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‘Gateball’, un deporte japonés que está calando entre los estudiantes de instituto

Sociedad Deporte

El gateball ha tenido desde siempre fuertemente asociada la imagen de ser un deporte para personas mayores, pero hoy, poco a poco, son cada vez más los estudiantes de instituto y jóvenes que se están aficionando al mismo. Visitamos el Instituto Aomori Yamada, célebre por la enseñanza de deportes, para presentarles las actividades de su club de gateball.

En el gateball compiten dos equipos de cinco jugadores cada uno con bolas numeradas del 1 al 10. Cada jugador tiene asignada una de esas bolas numeradas y debe golpearla siguiendo un turno dentro de una cancha de 15x20 metros. El objetivo del juego es pasar en orden cada una de las tres puertas que hay colocadas en la cancha y finalmente tocar el poste de la meta, evitando que la bola salga fuera de los límites del terreno de juego. Los jugadores de un equipo van obteniendo puntos a medida que logran superar cada uno de los objetivos.

“Al principio me lo pasaba bien simplemente cuando golpeaba la bola y lograba hacerla pasar por la puerta o hacerla chocar con otra bola, pero ahora es más divertido pensar detenidamente dónde voy a golpear la bola para que el contrario no la saque del campo e idear de antemano una estrategia. Además, uno de sus mayores encantos es que de un solo golpe puede cambiar el resultado, por lo que cualquier jugador puede convertirse en clave en cada partido”, explica Munakata Yūki, una estudiante de tercer curso.

Otro encanto del gateball es que se trata de un juego en el que, al igual que en el shōgi o el ajedrez, hay que tener en mente una estrategia detallada. Además, los miembros del club coinciden en que otro aliciente es el juego en equipo, y que cuanto más juegan a este deporte más descubren su profundidad.

“Cuando miro vídeos en Youtube de partidos con jugadores de primera categoría me sorprendo al ver tácticas que no me imaginaba, y son lecciones muy importantes. Cuando empiezo a ver vídeos no puedo parar”, asegura Seitō Arisa, estudiante de tercer curso y presidenta del club. Muchos de estos estudiantes confiesan que continúan practicando en la moqueta de sus casas para poder idear sus propias tácticas y ponerlas a prueba.

El juego avanza mientras los jugadores van prediciendo cómo se desarrollará la partida. Los miembros del mismo equipo procuran colocar la bola en el lugar adecuado para que la siguiente persona pueda golpear su bola con facilidad.

Los miembros de un equipo discuten su estrategia: dónde podrían enviar la bola para que el juego avance a su favor.

Llevar al club de gateball de Aomori Yamada a lo más alto

Últimamente el equipo está tratando de organizar partidos con equipos del más alto nivel y cada mes acuden a una competición fuera de su prefectura con el objetivo de ir mejorando. Norita, el profesor asesor del club, es el encargado de conducir la furgoneta Toyota Hiace en la que viajan, y a veces van a lugares tan lejanos como Niigata o Nagano, a los que tardan cerca de 10 horas en llegar. Norita obtuvo de hecho el permiso de conducir furgonetas de mediano tamaño solo para poder llevarlos a estas competiciones.

“Los alumnos se están esforzando tanto que a mí no me queda más remedio que ponerme las pilas también (risas). Creo que soy el mejor manager y conductor de Japón”, explica con una sonrisa Norita, demostrando así su estima por los miembros del club de gateball.

El profesor Norita Shūichi obtuvo la licencia de conducir furgonetas de mediano tamaño para poder llevar al equipo a los partidos que se celebran lejos de la prefectura, y es un entusiasta asesor del club de gateball del instituto.

Norita Shūichi enseña con severidad a los miembros del equipo a compaginar las actividades del club con sus estudios de la escuela. Les exige que, aunque regresen tarde de los partidos en otras prefecturas, al día siguiente no falten a la escuela y que no se conformen solo con el aprobado en los exámenes. La pasada primavera algunos de los miembros del club han aprobado el examen de ingreso en la Universidad de Tokio, y parece que su pertenencia al club de gateball también era un factor influyente.

Todos los miembros del club son alumnos del curso especial para los exámenes de ingreso a las universidades públicas y privadas de alto nivel. A excepción de los lunes, que tienen entrenamiento, el resto de días tienen clase hasta las 18:00.

Todos los alumnos coinciden en que la práctica de gateball es un oasis en medio de los estudios.

El objetivo de estos alumnos en el momento de escribir este artículo es ganar el 22.º Campeonato Juvenil de Japón que se celebra en julio en la prefectura de Saitama tanto en la categoría masculina como en la femenina. Ahora los miembros del club de gateball entrenan duro para lograr que el día que este deporte se convierta en uno de los más practicados por los miembros de su generación, el nombre del “club de gateball Aomori Yamada” sea ampliamente conocido. El futuro del gateball está en manos de los estudiantes de este instituto, cuya práctica es observada por la gentil mirada de las personas mayores de la región.

Varios estudiantes vuelven a sus casas después del entrenamiento. Algunos llevan orgullosos a la espalda la funda para los palos elaborada por sus madres.

Texto: Uchiyama Takako
Fotografías: Miwa Noriaki

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