Cinco dulces japoneses
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Yōkan
El yōkan es uno de los dulces japoneses más antiguos y ha sido disfrutado de distintas formas por más de un milenio. Hecho de kanten, una gelatina que se consigue hirviendo la alga tengusa, su simplicidad y versatilidad lo convierte en uno de los dulces más populares del país. Algunos de los ingredientes comunes del yōkan son el anko (pasta de judía roja), las castañas al vapor y la batata.
Manjū
El manjū es uno de los dulces japoneses que se pueden encontrar en casi cualquier sitio y es uno de los productos que tienen las tiendas de regalos de los destinos turísticos de todo el país. Estos bizcochos del tamaño de un bocado tienen una fina capa exterior normalmente hecha de harina de trigo o de arroz, y un relleno de anko. También pueden estar rellenos de batata o de pasta de castaña.
Dango
Los dango son una merienda popular tanto para jóvenes como para mayores. Estas bolas asadas o cocidas están hechas de mochigomeko (harina de arroz glutinoso) y se comen a menudo con kushi (palitos de bambú), cubiertas de anko, salsa de soja endulzada o pasta dadachamame (soja verde).
Kasutera
El kasutera (castella) es un bizcocho esponjoso que fue traído a Japón por los portugueses en el siglo XVI. Es más consistente y dulce que otros tipos de bizcochos, y normalmente tiene una fina capa de granos de azúcar gruesos añadida para darle más textura y dulzor.
Oshiruko
Puede que el oshiruko no sea el dulce japonés más elegante, pero el rico y suculento sabor de esta sopa de azuki (judía roja) lo convierte en una forma popular de calentarse en los fríos días de invierno. Se sirve habitualmente con mochi (pastel de arroz) o dango. Durante los meses más fríos también se vende en lata en algunas máquinas expendedoras.
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