Toriyama Akira: el genial ‘mangaka’ que cautivó al mundo con sus historias llenas de aventuras
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El mítico “kamehameha” imbuido del espíritu del shōnen manga
Se levantan ambas manos. En esta fase todavía no se ha concentrado la energía. A continuación, se mantiene una mano apuntando al cielo y se gira la otra en dirección a la tierra. Luego, mientras se cierra la distancia entre las palmas enfrentadas, se murmura “Ka... me...” y se condensa la energía latente de todo el cuerpo.
Aún no está listo. Es demasiado pronto para lanzarlo.
Las palmas deben estar ya en contacto entre sí. Se mantienen juntas en la cintura. Al hacer esto, se pronuncia: “Ha... me...”. La energía que fluye a través de ti está completamente bajo control. Tu cuerpo arde. Colocas una pierna detrás preparándote para el impacto. Entonces, con el grito de “Ha”, liberas toda tu energía a la vez hacia el objetivo.
Una técnica que, con demasiado ánimo, puede destruir hasta montañas... Es el kamehameha (onda vital en la traducción para España) ideado por el maestro Muten Rōshi, apodado Kame Sen’nin (Tortuga Duende, ídem).
Esta técnica aparece en el manga Dragon Ball (Bola de Dragón), y no sería exagerado decir que todo chico de cierta edad ha realizado ese movimiento al menos una vez en su vida. Yo también lo hice. El espíritu del shōnen manga que desborda Dragon Ball ha cautivado el corazón de los lectores con ímpetu y a gran escala por todo el mundo.
Toriyama Akira, el autor de esa obra maestra, murió de un hematoma subdural agudo el 1 de marzo de 2024. Tenía tan solo 68 años. La noticia de su repentina muerte dio la vuelta al mundo y dejó atónitos a aficionados y artistas por igual. Multitudes expresaron su más sentido pésame.
El sitio web oficial de la revista Shōnen Jump, donde Toriyama Akira debutó como dibujante de manga y serializó obras como Dr. Slump y Dragon Ball, publicó mensajes conmemorativos de personas cercanas al mangaka. Una de esas personas, Oda Eiichirō, creador de One Piece, dijo lo siguiente sobre los logros de Toriyama:
“Tomaste el testigo cuando se decía que leer manga le volvía a uno tonto. Fuiste uno de aquellos que forjaron la época en la que adultos y niños por igual leían y disfrutaban con el manga. Nos enseñaste todo lo que podía hacer el manga. Me enseñaste a soñar que podía llegar a todo el mundo. Era como ver a un héroe abriéndose paso.”
La cuenta oficial en japonés de la Serie A, la liga italiana de fútbol de primera división, en la red social X (antes Twitter) también rindió homenaje a Toriyama con el mensaje:
“Ídolos de la infancia: el calcio (fútbol) y Dragon Ball”.
子供時代の憧れ:カルチョとドラゴンボール ❤️#セリエA pic.twitter.com/3DXI2AugV4
— レガ・セリエA (@SerieA_JP) March 8, 2024
El encuentro con un editor que se convertiría también en leyenda
Toriyama nació en la prefectura de Aichi en 1955. Desde niño le encantaba dibujar. Por aquel entonces había una tienda llamada Zugaya en la que un señor del vecindario enseñaba dibujo a los niños y organizó un concurso de ilustraciones de 101 dálmatas. Toriyama, que solo tenía unos seis años, vio allí los dibujos de Disney y se sorprendió de lo buenos que eran. Esto le animó a trabajar duro en su dibujo, que le valió un premio en ese concurso, algo que le hizo muy feliz. Su entusiasmo por la ilustración no hizo más que crecer desde entonces.
Fue un ávido lector de manga en la escuela primaria, pero al comenzar la enseñanza secundaria su interés se dirigió hacia las películas y series de televisión de acción real, incluidas las series japonesas de efectos especiales (tokusatsu) como Ultra Q y Ultraman, los spaghetti westerns y La guerra de las galaxias: “todo menos lo romántico”.
En Dr. Slump también aparecen diversos personajes inspirados en las obras de acción real, entre ellos uno parecido a Clint Eastwood en Harry el Sucio y otro sacado de Ultraman. La segunda obra de Toriyama fue una parodia de La guerra de las galaxias. Otra característica que siempre ha estado presente en la obra de Toriyama es que los elementos románticos son poco frecuentes.
Más tarde ingresó en un instituto con un departamento de diseño y, tras graduarse, encontró trabajo en una agencia de publicidad para dedicarse al diseño gráfico. Se pasaba los días haciendo horas extras dibujando ilustraciones con mucho entusiasmo, solo para que lo regañaran cuando llegaba tarde al día siguiente, pero la experiencia de poder comprender la “forma de las cosas” en los muchos folletos publicitarios que veía entonces, como los de calcetines o los de productos para bebés, le resultó útil más tarde para dibujar manga.
Toriyama dejó la agencia de publicidad al cabo de unos dos años, y el camino que eligió entonces para obtener ingresos fue presentar obras en la Shōnen Jump. En cuanto a la razón para ello, llegó a comentar: “No tenía nada de dinero en aquel momento, así que me presenté a los premios mensuales de la Jump persiguiendo el dinero del premio. Pido disculpas por mis motivos impuros”, dijo el propio Toriyama (Jump Style! vol.01 Todo sobre Toriyama Akira).
Su primer trabajo no fue seleccionado, pero el segundo llamó la atención de Torishima Kazuhiko, del departamento editorial de Jump. Torishima, que más tarde sería conocido como “el legendario editor de manga”, solo estaba en su segundo año en la empresa. Los dos jóvenes formaron un dúo y se propusieron debutar con la idea de crear una nueva obra.
