El camote, un producto que no deja de evolucionar
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Protagonistas de los eventos regionales
Con la cosecha del otoño los eventos en los que el camote (boniato o batata) es protagonista se abarrotan de gente. En el otoño de 2024 se llevó a cabo el gran festival Oimo Banpaku en varias prefecturas, y se celebró la segunda edición prefectural de este año en la ciudad de Shizuoka, gracias al éxito que había tenido el festival en marzo en otra localidad de la prefectura. Miembros del comité organizador declararon que habían ofrecido productos que explotaban al máximo el atractivo de los camotes: desde aquellos asados, de gran dulzura, hasta postres novedosos en los que se usa este tubérculo como ingrediente.
En la ciudad de Kawasaki, en la prefectura de Kanagawa, se celebró del 1 al 4 de noviembre el festival Chō Imo Matsuri, en el que 15 tiendas de todo el país vendieron sus postres estrella de camote. Por otra parte, el comité organizador de la exposición Satsumaimo Haku dio también talleres sobre cosecha y selección de camotes, entre otras actividades para dar a conocer de forma entretenida los atractivos de este tubérculo. Dicho comité señala que los camotes no son solo una moda en Japón, sino que cada vez son más populares como ingrediente característico de los dulces japoneses.
De China a Japón, para convertirse en un dulce del pueblo
El camote goza de una gran popularidad en Japón, pero ¿cuándo llegó a este país? Según el sitio web del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca, el camote es originario principalmente de México y de zonas tropicales de Centro y Sudamérica. Se tienen registros de que ya era cultivado entre los años 800 y 1000 a. C. en la región central de los Andes. Llegó al continente europeo a finales del siglo XV, importado por Cristóbal Colón. Sin embargo su cultivo no se adaptaba al clima de la zona y fue llevado a colonias de África, India y el Sudeste Asiático, con lo que se extendió por el mundo. A Japón llegó aproximadamente en el año 1600, durante el periodo Edo (1603-1868), vía China. Algunas de sus denominaciones en japonés se deben a las rutas que el camote o batata tomó para llegar al país: satsumaimo (que se podría traducir como “papa de Satsuma”), por la ruta de Ryūkyū (actualmente la prefectura de Okinawa) a Satsuma (actualmente la prefectura de Kagoshima), o karaimo ya que llegó de China (Kara es una denominación antigua de China en japonés). También se conoce como kansho, por su nombre en chino.
Con la extensión de su cultivo aumentó la popularidad entre los consumidores. El representante Hashimoto Ayuki de la Asociación de Embajadores del Camote, la cual se encarga de dar a conocer información sobre este tubérculo, dice que el especialista en estudios holandeses Aoki Kon’yō, compiló a mediados del periodo Edo el Banshokō, un texto sobre el cultivo y almacenamiento del camote. Este libro conmovió al octavo shōgun Tokugawa Yoshimune; tras leerlo, promovió su cultivo para prepararse ante una posible hambruna. En 1793, en la zona actual de Hongō yon chō-me, Tokio, se comenzaron a vender camotes asados. Fue tal su éxito que ocasionó una primera ola de popularidad. Posteriormente, tras la Restauración Meiji se registró un aumento de población que comenzó a concentrarse en Tokio; el camote era popular por ser un alimento barato y de buen sabor, lo que disparó una segunda ola de popularidad. Con la llegada del periodo Taishō (1912-1926), no obstante, el auge terminó a causa de la llegada de los dulces occidentales. La tercera ola llegó a principios de la década de 1950, cuando se popularizó la venta ambulante de camotes asados sobre piedra. Según Hashimoto, su éxito residía en que eran un producto de fácil acceso, ya que los vendedores se acercaban a las casas de los consumidores. Con la aparición de los supermercados y las tiendas de 24 horas, la popularidad del tubérculo volvió a decaer, pero cerca de 2010 llegó la cuarta ola de popularidad gracias a nuevos aparatos eléctricos para asar camotes. La variedad Annō imo, caracterizada por su textura glutinosa, fue la chispa que en esta cuarta ola detonó la fascinación por los camotes o batatas, la cual dura hasta nuestros días.
Variedades que son populares en el extranjero
También se avanza en la mejora y producción de variedades que satisfagan las necesidades de los consumidores. Según el ministerio, la variedad que más se produce en la actualidad en Japón es la Beniharuka, de textura glutinosa, cuyo cultivo se ha extendido por todo el país. La variedad Beniazuma, del tipo esponjoso, es especialmente popular en la región de Kantō, y la Kōkei 14 Gō, con un equilibrio entre ambas texturas, se cultiva principalmente en Kansai y el sur de Kyūshū. De la Kōkei 14 Gō se crearon las variedades Gorō-jima Kintoki (de Ishikawa), Naruto Kintoki (de Tokushima), Miyazaki Beni (de Miyazaki) y Beni Satsuma (de Kagoshima) entre otras.
