La visión del mundo de Miyazawa Kenji
¿Quién era Miyazawa Kenji?
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Un escritor universal nacido en Iwate
Miyazawa Kenji (1896-1933), el poeta y escritor de historias infantiles, ocupa hoy un lugar importante en la historia de la literatura japonesa gracias a los extraordinarios mundos de su imaginación. Nacido en 1896 en una familia que regentaba una casa de empeños y ropa de segunda mano, fue criado en Hanamaki, en la prefectura de Iwate al norte de Japón. Su tierra era un lugar donde la vida era difícil, siempre amenazada por las malas cosechas y el hambre.
En 1914, el año en el que se graduó en la escuela secundaria de Morioka, la capital de Iwate, Miyazawa Kenji leyó el Sutra del loto y quedó profundamente emocionado. Esta escritura se convirtió en la piedra angular de su fe durante toda su vida. En 1920 se unió a Kokuchūkai, una organización budista de la escuela Nichiren que tiene el Sutra del loto como texto central. Se inspiró en la fusión de la religión con el arte y comenzó a dedicarse a actividades de creación. El Sutra del loto, precisamente, forma parte de los fundamentos de la obra literaria de Miyazawa, y por ello es considerado también como un filósofo religioso además de un autor literario.
En 1921 comenzó a trabajar como profesor en el Instituto de Agricultura Prefectural de Iwate en Hanamaki. Comenzó a escribir poemas con un estilo coloquial, enviándolos junto a historias infantiles a los periódicos locales y a fanzines de autores noveles. En 1924 se autopublicó la colección de poesía Haru no Shura (La primavera y el pandemónium) y la colección de cuentos Chūmon no ōi ryōriten (El mesón con muchos pedidos).
Obras póstumas
En 1926 abandonó su docencia para convertirse en agricultor, creando una asociación local con otros jóvenes agricultores llamada la Sociedad Rasuchijin. Miyazawa Kenji ofreció charlas sobre ciencia agroquímica y artes agrónomas, y fomentó la apreciación de la música organizando sesiones de escucha de discos y celebrando sesiones de ensayo con instrumentos. Uno de sus principales objetivos era ayudar a los agricultores educándoles de forma gratuita sobre el uso de los fertilizantes, pero también deseaba conseguir la unificación de la agricultura, el arte, la ciencia y la religión. Miyazawa tuvo que hacer frente a numerosas dificultades. Sus actividades no estaban bien vistas por la policía, y terminó cayendo enfermo de tuberculosis. Tras recuperarse temporalmente, comenzó a trabajar para una empresa de trituración de rocas, donde volvió a caer enfermo y terminó muriendo de un ataque de neumonía en 1933 debido a su debilidad por la tuberculosis. Entre sus numerosas obras maestras póstumas dejó la novela de fantasía Ginga tetsudō no yoru (El tren nocturno de la Vía Láctea) y el poema “Ame ni mo makezu” (Fuerte ante la lluvia) que hoy se ha convertido en un clásico.
Aunque era laureado por algunos poetas, Miyazawa Kenji era relativamente desconocido cuando murió. Sus ingentes poemas e historias están impregnados de una vibrante sensibilidad lingüística, una imaginación ilimitada y una simpatía por el mundo natural. Su aguda visión de la civilización le hizo ganar lectores poco a poco. Hoy es uno de los escritores más adorados en Japón. Sus obras son la base de muchos libros populares de ilustraciones contemporáneos, obras de teatro y películas.
(Fotografía del encabezado: una estatua de Miyazawa Kenji en el jardín del Instituto de Agricultura Prefectural de Iwate en Hanamaki. © Ōhashi Hiroshi.)