Adiós a la botella: los vasos de sake, listos para brindar

Cultura

Los vasos de sake individuales de Japón nos permiten disfrutar de forma casual y sencilla del nihonshu. Hay cientos de marcas para probar, desde opciones más baratas como el One Cup Ōzeki hasta etiquetas jizake más codiciadas. ¡Y cada vez hay más variedades en el mercado!

Una persona puede pasar felizmente horas familiarizándose con los secretos del sake y gastar una pequeña fortuna. Pero el amante casual y menos exigente del nihonshu a menudo prefiere pasar de las botellas grandes y caras de las principales marcas de Japón, y opta por un vaso de sake individual. Aunque en ocasiones es presentado como una opción barata para adultos borrachines, el sake en vaso es una categoría de gran diversidad que va desde las variedades para el mercado general hasta las marcas más sofisticadas.

Esta bebida, típicamente presentada en vasos de boca ancha de 180 mililitros con una tapa de aluminio desplegable, se muestra de forma sencilla, portátil y deliciosa. A un precio asequible de unos 200 o 300 yenes la unidad, el sake en vaso puede disfrutarse de forma casual sin necesidad de gastar mucho dinero.

Para disfrutar de un vaso de sake solo hay que levantar la tapa de aluminio y empezar a beber. (Kamoitsuha, de la prefectura de Okayama.)

El rey de los vasos

La marca que comenzó la bola de nieve del sake en vaso fue One Cup Ōzeki. Lanzada al mercado en 1964 por la bodega Ōzeki de Hyōgo, ofrecía a los consumidores una forma totalmente novedosa de disfrutar de esta tradicional bebida. Durante varias décadas el sake no dejó de perder terreno ante la cerveza y el whisky, en parte debido a su imagen de bebida tradicional. Aunque durante el auge económico de posguerra la sociedad se transformó a gran velocidad, el sake aún se servía en pequeñas jarras de porcelana y se bebía en diminutas copas de cerámica. Con la vista puesta en sus balances de cuentas, la dirección de Ōzeki se propuso transformar el nihonshu en una bebida atractiva que pudiera ser disfrutada en cualquier lugar.

Al ver a hombres de negocios en bares beber sake barato en vasos medianos, el presidente de la décima generación de Ōzeki, Osabe Bunjirō, tuvo la idea de vender tragos individuales de este tipo. Al embotellar el sake en cantidades de un , una medida que equivale a 180 mililitros, es posible disfrutar de esta bebida directamente en su envase en cualquier momento y lugar.

Todo empezó con este vaso de One Cup Ōzeki (Hyōgo).

Ōzeki atrajo el talento creativo de los diseñadores más destacados del momento para crear el envase de boca ancha característico de la marca y la icónica etiqueta azul y blanca. La bodega se mostró además inflexible respecto al líquido que iría en estos vasos, insistiendo en contar con un sake del máximo nivel mientras se esforzaba en mantener su precio de lanzamiento en unos asequibles 85 yenes para atraer al consumidor joven.

Aprovechándose del ajetreo que se generó en torno a los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964—el producto fue lanzado el mismo día de la ceremonia de apertura de los Juegos— One Cup Ōzeki vendió 690.000 unidades en su primer año en el mercado. Tras solucionar una serie de problemas de filtraciones en la tapa de metal y mejorar su estrategia de marketing, Ōzeki alcanzó unas ventas anuales de 3,3 millones de unidades para 1970 y superó los 100 millones para 1979. Aunque las ventas alcanzaron un máximo histórico a mediados de la década de 1990, One Cup Ōzeki se mantiene hoy cómodamente entre las marcas más vendidas. Su oferta de alrededor de 30 variedades está disponible en la mayoría de los establecimientos y representa el 40 % de todo el mercado de sake en vaso.

Un mercado en crecimiento

Obviamente, el éxito es el germen de la competencia. Poco después de que las ventas de One Cup Ōzeki se dispararan, otras bodegas grandes y pequeñas se lanzaron también al mercado del sake en vaso. Más de medio siglo después este tipo de sake se ha convertido en una robusta categoría de nihonshu. A Ōzeki se le han unido otras marcas nacionales, pero el entusiasmo está creciendo en realidad en torno a las marcas jizake regionales.

Una selección de vasos de jizake. Desde la izquierda, Kujiraebisu (Wakayama), Fujisan-fujisan (Yamanashi), Kyōriki (Tottori), y Takaisami (Tottori).

