La cultura contemporánea se globaliza
La ciudad manga donde moran los espíritus de Japón
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En 1943 un joven soldado japonés estaba recuperándose de la malaria en un hospital de campaña en Nueva Guinea cuando la enfermería fue alcanzada por un bombardeo aéreo de los aliados. Las heridas que aquello le produjo hicieron que perdiese el brazo izquierdo. Este fue uno de muchos de sus encuentros con la muerte durante la Segunda Guerra Mundial, y aun así vivió durante 70 años más antes de fallecer el 30 de noviembre de 2015, a la edad de 93 años.
Para entonces Mizuki Shigeru (cuyo nombre de nacimiento era en realidad Mura Shigeru) se había convertido en uno de los más importantes autores del mundo del manga en Japón. Se le conoce principalmente por los yōkai, o espíritus de la naturaleza, que pueblan su popular manga Gegege no Kitarō, una obra adaptada al anime en varias ocasiones, siendo la más reciente de 2007 a 2009. La guerra era también uno de los temas principales de Mizuki, como por ejemplo su obra semi-autobiográfica Sōin gyokusai seyo! (traducida como Operación Muerte), basada en su experiencia en el ejército imperial.
Un acto en memoria de un gigante del manga
El 8 de marzo de 2016 se celebró una ceremonia conmemorativa en Sakaiminato, la ciudad natal de Mizuki en la prefectura de Tottori. Tuvo lugar el día en el que se habría celebrado su 94 cumpleaños, 100 días después de su muerte. Entre los asistentes se encontraba su mujer, Mura Nunoe, y otros miembros de su familia, así como el autor de novelas de terror Kyōgoku Natsuhiko, cuyo interés en los yōkai fue inspirado por este mangaka. Una serie de vídeos y actuaciones rindieron homenaje a la vida y el trabajo de Mizuki Shigeru.
Cuando era joven Mizuki aprendió sobre los yōkai de una mujer mayor llamada Kageyama Fusa que él conocía por el sobrenombre de Nonnonbā. Ella ayudaba en la casa de su familia y cuidaba de los niños, captando su atención con historias de lo oculto. En una entrevista de finales de agosto de 2015, Mizuki aseguró que fue su absoluta miseria—su falta de comida o dinero para compartir con sus jóvenes oyentes— lo que la inspiraron a ofrecer a cambio su conocimiento sobre el mundo de los espíritus.
Kageyama murió cuando Mizuki aún estaba en la escuela primaria, pero fue una de las mentoras de su infancia que recordó y tuvo en más estima. Los recuerdos de su temprana influencia fueron llevados a su ensayo autobiográfico de 1977 Nonnonbā to ore (Nonnonbā y yo), un trabajo que recibió grandes elogios. No obstante, sus enseñanzas sobre los yōkai procuraron más éxito a Mizuki tras la creación de Gegege no Kitarō.
El nacimiento de un Yōkai
Mizuki tuvo que buscarse la vida a duras penas después de regresar a Japón al terminar la Segunda Guerra Mundial. Durante muchos años el manga solo le permitió vivir modestamente. Pero esto empezó a cambiar en 1960, cuando dibujó una nueva obra llamada Hakaba Kitarō (Kitarō del cementerio).
En esta obra presenta al chico yōkai del título, Kitarō; a su padre, Medama-oyaji, un yōkai que aparece por primera vez en forma de momia pero que luego muere para resucitar con forma de globo ocular; y a otro personaje importante, Nezumi-otoko (el hombre rata).
Este manga alcanzó un gran éxito cuando se reeditó como Gegege no Kitarō en 1967. Se le cambió el nombre para que fuese más adecuado para los niños y se suavizaron un poco los contenidos terroríficos, aunque esto no le restó emoción. Para entonces Kitarō ya era representado con uno de sus aspectos más característicos: el pelo largo cubriendo la cuenca vacía de su ojo izquierdo. Cuando se emitió por primera vez la adaptación a la pequeña pantalla en 1968, Mizuki Shigeru se convirtió en toda una marca.
En 2010 el popular serial matutino de la NHK Gegege no nyōbō (La esposa de Gegege) se centraba en la vida de la pareja de Mizuki, Nunoe. Basada en su autobiografía, este serial contaba la historia de su vida conyugal, de la pobreza al éxito. En el homenaje celebrado en marzo de 2016, Nunoe portó una fotografía de su esposo y recordó cómo observaba el dorso de las cosas, trabajaba enérgicamente y sudaba mientras se concentraba en crear una nueva obra.
