Cans: el “templo subterráneo” que protege Tokio de las inundaciones

Cultura

El tanque de regulación del agua es famoso por parecer un gigantesco templo subterráneo. Sin embargo, las capacidades y los logros de G-Cans, el Canal Subterráneo de Descarga de la Zona Exterior Metropolitana de Tokio, no son apenas conocidos. Presentamos las instalaciones subterráneas de prevención de inundaciones más grandes del mundo, gracias a las cuales se han reducido enormemente los daños por inundaciones en los diez años que llevan en funcionamiento

Instalaciones subterráneas gigantescas

La ciudad de Kasukabe y sus alrededores, más allá de las afueras de Tokio, es una planicie baja rodeada por grandes ríos como el Tonegawa, el Edogawa o el Arakawa; debido a su topografía similar a la forma de un plato hondo, el agua de lluvia se acumula con facilidad. La suave inclinación del terreno hace difícil que el agua pueda salir de la zona, su nivel sube con facilidad y las inundaciones producen muchos daños. Además, con la expansión de la zona metropolitana, la urbanización del terreno se mueve desde la desembocadura de los ríos hacia su curso medio y alto, lo cual dificulta la creación de canales en la superficie. De ahí que se crearan estas instalaciones de prevención de inundaciones, las mayores del mundo, bajo tierra.

En marzo de 1993 comenzaron las obras; en junio de 2002 se inauguraron parcialmente las instalaciones, y en junio de 2006 comenzó el funcionamiento completo de todos los tramos.

Una intersección de la ciudad de Satte, en la prefectura de Saitama, que se encuentra en el curso bajo del G-Cans. La fotografía de la izquierda se sacó en julio de 2000, y la de la derecha en octubre de 2004, tras la inauguración parcial del G-Cans; ambas imágenes muestran estados muy diferentes bajo condiciones similares de fuertes lluvias (imagen cortesía de la Oficina del Río Edogawa, Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo)

El popular tanque de regulación de agua es solo una parte del G-Cans. Las instalaciones cuentan con cinco silos de 30 metros de diámetro y 70 de profundidad para acumular agua, un túnel de 10 metros de diámetro y 6,3 kilómetros de longitud (el túnel de descarga), 50 metros bajo la autopista nacional 16, que conecta los silos, y un sistema de drenaje impulsado por cuatro poderosas bombas de agua, las cuales se mueven gracias a cuatro turbinas de gas reconvertidas, originalmente para aviones. El tanque de regulación de agua se encuentra situado entre el primer silo y la planta de drenaje; su tarea consiste, entre otras cosas, en regular la presión que se genera cuando las bombas se detienen por alguna emergencia.

Esquema general del G-Cans (imagen cortesía de la Oficina del Río Edogawa, Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo)

Cuando el río crece, por fuertes lluvias o un tifón, el agua alcanza el nivel inferior del suelo de la zona circundante, y cae en el silo más cercano. Esa agua entra en el túnel que conecta los silos y se va almacenando primero ahí. Si el túnel se llena de agua, el nivel de los silos va subiendo. Si a pesar de todo el agua sigue aumentando, se transporta al tanque de regulación, conectado con el primer silo. La capacidad total de las instalaciones es de 670.000 metros cúbicos (equivalente al volumen del rascacielos Sunshine 60). Cuando el agua llega a un nivel determinado en el tanque, la bomba instalada en la planta de drenaje finalmente se pone en marcha. Cuando las cuatro turbinas se hallan en funcionamiento, el volumen de descarga al Edogawa, un río con una anchura suficiente, alcanza los 200 metros cúbicos por segundo (una piscina de 25 metros).

La reducción de daños, tres veces mayor que los costes de construcción

El coste total de las instalaciones fue de 230.000 millones de yenes. No solo son enormes, sino que también van acumulando logros. Cada año se producen unas ocho entradas de agua al sistema de media; desde la incorporación de las instalaciones al sistema fluvial en 2002, se han llevado a cabo 105 regulaciones del volumen del agua (datos del 25 de octubre de 2016).

En julio de 2000, debido al paso del tifón número 3, se registraron precipitaciones de hasta 160 milímetros en la cuenca Nakagawa - Ayasegawa; la zona afectada, de 137 hectáreas de superficie, sufrió graves daños, y 248 casas se vieron dañadas por la inundación. En el caso del tifón 22, cuyo paso en octubre de 2004 (tras la incorporación parcial de la planta de control de las aguas) provocó precipitaciones de hasta 199 milímetros, la zona inundada se redujo a 72 hectáreas y el número de casas afectadas a 126. En la inundación causada por un frente de baja presión en diciembre de 2006 las precipitaciones alcanzaron los 172 milímetros, pero la zona inundada se redujo a 33 hectáreas, y tan solo 85 casas se vieron afectadas.

Según datos que el Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo publicó en 2012, se calcula que en los diez años desde que comenzara a funcionar parcialmente el G-Cans se han reducido los daños de las inundaciones a casas, instalaciones públicas, campos de cultivo y demás en cerca de 48.100 millones de yenes. Asimismo, se estima que la reducción a las pérdidas futuras en los próximos cincuenta años alcance los 743.700 millones, lo cual supone más del triple de los costes de construcción.

Arriba a la izquierda: el agua entrando en el silo. Arriba a la derecha: interior del túnel subterráneo, de diez metros de diámetro. Abajo: vista superior de un silo, en el que podría caber el transbordador espacial. El espacio visible arriba es el tanque de regulación (Las dos primeras imágenes son cortesía de la Oficina del Río Edogawa, Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo)

Yabe dice que “El exceso de confianza debería estar prohibido”, aunque se base en logros y estimaciones.

“De las ocho entradas de agua que se dan al año solo son tres las ocasiones en las que se activan las bombas, y las cuatro turbinas solo han funcionado a la vez cuando llegaron los tifones de gran tamaño 17 y 18, en 2015. Creo que la capacidad de las instalaciones para hacer frente a las inundaciones es muy grande; sin embargo, su uso se limita a las crecidas de los ríos, y no pueden prevenir daños de otros tipos de inundaciones. Me gustaría que los habitantes de la zona dejaran de considerarse seguros por el hecho de contar con el G-Cans y empezaran a concienciarse mejor sobre la prevención de desastres”.

Arriba a la izquierda: el agua entra en el tanque de regulación. Este tanque se encarga también del importantísimo control del agua cuando las turbinas de las bombas se encuentran en funcionamiento o se produce una parada de emergencia (imagen cortesía de la Oficina del Río Edogawa, Ministerio de Tierra, Infraestructura, Transporte y Turismo). Arriba a la derecha: las cuatro bombas con turbina de la planta de drenaje. Abajo a la izquierda: compuertas por las que sale el agua al río Edogawa. Abajo a la derecha: el Edogawa es un río de gran envergadura

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