El pequeño tamaño y precio asequible de un vaso de sake lo convierten en una estupenda opción para las destilerías locales, que consiguen así que la gente pruebe su producto, aunque iniciarse en este mundo puede ser una tarea difícil—se debe preparar una nueva etiqueta desde cero con un tamaño distinto, y además la mayor parte del trabajo de embotellado tiene que hacerse a mano. Distribuidores como Ajinomachidaya se encargan de echar una mano en estas tareas. Situada en Nakano, Tokio, esta tienda ha sido desde hace mucho tiempo una firme creyente en el potencial del sake en vaso, y por ello ofrece consejos a las bodegas en cuestiones como la marca, el embotellado y el precio. Ajinomachidaya tiene más de 70 marcas de sake en vaso, muchas de ellas exclusivas, y su personal asegura que han visto un aumento paulatino de las ventas particularmente entre las mujeres que disfrutan de la naturaleza casual de esta bebida.

Uno de los grandes atractivos del sake en vaso es su versatilidad. Puede disfrutarse frío, caliente o a temperatura ambiente. Hay un creciente interés en las versiones en vaso de los sakes de alta categoría, aunque esto puede hacer que aumente el precio—de acuerdo con Ajinomachidaya, 380 yenes es el límite máximo que las personas están dispuestas a pagar. En general, a los consumidores no les atrae tanto la categoría del sake como el diseño de la etiqueta. Esto ha propiciado la aparición de todo un surtido de etiquetas originales que muestran desde diseños tradicionales hasta motivos humorísticos. Las mascotas promocionales conocidas como yuru kyara también hacen acto de presencia a menudo en los vasos, así como personajes populares del anime e ilustraciones de artistas de renombre.

Vasos de sake decorados con Yura kyara. Desde la izquierda, Notoro (de Ishikawa), Gunma-chan (de la prefectura homónima) y Kumamon (de Kumamoto).

Desde la izquierda, Medama-oyaji, el personaje de la exitosa serie de manga de Mizuki Shigeru Gegege no Kitarō (de Tottori, la tierra natal del artista); un vaso de Nyan Cup decorado con adorables gatos (de Shizuoka); y el vaso de Ranma 1/2 donde aparece el panda de la popular serie creada por Takahashi Rumiko (de Niigata).

Explorando este mundo

Internet es un lugar idóneo para comprar vasos de sake, pero para los bebedores que prefieren explorar el mercado a pie hay supermercados especializados, grandes almacenes y licorerías que cuentan con una variada selección de marcas. Los viajes son una gran oportunidad para disfrutar del sake en vaso, y por las calles de las ciudades se puede echar un vistazo a las tiendas locales y de recuerdos. Los trenes semi exprés y el Shinkansen cuentan con servicios de carrito de snacks donde a menudo se pueden encontrar (y consumir) variedades locales.

Para las personas a las que les gusta pasar la noche fuera hay pubs especializados en jizake que cuentan en ocasiones con una selección de marcas de sake en vaso. Dos tiendas en Tokio que cuentan con un increíble surtido de sakes en vaso de distintas regiones de Japón son Buri en Ebisu y Tententen en Shinjuku.

El sake en vaso nos permite disfrutar del nihonshu con tranquilidad. Hay un sake para cada persona, por lo que uno puede comenzar a explorar el creciente número de marcas que hay a la venta.

El sake en vaso viene en una variedad de envases además del vidrio. Desde la izquierda, Sankō (Okayama), Kagatobi (Ishikawa), Otokoyama (Hokkaidō), y Kamonomidori (Okayama) en distintas latas.

Los diseños monos, como los que muestran animales del zoológico de Asahiyama en Hokkaidō (a izquierda y derecha) y el vaso con la luna y el conejo de Suwaizumi, en Tottori (en el centro), hacen que los consumidores se resistan a desechar el envase una vez se han bebido el sake.

Los sofisticados vasos de hirezake contienen aleta de hatahata (a la izquierda, de Akita) y pez globo (de Yamaguchi) y se calientan antes de su consumo, con el trozo de pescado dentro de la bebida para darle sabor.

Una serie para coleccionistas de la bodega Dewatsuru de Akita, decorados con imágenes de los festivales populares de esta prefectura: desde la izquierda, los fuegos artificiales de Ōmagari, las danzas bon de Nishimonai y el Akita Kantō Matsuri.

El sake en vaso agrada tanto a la vista como al gusto. En la fotografía se puede ver la serie floral Higo de la bodega Zuiyō de Kumamoto donde se pueden ver lirios (a la izquierda) y crisantemos (a la derecha), el vaso de Gokyō donde aparece un puente (en el centro, a la izquierda, de Yamaguchi), y el vaso floral de Takasago con cerezos en flor (en el centro, a la derecha, de Tochigi).

(Traducido al español del original en inglés.)

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