El Annō imo que dio origen al auge a la cuarta ola de popularidad de los camotes o batatas es oriundo de Tanegashima (prefectura de Kagoshima). Se dice que surgió después de la Segunda Guerra Mundial a partir del cultivo de una variedad que se trajo de Indonesia. Cuando comenzó a aumentar la demanda y empezaron los preparativos para su venta total en 1998, se registraron las variedades Annō Beni, caracterizada por el tono rojo oscuro de su cáscara, y la Annō kogane, de cáscara amarilla clara, las cuales fueron registradas bajo el nombre Tanegashima Annō Imo como marca regional protegida por el Gobierno.
Gracias a este impulso, su producción está registrando un aumento importante en la prefectura de Hokkaidō. En 2023 la superficie de cultivo ocupaba 100 hectáreas, un aumento de 7,1 veces con respecto a hace una década, y el volumen de producción alcanzó las 1.870 toneladas, un aumento de 6,7 veces en el mismo periodo. A consecuencia del cambio climático y el aumento de las temperaturas, Hokkaidō se ha convertido en una zona de cultivo de camotes, por lo que la Administración local los ha elegido como Shingao sakumotsu, posibles nuevos productos estratégicos, y está trabajando para aumentar su producción.
Los camotes de Japón también están ganando popularidad en el extranjero. Según un documento compilado por el Ministerio de Agricultura basado en estadísticas comerciales del Ministerio de Finanzas, en el año 2023 el valor de su exportación era de 29.000 millones de yenes, un aumento de 9,4 veces respecto a hace 10 años. Tras las fresas y el tubérculo nagaimo, el camote ocupa el tercer lugar de exportación de verduras y sigue aumentando a gran velocidad. Sus destinos principales son Hong Kong, Tailandia y Singapur. Estos tres países ocupan cerca del 90 % del total de las exportaciones y, particularmente en Tailandia, está registrando un incremento notable. Por esta razón los productores nacionales consideran estas variedades productos muy prometedores para el aumento de sus exportaciones, principalmente al mercado de Asia.
El camote, un producto estrella multifacético
Dada la gran popularidad que disfruta dentro y fuera del país, el camote asado cuenta con un apoyo estable por parte de los consumidores. La cadena de supermercados Summit, que opera en Tokio, Kanagawa, Chiba y Saitama, ofrece dependiendo de la temporada entre una y tres de las siguientes variedades: Annō imo, Beniharuka o Silk Sweet y Naruto Kintoki o Gorōjima Kintoki. En cada sucursal cuentan con una alarma con luz que anuncia el momento en el que terminan de asarse los camotes. Según el departamento de publicidad del supermercado, muchos clientes acuden a sus locales para buscar los camotes asados, y llenan las redes sociales de buenos comentarios.
Además de venderlos recién asados, en verano se está popularizando la venta de camotes asados y enfriados. Family Mart, una importante cadena de tiendas de 24 horas, vende asada y enfriada la variedad Beniharuka con más de 90 días de maduración. Según el departamento de publicidad de Family Mart este postre es muy popular, ya que permite disfrutar el verdadero sabor de los camotes con la suave dulzura y el aroma de su cáscara, que le da un toque amargo. Para su campaña de ventas de otoño, la firma celebró la promoción Famima no oimohori (Cosecha de camotes de Family Mart).
Los fabricantes de golosinas tampoco han dejado pasar la popularidad de los camotes o batatas. La firma Imuraya usa la variedad Beniharuka entera con cáscara para fabricar una pequeña jalea yōkan de camote que se puede comer de un bocado. La empresa Matsunaga Seika usa la variedad Annō Imo de la prefectura de Kagoshima para la pasta entre sus galletas, Shiruko Sando Satsumaimo, entre otra gran variedad de productos.
En el caso de las cafeterías, la firma Tully’s Café llevó a cabo un proyecto para dar a conocer los atractivos de los ingredientes japoneses de finales de agosto a finales de septiembre, adelantándose a la temporada con tres bebidas de temporada que incluían el Hokkori Oimo Latte, y dulces que llevan como ingrediente este tubérculo.
Hashimoto Ayuki dice que, tomando en cuenta el lanzamiento de nuevos productos y sus ventas, se puede decir que los camotes, considerados un artículo del otoño, ya se pueden disfrutar durante todo el año. Además asegura que se convertirán en un producto arraigado entre los consumidores, y superarán sin duda el periodo inicial de auge por moda.
(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: un camote o batata asado de la variedad Beniharuka – Pixta.)