Sin embargo, no fue un debut inmediato. En aquella época, era bien conocido el riguroso entrenamiento al que sometía el editor a Toriyama, con un número de páginas rechazadas que alcanzaba las 500 al año. Sin embargo, después de unos dos años, Toriyama había desarrollado sus habilidades en este medio y finalmente consiguió su primera serialización: Dr. Slump, que empezó a publicarse en 1980 y se convertiría en un gran éxito.
La obra es una comedia ambientada en un enclave idílico llamado Pueblo Pingüino. La protagonista es la niña robot Norimaki Arale, pese a que al principio el protagonista original iba a ser el científico que la desarrolló, Norimaki Senbei. Este cambio se hizo a sugerencia de Torishima, aunque Toriyama rechazó inicialmente la propuesta arguyendo que era “un manga para chicos”.
Al proceder del diseño gráfico, algunos consideraban que los dibujos de Toriyama tenían un estilo de ilustración no muy propio del manga, pero el mundo colorista y pop de su obra daba al lector una sensación de novedad.
Y los dibujos, que se consideraban cercanos a las ilustraciones, se convirtieron en algo positivo y cool cuando se imprimieron en camisetas, por ejemplo. Al transformarse sus dibujos en iconos de la cultura pop, su red de seguidores se extendió no solo entre los niños, sino también entre los adultos.
“¡Ncha!”, “¡Baicha!” y otras expresiones se convirtieron en palabras de moda que trascendieron la obra, y su popularidad creció hasta convertirse en un fenómeno social.
Dragón Ball se inspiró en el clásico chino Viaje al Oeste
Toriyama, que se convirtió en uno de los autores más populares de la Shōnen Jump, introdujo Dragon Ball tras un paréntesis de tres meses después del final de la serie Dr. Slump en 1984.
La obra, que empezaba inspirándose en Viaje al Oeste, tenía inicialmente el sabor de una road movie conmovedora. En ella los personajes viajan en busca de siete bolas esparcidas por el mundo para lograr que un dragón divino cumpla sus deseos.
Sin embargo, la historia acabó incorporando una dinámica de épicos combates y su popularidad creció exponencialmente. Toriyama, que en un principio era fan de Operación Dragón de Bruce Lee y de las películas de kung-fu de Jackie Chan, fue capaz de cautivar los corazones y las mentes de los lectores con sus escenas de acción.
Tras Dr. Slump, Dragon Ball se adaptó también al anime. Aunque la serialización del manga finalizó en 1995, la versión animada se emitió hasta 1997 y su popularidad se extendió en todo el mundo. En 2009, se estrenó una versión cinematográfica de acción real, Dragon Ball Evolution. La película recibió críticas mixtas, pero en 2013 se produjo una película de animación, Dragon Ball Z Kami To Kami (Dragonball Z: La batalla de los dioses), con la participación de Toriyama como creador original. La película recaudó aproximadamente 50 millones de dólares en la taquilla mundial, demostrando una vez más la grandeza de Toriyama como creador.
La popularidad de Dragon Ball sigue tan vigente como siempre. Se ha anunciado la emisión de una nueva serie, Dragon Ball DAIMA, a partir del otoño de 2024. El videojuego Dragon Quest, en el que Toriyama se encargó del diseño de personajes, también se ha convertido en una serie muy querida desde el primer juego en 1986, y actualmente está en desarrollo la 12.ª serie principal.
Crear obras recordando los sentimientos de la infancia
Horie Nobuhiko, redactor jefe de Shōnen Jump, comentó lo siguiente: “Las obras de Toriyama describen exactamente lo que los chicos quieren o lo que necesitan, de forma directa, sin tapujos ni sermones. Tienen un punto de vista que podría calificarse como la vía regia para una revista de shōnen manga”. (El mundo de Toriyama Akira: las obras de Toriyama de la vía regia del shōnen manga)
El autor de videojuegos Sakuma Akira, que tuvo contacto directo con el todavía joven Toriyama Akira cuando era crítico de manga, dijo de su impresión en aquel momento que sentía que el mangaka era “un niño mayor”, pero señaló que “es muy difícil mantener el sentimiento de niño”. (Bird Land Press, marzo de 1982)
Precisamente por eso, Toriyama fue capaz de tomar esa “vía regia” y allanar el camino para el shōnen manga. ¿Pero a qué nos referimos con esa expresión? Podríamos afirmar que se trata de la “aventura”.
La Guerra de las Galaxias, de la que Toriyama era fan, también era la historia de Luke, un joven sencillo que abandona su hogar y emprende un viaje lleno de aventuras. Lo mismo ocurre con Dragon Ball.
Eso es embarcarse en un viaje lleno de aventuras: descubrir un mundo nuevo donde conocerás a otra gente. Cuando pienso en ello, me emociono. Tales sentimientos estaban siempre presentes en las obras de Toriyama.
Cuando se le preguntó qué valoraba más al dibujar shōnen manga, respondió: “Básicamente, el entusiasmo y la emoción. Siempre recuerdo cómo me sentía de niño cuando dibujaba”. (Cómo entrenar tu cerebro de mangaka)
El entusiasmo y la emoción transmitidos por Toriyama serán legados también con sumo cuidado de ahora en adelante.
Por cierto, Toriyama también decidió la forma del kamehameha después de hacer él mismo varias poses cuando no había nadie cerca. Es solo un pequeño episodio en el contexto de sus enormes logros, pero es ese tipo de anécdota la que nos hace sentir de cerca la personalidad de Toriyama.
Fotografía del encabezado: retrato de Toriyama del año 1982 durante la serialización del Dr. Slump. Toriyama era conocido, entre otras cosas, por aparecer raramente en los medios de comunicación. (Jiji Press)
(Traducido al español del original en japonés.)
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