Entrevista a Sasaki Hiroshi, creador de la presentación de Tokio 2020 en Río de Janeiro

Cultura Tokio 2020

En la ceremonia de clausura de Río de Janeiro 2016, Japón tomó el relevo olímpico con una espectacular presentación de ocho minutos que dejó al mundo entero boquiabierto y en la que el primer ministro Abe Shinzō apareció caracterizado como el popular personaje de videojuego Mario. Sasaki Hiroshi, artífice del montaje, nos habla de los mensajes que encierra y los secretos de su realización, así como de sus impresiones y esperanzas acerca de las Olimpiadas que Tokio acogerá en 2020.

Sasaki Hiroshi SASAKI Hiroshi

Director creativo. Nacido en 1954. Tras graduarse en la Universidad de Keiō, en 1977 entró a trabajar en Dentsu. Ha colaborado en la creación de la marca y las campañas promocionales de un gran número de empresas como redactor y director creativo. En 2003 se estableció por su cuenta y fundó la empresa Shingata. En los últimos años ha firmado campañas publicitarias tan famosas como la de la operadora de telefonía e internet Softbank, la del café en lata BOSS de Suntory o la de ReBORN de Toyota.

Ingenio, buen gusto y capacidad de sorprender

ENTREVISTADOR La toma del relevo para Tokio 2020 en Río de Janeiro, en que, además de la famosa aparición del primer ministro Abe vestido de Mario, hicieron acto de presencia personajes de creación japonesa como Doraemon, Hello Kitty o Capitán Tsubasa (Oliver y Benji o Super Campeones), causó sensación tanto en Japón como en el resto del mundo. Cuéntenos cómo se fraguó la idea de ese espectáculo a modo de avance de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio.

SASAKI El objetivo principal era crear expectativa sobre Tokio y sobre Japón en general. Japón no es precisamente un país desconocido; casi todo el mundo tiene cierta imagen de él. Me pareció superfluo insistir en elementos típicos como el kabuki, Kioto o la Torre de Tokio. Lo que necesitábamos era un mensaje que sorprendiera a los espectadores y les despertara el interés por asistir a los Juegos, que les dejara pensando “qué ganas de ir a Tokio a ver las Olimpiadas”, “esto no nos lo podemos perder” o “qué bien que eligieran Tokio como sede”.

No debemos permitir que la elección de Japón como país donde se celebrará la mayor competición deportiva del mundo parezca fruto de la casualidad. No basta con decir “venid a Tokio, que es un lugar fantástico”; tenemos que mostrarle al mundo que estamos felices de que un evento de tal envergadura se celebre aquí. Llenar los ocho minutos de la presentación cantando las bondades de la ciudad hubiera convertido la presentación en un anuncio mediocre. La gracia era comunicar las ideas de que Tokio tiene su encanto y de que aquí tenemos un concepto particular del deporte.

Al empezar a trabajar en el proyecto Shiina Ringo —cantante que se encargó de la dirección musical del espectáculo— propuso que aguzáramos el ingenio. “Tokio y Japón rebosan chispa y buen gusto”: ese fue el mensaje que tuve en mente hasta el final. Así que me exprimí los sesos para montar un espectáculo que evocara de forma natural la idea de que Tokio es cool.


Vídeo del proceso creativo de la toma del relevo olímpico (© Tokyo2020)

Un país pacífico y curioso poblado de personajes entrañables

Quería hacer hincapié en el papel protagonista de los atletas. Pensé que mostrarlos a ellos, más que exhibir bailes folclóricos, serviría para transmitir la importancia de la paz a través del deporte; eso es lo que quise reflejar cuando proyecté escenas de distintas disciplinas olímpicas en el cielo del estadio mediante técnicas de realidad aumentada. Esa carrera de relevos en la que personajes como Mario o Doraemon se pasaban una pelota roja con los atletas japoneses de camino a Río era un mensaje de paz de parte del equipo japonés. La idea cristalizó en la imagen del primer ministro Abe vestido de Mario.

En la toma de relevo de Londres salió el futbolista David Beckham y en la de Río de Janeiro, Pelé. Para Tokio no disponíamos de ningún atleta lo bastante conocido internacionalmente para ocupar ese lugar. Así que se nos ocurrió usar a Mario o a Doraemon como representante de Japón; y llegamos a la conclusión de que hacer aparecer a un montón de personajes de vídeo y anime sería lo más efectivo para reflejar la imagen de Japón como país pacífico.

Se trataba de aludir a la idea de que “Tokio es una ciudad llena de diversión con todos esos personajes” y de que “Japón es un país que lleva décadas sin participar en ninguna guerra”. Pensamos que usar una pelota roja parecida al Sol Naciente como testigo que pasaba de mano en mano entre personajes y atletas daría un toque desenfadado a la imagen del país.

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