Mura Nunoe y otros miembros de la familia de Mizuki estuvieron también presentes ese mismo día por la mañana en la ceremonia tras las reformas en el aeropuerto cercano. Conocido de forma no oficial como el aeropuerto de Yonago Kitarō desde 2010, ahora ha añadido a las maquetas e ilustraciones del universo de Kitarō una vidriera titulada “Yōkaitachi no mori” (El bosque de los Yōkai), una obra artística en la que se muestra una aeronave con forma de ballena llevando a Kitarō y a otros personajes, y un nuevo techo con ilustraciones.
Calles llenas de estatuas
Las numerosas piezas de arte y productos inspirados en la obra de Mizuki Shigeru que pueden encontrarse en el aeropuerto de Yonago Kitarō dan una idea de la importancia que este autor tuvo en el lugar. Pero la misma ciudad de Sakaiminato, a 15 minutos en tren, parece estar casi dedicada en su totalidad a su personaje más famoso y a otros yōkai creados por el autor, que pueden ser vistos por doquier. Este amplio homenaje tiene su máxima expresión en la carretera de Mizuki Shigeru, donde se alinean 153 estatuas de bronce de los personajes que aparecen en sus obras más populares.
En este lugar los personajes principales de Gegege no Kitarō como Kitarō, Medama-oyaji o Nezumi-otoko están acompañados de muchos otros espíritus de esta serie. También hay personajes de otras obras de Mizuki que tocan cuestiones sobrenaturales. Entre ellos se incluyen Sanpei el colegial y el kappa (un yōkai que mora en las aguas) de Kappa no Sanpei, y el joven Shingo y el demonio Mephisto de Akuma-kun.
Las primeras 23 estatuas fueron erigidas en 1993, pero el área tardó un tiempo en establecerse como destino turístico. En 2007 el número de visitantes alcanzó el millón por primera vez gracias al estreno de una nueva película y una serie de anime. El serial Gegege no nyōbō aumentó el interés por Mizuki a nuevos niveles, atrayendo un récord de 3,7 millones de visitantes a esta carretera en 2010, aunque estas cifras han caído desde entonces hasta alrededor de 2 millones en 2015.
La carretera no está muy atestada en una fría tarde de marzo. Que Sakaiminato se encuentre en un lugar remoto es un factor en contra en este sentido; seguramente estaría llena de turistas durante todo el año si se encontrase a una o dos horas de Tokio. En cualquier caso, los turistas que acudieron al lugar pese a no ser temporada alta también parecían disfrutar, y muchos de los vendedores de snacks y souvenirs seguían haciendo una buena caja.
En el Museo de Mizuki Shigeru, en esa misma carretera, se pueden encontrar obras del autor, explicaciones sobre los yōkai, y varios puntos en los que tomar divertidas fotos. El museo se centra principalmente en los yōkai, aunque también hay espacio para sus obras relacionadas con la guerra. Aunque los carteles están solo en japonés, el lugar cuenta con guías de audio gratuitas en inglés y en otros idiomas. Alrededor de la estación de Sakaiminato, algo alejada de la carretera de Mizuki Shigeru, también hay varias estatuas e ilustraciones.
El “Reino del Manga” de Tottori
Mizuki Shigeru no es el único autor de manga de la prefectura de Tottori. Aoyama Gōshō, el creador de Detective Conan, también nació en el lugar hoy conocido como Hokuei, donde hay una “calle Conan” que recuerda la relación del autor con el lugar. Taniguchi Jirō es otro autor de la ciudad de Tottori, reconocido por su obra Haruka na machi e (Barrio lejano), donde la acción transcurre en Kurayoshi, una localidad de esta misma prefectura.
Esto ha llevado al Gobierno de la prefectura a presentar a Tottori como un “Reino del Manga”. Además de sacar provecho a sus relaciones con el manga antes mencionadas, la prefectura celebra un concurso de cómic internacional cada año para tratar de aumentar el interés por este destino en todo el mundo. En el concurso de 2015 llegaron propuestas de Rusia, Corea del Sur, Taiwán y China, y aunque la mayoría de ganadores fueron japoneses, el segundo premio fue a parar a una obra estadounidense.
Cada año llegan a Japón más turistas internacionales, aunque suelen acudir en masa a grandes destinos como Kioto y Tokio. El manga puede ayudar a Tottori y Sakaiminato a atraer a algunos de estos turistas. Algunas de la traducciones recientes de la obra de Mizuki Shigeru, así como artículos en la prensa internacional y un reportaje sobre su trabajo en la revista New Yorker, han dado más notoriedad a este autor en todo el mundo. Puede que muchos de sus nuevos fans se animen a peregrinar a Sakaiminato, donde sus espíritus continúan viviendo hoy.
(Fotografía del encabezado: algunos de los personajes más populares creados por Mizuki Shigeru posan frente al museo del autor en Sakaiminato, en la prefectura de Tottori. © Mizuki Productions.)Turismo manga Mizuki Shigeru Yōkai Segunda Guerra Mudial Tottori