Entrevista a Sasaki Hiroshi, creador de la presentación de Tokio 2020 en Río de Janeiro
Cultura Tokio 2020- English
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Ingenio, buen gusto y capacidad de sorprender
ENTREVISTADOR La toma del relevo para Tokio 2020 en Río de Janeiro, en que, además de la famosa aparición del primer ministro Abe vestido de Mario, hicieron acto de presencia personajes de creación japonesa como Doraemon, Hello Kitty o Capitán Tsubasa (Oliver y Benji o Super Campeones), causó sensación tanto en Japón como en el resto del mundo. Cuéntenos cómo se fraguó la idea de ese espectáculo a modo de avance de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio.
SASAKI El objetivo principal era crear expectativa sobre Tokio y sobre Japón en general. Japón no es precisamente un país desconocido; casi todo el mundo tiene cierta imagen de él. Me pareció superfluo insistir en elementos típicos como el kabuki, Kioto o la Torre de Tokio. Lo que necesitábamos era un mensaje que sorprendiera a los espectadores y les despertara el interés por asistir a los Juegos, que les dejara pensando “qué ganas de ir a Tokio a ver las Olimpiadas”, “esto no nos lo podemos perder” o “qué bien que eligieran Tokio como sede”.
No debemos permitir que la elección de Japón como país donde se celebrará la mayor competición deportiva del mundo parezca fruto de la casualidad. No basta con decir “venid a Tokio, que es un lugar fantástico”; tenemos que mostrarle al mundo que estamos felices de que un evento de tal envergadura se celebre aquí. Llenar los ocho minutos de la presentación cantando las bondades de la ciudad hubiera convertido la presentación en un anuncio mediocre. La gracia era comunicar las ideas de que Tokio tiene su encanto y de que aquí tenemos un concepto particular del deporte.
Al empezar a trabajar en el proyecto Shiina Ringo —cantante que se encargó de la dirección musical del espectáculo— propuso que aguzáramos el ingenio. “Tokio y Japón rebosan chispa y buen gusto”: ese fue el mensaje que tuve en mente hasta el final. Así que me exprimí los sesos para montar un espectáculo que evocara de forma natural la idea de que Tokio es cool.
Vídeo del proceso creativo de la toma del relevo olímpico (© Tokyo2020)
Un país pacífico y curioso poblado de personajes entrañables
Quería hacer hincapié en el papel protagonista de los atletas. Pensé que mostrarlos a ellos, más que exhibir bailes folclóricos, serviría para transmitir la importancia de la paz a través del deporte; eso es lo que quise reflejar cuando proyecté escenas de distintas disciplinas olímpicas en el cielo del estadio mediante técnicas de realidad aumentada. Esa carrera de relevos en la que personajes como Mario o Doraemon se pasaban una pelota roja con los atletas japoneses de camino a Río era un mensaje de paz de parte del equipo japonés. La idea cristalizó en la imagen del primer ministro Abe vestido de Mario.
En la toma de relevo de Londres salió el futbolista David Beckham y en la de Río de Janeiro, Pelé. Para Tokio no disponíamos de ningún atleta lo bastante conocido internacionalmente para ocupar ese lugar. Así que se nos ocurrió usar a Mario o a Doraemon como representante de Japón; y llegamos a la conclusión de que hacer aparecer a un montón de personajes de vídeo y anime sería lo más efectivo para reflejar la imagen de Japón como país pacífico.
Se trataba de aludir a la idea de que “Tokio es una ciudad llena de diversión con todos esos personajes” y de que “Japón es un país que lleva décadas sin participar en ninguna guerra”. Pensamos que usar una pelota roja parecida al Sol Naciente como testigo que pasaba de mano en mano entre personajes y atletas daría un toque desenfadado a la imagen del país.
Una reacción química entre la vanguardia y la tradición
ENTREVISTADOR La primera vez que vi el espectáculo de la toma de relevo en Río tuve la impresión de que transmitía una imagen de Japón como país tecnológico y una mirada al futuro del mundo a cuatro años vista.
