
La cultura contemporánea se globaliza
Rokkaku Ayako: Una artista con el mundo en sus dedos
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Sensiblilidad pop y crudeza
Rokkaku ha diversificado su arte con obras más ambiciosas realizadas sobre enormes lienzos de 350cm x 700 cm. ¿Se ha producido algún cambio importante en su obra desde que empezó a captar la atención internacional?
“Cuando estoy pintando, es exactamente lo mismo que hace diez años. No ha cambiado nada”.
El simple deseo de dibujar, el placer de la creación, de estar viva... a Rokkaku le gusta seguir sus instintos. Sus obras no tienen título y rehuyen adornos superfluos o significados solemnes. Este sencillo impulso por crear llega de manera convincente a los que contemplan sus obras. Niñas pequeñas descalzas con los ojos abiertos como platos por la curiosidad, con la boca torcida y los brazos alargados para explorar el mundo más allá de las nubes en naves espaciales... flores, animales y bestias míticas: estos son los temas recurrentes del arte de Rokkaku Ayako. Sus obras abarcan desde dibujos infantiles de estimulante inocencia hasta casas enormes hechas de cartón ondulado, pasando por estatuas de niñas gigantes y conejos fantasmagóricos. La exposición de Rotterdam también consta de una proyección de una película de animación en la que ha colaborado titulada “about us”.
Muchas personas han percibido una sensibilidad inconfundiblemente japonesa en las coquetas y coloristas pinturas de Rokkaku, e insinúan que el anime y el manga con los que creció deben haber influido en su obra. Sin embargo, la propia Rokkaku afirma no ser consciente de ninguna influencia concreta de la cultura popular japonesa.
“Está claro que el entorno en donde crecí me ha influido, pero ciertas personas, al ver mis pinturas, suponen rápidamente: ‘Ah, claro, animación japonesa’. Y yo siempre pienso: ‘Pues mire, no’. Creo que los libros de ilustraciones infantiles han tenido una influencia mucho mayor en mis obras. Muchas de mis pinturas incorporan elementos narrativos, como si hubiesen sido extraídos del núcleo de una historia. Comunican un cierto sentido de movilidad, como si estuvieses contemplando un instante de movimiento congelado”.
El elemento narrativo de sus pinturas es tal vez un paralelismo de su propia vida. Aparte de su sensibilidad de arte pop, sus obras están imbuidas también de un elemento crudo e indómito.
“No se puede vivir toda la vida feliz y contenta”, afirma. “No se trata de bueno o malo, pero en mi personalidad también hay un lado oscuro. Quiero que ambos aspectos se reflejen en mis pinturas. Es decir, lo kawaii (coqueto o tierno) también me gusta, pero creo que una pintura debe incluir un toque de crudeza si quiere mostrarse al espectador con coherencia”.
Incitar a la gente
Las sesiones de pintura en directo son otras de las características de la obra de Rokkaku. Los espectadores quedan fascinados por la oportunidad de verla en acción, en cuclillas sobre el suelo de la galería improvisando sin titubeos, creando una nueva pintura ante sus ojos. Durante la exposición de este verano en Rotterdam, un espacio del Kunsthal fue destinado al “Ayako’s Studio”, en donde la artista creó nuevas pinturas cada día durante las tres semanas de la exposición y retransmitió “sesiones” en directo por Internet. Rokkaku también organizó talleres para los niños neerlandeses, y se puso a pintar y reír con ellos.
En el museo se formaron largas colas de personas que esperaban pacientemente su turno para poder hablar con la artista sobre las imágenes de sus pinturas, muchas ansiosas de que Rokkaku les firmase un autógrafo en el catálogo de la exposición, o se hiciese una foto con ellas. No muchas exposiciones de arte ofrecen a sus visitantes tantas oportunidades de relacionarse con el artista.
“Mi objetivo es trasladar esa sensación de impulso original hacia la pintura. Eso es lo que a mí me activó definitivamente. Quiero conseguir una pintura improvisada en directo que transmita una sensación de libertad tanto a niños como a adultos. Y para eso, pintar con las manos es mucho mejor que utilizar un pincel e intentar explicar lo que hay que hacer. Quiero que la gente me vea creando y piense: ‘Pues yo también podría hacerlo’. Que recuerden cómo era la pintura en sí no es tan importante. En cambio, si recuerdan cómo se sintieron cuando la vieron, entonces tal vez eso pueda animarles a dar un paso más adelante”.
Hace una década, Rokkaku Ayako descubrió su propia identidad a través de la pintura. Hoy, descubriendo su proceso artístico ante todo el público, esta artista intenta animar y mostrar su apoyo a las personas que han venido a ver sus obras. Puede que esta sea la fuente de su excepcional energía artística.
“El arte no es una experiencia que deba acabar en una sola persona. Una obra de arte debería dejar huella en el corazón de mucha gente. Para mí, el arte es eso.”
Rokkaku habla con una sonrisa amable, pero sus palabras denotan fortaleza y convicción. "Quiero continuar pintando y exponiendo sola. Quiero llevar mis pinturas lo más lejos posible”.
Con su singular estilo de pintura con los dedos, Rokkaku Ayako ha creado un vibrante mundo de líneas y colores. Los amantes del arte deben estar muy atentos a la obra de esta artista en el futuro.
(Escrito originalmente en japonés por Somese Naoto, escritor independiente. Traducido al español de su versión inglesa. Fotografías de Somese Naoto con la autorización del Rotterdam Kunsthal, Países Bajos).
Rokkaku Ayako
Artista contemporánea. Nacida en la prefectura de Chiba en 1982. Dio sus primeros pasos como pintora callejera en 2002, y obtuvo una primera repercusión mediática al ganar el “Premio Scout” del cuarto festival de arte GEISAI en 2004. En la actualidad vive en Alemania y continúa exhibiendo y creando nuevas pinturas en galerías de todo el mundo. http://www.rokkakuayako.com