Los tesoros que envuelven los pañuelos ‘furoshiki’
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Un nuevo aire a los furoshiki
En nuestros días es común etiquetar a las personas y cosas según sus significados y funciones. Los furoshiki, que tienen una infinidad de usos, fueron reducidos a un símbolo de los ladrones o los que se fugan de noche en las telenovelas e historietas manga del periodo Shōwa (1926-1989). Esto sería como pensar que la papiroflexia origami solo sirve para hacer grullas. También existió una campaña que promocionaba retomar los furoshiki para reducir el uso de cosas desechables con el concepto de mottainai (es una pena tirar las cosas), pero imponer una idea preconcebida de estos pañuelos es un verdadero desperdicio. Es mejor dejar atrás estas ideas y aventurarse a lo desconocido.
Las infinitas posibilidades de envolver algo con una tela
No solo lo que se vende como furoshiki es un furoshiki. Los pañuelos, las bandanas, las bufandas y cualquier tela que se asemeje a un cuadrado y sea posible anudar sus esquinas se convierte en un furoshiki.
Pruebe a envolver algo con una tela de su gusto. Hay un sinfín de formas de anudarla. Deje que sus manos se muevan con libertad y sorpréndase con el resultado. Su impresión puede variar más por el color y el diseño de la tela que por la manera de hacer los nudos. Con una tela bonita, incluso una simple fiambrera envuelta lucirá mejor.
La textura es otro elemento importante. Elija una tela que le transmita alegría al verla y tocarla.
Si lo anuda cuidadosamente y la persona que lo lleva tiene confianza en su postura y mirada, cualquier furoshiki encierra un gran poder de convencimiento. Recuérdelo, usted es un reflejo del furoshiki.
Originalmente, los furoshiki se hacían uniendo retazos de tela de aproximadamente 35 cm. El tamaño mediano, llamado futahaba (el doble), medía 70 cm y el grande, mihaba (el triple), 105 cm. Es más fácil de utilizar si se trata de una tela que no es perfectamente cuadrada, sino con un lado vertical más largo, que no se extiende fácilmente.
En nuestros días los furoshiki no se hacen de retazos de tela, por lo que su tamaño es libre. En general, el grande mide unos 100 cm; el mediano, 70 cm; y el chico, 50 cm. Si va a hacer muchas compras o llevarlo puesto, utilice uno grande. Si va a dar un paseo corto, el mediano. Para guardar cosas pequeñas o utilizarlo como una bolsa dentro de un bolso, el tamaño pequeño es ideal.
Están hechos con telas de gran variedad como el algodón, lino, seda o fibras sintéticas como el poliéster o rayón. Si lo va a usar cotidianamente, es recomendable que sea de algodón o lino, ya que se pueden lavar fácilmente. Hay una infinita oferta de colores y diseños. Algunos son tejidos en telar, teñidos, tienen impresos, bordados o están hechos de retazos patchwork.
Un estilo sin forma fija que envuelve cualquier cosa
En las bolsas no se puede llevar algo que supere sus dimensiones. Por el contrario, si mete una pequeña fiambrera en una bolsa grande, no tendrá estabilidad. Los furoshiki, por su parte, se adaptan libremente al contenido y admiten todo. Si uno no es suficiente, puede anudar otro más.
El furoshiki no es un molde en el que se introducen cosas. Es flexible y uno puede tener la tranquilidad de que siempre regresará a su tamaño original. Si deshace los nudos, vuelve a ser un pedazo de tela. Puede intentar darle forma un sinnúmero de veces sin miedo a equivocarse. Existen distintas formas de anudarlo dependiendo de los contenidos y las situaciones.
¿Los furoshiki equivalen a las bolsas ecológicas?
En años recientes utilizar los furoshiki como bolsas ecológicas está en boga. Esta es una de las infinitas posibilidades de los furoshiki. Existen muchas formas de anudarlos para hacer bolsas para la compra. La más sencilla es anudar las puntas contiguas. Solo debe tener cuidado con los nudos verticales en forma de cruz, ya que no son muy fuertes. Si lo utiliza como bolsa y lleva muchas cosas, es mejor que haga dos asas. Si son pocas, con una es más fácil de cargar.
No pretendo asegurar que los furoshiki son mejores que las bolsas ecológicas en venta. Pero si los combina puede alargar las asas de una bolsa, reforzarla o decorarla. Es decir, los nudos pueden aumentar sus funciones.
La magia de la infinita variedad
Las principales funciones de los furoshiki se pueden dividir en “envolver”, “hacer bolsas”, “llevar a cuestas” y “vestir”. Si envuelve algo, cuide que el contenido no se mueva. Las bolsas sirven para meter y sacar cosas. En ambos casos, si se alarga la forma puede llevarlo al hombro o en la espalda.