SASAKI Aunque intentemos presentar la tecnología punta más nueva del momento, el mundo avanza día a día. Así que no se trata de eso, sino de esbozar un Tokio donde perdura la cultura popular del período Edo, aficionado a los festivales callejeros, donde se puede disfrutar de una competición deportiva desde la tradición, pero que a la vez es un hervidero de tecnología informática y digital. Nos centramos en presentar la gran metrópolis como un lugar donde la tradición y la modernidad conviven en fantástico equilibrio y del que pueden esperarse unas Olimpiadas excelentes. Este concepto surgió hablando con Takeuchi Makoto, entonces director del Museo Edo-Tokio.
Por poner un ejemplo de esta mezcla entre lo nuevo y lo viejo, el espectáculo se abrió con una versión del Kimi ga yo (himno nacional de Japón) con arreglos de Miyake Jun, cantado por un coro búlgaro y otro de niñas japonesas, que el presentador de la BBC elogió como “uno de los himnos nacionales más bellos del mundo”. Además, las chicas que flanqueaban el Sol Naciente en la proyección de la bandera japonesa con vídeo mapping iban montadas en un innovador vehículo llamado Personal Mobility, pero el diseño de sus trajes se inspiraba en el origami, el arte tradicional nipón de la papiroflexia.
Los cincuenta bailarines que representaban las distintas disciplinas olímpicas se cambiaban de ropa con la técnica hayakigae del kabuki. La parte de la coreografía inspirada en la idea de alentar contenía elementos que expresaban rasgos tan japoneses como la hospitalidad y los buenos modales. El espectáculo hizo un uso generoso del arte digital, pero en la segunda parte el diseño se inspiró en el cristal tallado Edo Kiriko y en la xilografía ukiyo-e.
El Japón tradicional y el Japón de vanguardia: no se trata de mezclarlos aleatoriamente, sino de combinarlos para provocar una reacción química que deje al mundo asombrado. Me esmeré en fusionar ambos elementos para que no aparecieran como dos realidades independientes.
Potenciar la marca Japón con unas Olimpiadas con clase
ENTREVISTADOR Creo que la elaboración de la presentación para la ceremonia de clausura de Río de Janeiro le dio algunas pistas sobre cómo será el acontecimiento. ¿Qué tipo de competición le gustaría que fueran los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020?
SASAKI Creo que la diversión no debe centrarse tanto en las ceremonias de inauguración y de clausura como en las propias competiciones deportivas. Eso podría lograrse, por ejemplo, añadiendo emoción extra a las disciplinas menos vistosas o dando protagonismo a los equipos menos favorecidos en los deportes en que uno de los países participantes domina especialmente. También debemos ir transformando los Juegos Paralímpicos para que más gente se interese en ellos. Japón tiene mucho trabajo por delante.
Si situamos a los jóvenes y a las mujeres en primer plano y dinamizamos su papel, lograremos unos Juegos más cool sin malgastar presupuesto. Eso ya se demostró con el resultado de la intensa colaboración de Shiina Ringo, la intérprete y coreógrafa MIKIKO y el artista multimedia Manabe Daito en la elaboración de la presentación de Río de Janeiro.
Las Olimpiadas en sí solo duran un par de semanas. Propongo que no nos excedamos en la inversión de recursos para ese proyecto. Claro que deseo que se conviertan en un acontecimiento emocionante, pero también quiero que todos nos quedemos con la impresión de que Tokio y Japón salieron ganando.
Creo que es importante crear unas Olimpiadas con las que el mundo sienta que ha aprendido una lección de Japón, en que la ceremonia de inauguración no sea un alarde nacional y el criterio básico de valoración deje de ser el número de medallas de oro obtenidas. El tipo de competición que debemos perseguir es uno que refuerce la marca Japón pasando a la historia por su discreción con clase y su gusto insuperable.
Entrevista y redacción: Ishii Masato (Nippon.com)
Fotografía: Ōtani Kiyohide (Nippon.com)
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