Visitando los santuarios sintoístas
Visitando un santuario japonés: árboles sagrados
Guíade Japón
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Tesoros y árboles sagrados
Dentro del pabellón principal encontramos la nave (gejin) y la zona del altar (naijin). El gejin es el espacio en el que los sacerdotes realizan los servicios sintoístas, y el naijin, más al fondo, es el lugar donde se encuentran los objetos del dios o la diosa consagrada. Estos objetos suelen representar los tres tesoros sagrados de la Casa Imperial: el espejo, la joya y la espada. Se considera que la deidad reside físicamente en estos objetos, que en raras ocasiones pueden ser vistos por el público general que acude al santuario.
Por otra parte, el sintoísmo es una religión que venera la naturaleza, y por ello también hay santuarios que consagran algunos objetos o fenómenos de la naturaleza entre los que se encuentran los conocidos como kannabi, iwakura o himorogi, entre otros.
El kannabi venera montes y montañas cuya silueta destaca especialmente por su forma en el horizonte. Los más representativos de todos los encontramos en el Santuario de Asama en el monte Fuji, en el Santuario de Hakusan en el monte del mismo nombre, y en el Santuario de Oyama en el monte Tateyama.
El iwakura venera especialmente a rocas enormes e imponentes en las que se cree que reside un dios. Entre las más famosas están la roca Gotobiki en el Santuario de Kamikura, las tres grandes rocas del Santuario de Mitsuishi, y la roca gigante del Santuario de Hananoiwa.
El himorogi reverencia al bosque y especialmente a las deidades que habitan en los árboles de grandes dimensiones. Entre los más característicos se encuentran el gran alcanforero de Gamō en el Santuario de Gamō Hachiman, el gran alcanforero de Kinomiya en el Santuario de Sugihokowake no Mikoto, y el ryūjinboku o “árbol del dragón celestial” (una zelkova) en el Santuario de Chichibu Imamiya.
Fotografía del encabezado: árbol sagrado del Santuario de Shiogama.Fotografías: Nakano Haruo
Ilustraciones: Izuka Tsuyoshi