Además, también puede usarlo como sombrero, chaqueta o falda que se envuelve. Lo que hasta el momento anterior era una bolsa ecológica se puede convertir en algo para protegerlo del frío con un simple cambio de nudos.
Los guantes tekkō protegen del frío en invierno y, durante el verano, de las quemaduras del sol. También son populares como parte del disfraz de ninja de los niños. Después puede deshacerlos y volverlos a utilizar en su vida cotidiana sin desperdiciar nada.
Si lo dobla en diagonal conseguirá una forma alargada y angosta que se asemeja a una cuerda. De esta forma puede usarlo como fajilla de un yukata. No se desanuda fácilmente y tiene funciones prácticas como introducir un pañuelo en los pliegues y usarlo como bolsillo.
No lo piense demasiado
Si corta una tela y le da una forma, esto limita su función. Un furoshiki de forma cuadrada tiene magia para transformarse en cualquier cosa. Existen muchas formas de anudarlo, pero no necesita aprenderlas todas. Con un nudo como el que se usa en las fiambreras puede envolver casi cualquier cosa, solo necesita ajustarlo según la situación. Si en las esquinas hace nudos pequeños puede conseguir un asa. También puede torcerlo. Las puntas que no use puede anudarlas. Podría parecer difícil, pero son combinaciones sencillas. Si se acostumbra a anudarlo de forma cotidiana cuando va de compras, podrá crear muchas formas.
Ni “envolver” ni “amarrar”, sino “abrazar”
A primera vista, los furoshiki sencillos y fáciles pueden parecer inseguros. Sin embargo, gracias a que los nudos jalan su fuerza en direcciones contrarias, son más fuertes que si estuvieran pegados. No solo empapelan como las envolturas, ni solo amarran como las cuerdas. Los furoshiki envuelven y amarran, es decir que abrazan con fuerza y delicadeza.
El furoshiki es una extensión de un abrazo con las extremidades y el cuerpo. Dependiendo de la dureza de los nudos, cómo lo lleve o cargue y cómo camine, puede cambiar la facilidad de su uso. El furoshiki no se completa por sí solo, siempre es una combinación entre el pañuelo y el cuerpo.
Si no tiene idea de cómo anudarlo, pruebe cómo llevar ese objeto con las manos. Después, sustitúyalas por el furoshiki. Si parece que sus manos son suficientes, no necesita usarlo. Si cuenta con ayuda, tampoco necesita cargar todo usted solo. El furoshiki es un refuerzo cuando se presenta un problema o no cuenta con ayuda.
Llevar un furoshiki invita a la comunicación
Según la época, existen diferentes teorías sobre el origen de la palabra furoshiki. Antiguamente se usaba para sentarse en los baños de vapor. En el periodo Edo (1603-1868) hacía referencia a una tela en la que se llevaba lo necesario para los baños públicos. Por supuesto que también se utilizaba para cargar cosas en viajes, negocios y fuera de los baños públicos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la gente de a pie en Edo llevaba a cabo sus tareas cotidianas con las manos vacías. En esa época casi todo se encontraba dentro del mismo barrio y, para llevar cosas pequeñas, eran suficientes las mangas y la fajilla del kimono o la toalla tenugui. Pero cuando iba a los baños públicos llevaba una muda de ropa envuelta en un furoshiki.
En nuestro tiempo, la mayoría de las personas se traslada largas distancias para ir al trabajo o la escuela. No hay conocidos alrededor. Si lleva en su bolso un furoshiki doblado, puede serle de utilidad y brindarle seguridad en caso de emergencia. Si aumenta el volumen de cosas que lleva, puede hacer una segunda bolsa y, si pesan, puede cargarla en la espalda. También lo puede usar para protegerse de la lluvia y el frío y, en los desastres, para cubrirse la cara o la cabeza. Si lo dobla diagonalmente, puede usarlo como una cuerda.
En la actualidad hay un sinnúmero de instrumentos o utensilios sumamente específicos para una tarea. Pero si se deshace de ellos y opta por un furoshiki, quizá pueda aspirar a una vida sencilla.
No obstante, ya que los furoshiki son muy prácticos, es fácil que queramos hacerlo todo solos. De ser posible, es mejor una sociedad en la que todos cooperemos. Ayude a cargar cosas pesadas en la espalda, si ve alguien que tiene frío, présteselo para cubrirse. Me gustaría que de ahora en adelante los furoshiki sirvan para ayudar a las personas y no solo para explotar su función física. De un pedazo de tela puede surgir comunicación y amistades. Ese es el verdadero tesoro que envuelven los furoshiki.
Fotografías del encabezado e interiores cortesía del autor.
Modelo: Takino Asami (Furoshiki Girl)
(Traducido al español del original en japonés.)