El manga y el anime japonés de ayer y de hoy
Las claves del éxito de ‘The First Slam Dunk’
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Una obra maestra dentro de la historia del manga
Incluso en el mundo del manga, del que han surgido numerosas obras maestras, hay “obras históricas” que destacan aún más. El manga Slam Dunk, de Inoue Takehiko, es una de esas obras que todo el mundo reconocería como tal.
En diciembre de 2022 se estrenó la versión cinematográfica de la película de animación The First Slam Dunk, dirigida y guionizada por el propio Inoue. La película se convirtió en un gran éxito en Japón y en mayo de 2023 ya había recaudado más de 13.800 millones de yenes en taquilla, y ha atraído también a muchos fans en China y Corea del Sur.
En China en particular, las audiencias superaron a las de Japón y Corea del Sur. Más de 2.908.000 personas vieron la película en el día de su estreno, y cuatro días después había superado los 10 millones de espectadores.
Su popularidad ha atraído la atención del mundo de la política, y el embajador chino en Japón, Wu Jianghao, llegó a mencionar Slam Dunk en una rueda de prensa en el Club de Prensa de Japón. El tono del embajador había sido duro primero, reflejando las actuales tensiones geopolíticas entre China y Japón, pero su expresión se suavizó cuando mencionó la obra, y dijo que era “muy popular en China e incluso más popular que en Japón”.
El manga Slam Dunk se publicó por entregas en la revista Shōnen Jump a partir de 1990. El protagonista es Sakuragi Hanamichi, un chico pelirrojo un poco gamberro que se matricula en el instituto Shōhoku. Allí conoce a una chica llamada Akagi Haruko, que lo recluta para unirse al club de baloncesto.
Al principio, no le gustaba la práctica básica y abandonó las actividades del club, pero pronto descubrió lo divertido que era y tomó conciencia de sí mismo como “basketman”. Desde ese momento, se dedicó a practicar por el bien de sus compañeros y, sobre todo, para ganar a sus rivales.
La obra no solo lo describe a él, sino también el desarrollo positivo de los estudiantes de instituto a través del baloncesto. La historia, además de ser extraordinariamente agradable como entretenimiento, tiene un mensaje universal que conmoverá los corazones de cualquiera que la lea.
Veamos algunos ejemplos:
“La gente puede cambiar“
El protagonista, Hanamichi, empieza por fin a jugar al baloncesto tras ingresar en el instituto. Al principio es ridiculizado por ser un “novato”, pero pronto es reconocido como un atleta y un jugador necesario para el equipo.
Hanamichi no está solo. Akagi Takenori, que lidera Shōhoku como capitán, era técnicamente inmaduro en su primer año, e incluso Mitsui Hisashi, que en un momento dado intentó que se suspendiera la participación en partidos del equipo de baloncesto, cambió su actitud. Otros, como el entrenador Anzai Mitsuyoshi, se transformaron de “demonios” en líderes semejantes a Buda cuando maduraron.
“Aunque uno tenga mucho talento, no está libre de sentir frustración”
Hanamichi pudo crecer porque era un “genio” con las raras cualidades de un cuerpo superdotado y capacidad atlética. Sin embargo, en la vida no todo es el talento natural. Algunos jugadores, como Mitsui, fracasan por su talento, mientras que otros, como Miyagi Ryōta, utilizan su pequeña estatura como arma.
“Los reveses y la lucha fortalecen a las personas”
Perder nunca es algo de lo que avergonzarse. Superar la derrota y las dificultades hace a las personas más fuertes. Incluso el rival de toda la vida de Hanamichi, el genio Rukawa Kaede, bendecido con todo, creció aún más al chocar contra un muro. Sin embargo,
“Si te rindes, se acabó el partido”
Los lectores se tomaron a pecho estos mensajes, y Slam Dunk se convirtió en algo más que un éxito: se convirtió en una “experiencia común de la época”, por así decirlo, y en una obra que ha recibido apoyo durante mucho tiempo.
“¡Entrenador Anzai! Quiero jugar al baloncesto...”
Frases y escenas famosas de la película se han extendido más allá de la obra y se han llegado a citar en diversas situaciones, igual que ocurre con el mítico “Yo soy tu padre” de La guerra de las galaxias.
El número total de ejemplares de la serie en Japón supera los 120 millones (sitio web oficial de la película The First Slam Dunk). La serie también cuenta con un gran apoyo en el extranjero y tiene seguidores entre los jugadores de la NBA, como los hermanos Robin y Brook Lopez, pero especialmente en China, donde la versión animada se convirtió en un gran éxito en la década de 1990 y se dice que es legendaria.
Un mensaje realista exclusivo de ‘Slam Dunk’
¿Por qué es tan querida esta historia? ¿Qué hay en la sociedad moderna que no esté presente en el mundo de Slam Dunk? Es Internet. La escena de la historia tiene lugar a principios de los 90, así que, por supuesto, no hay smartphones ni redes sociales. Incluso Aida Hikoichi, del instituto Ryōnan, al que le encantaba decir “Tengo que verificarlo”, habría tenido que viajar a los otros institutos para echar un vistazo a sus jugadores.
Así, en la película The First Slam Dunk, el “medio” a través del cual los personajes recuerdan el pasado son cosas analógicas como una revista, una fotografía o unas zapatillas viejas de baloncesto. Y el medio para transmitir mensajes importantes eran las cartas manuscritas.
Para empezar, los protagonistas son un grupo de chicos sinvergüenzas y problemáticos que no son muy elocuentes. Son del tipo de personas que hablan a través del juego más que de las palabras. Por eso, si vivieran en la época actual, es posible que no se les diera bien comunicarse y todo lo que pudieran hacer sería jugar al baloncesto. En el manga original, sus jugadas apabullantes se representaban con un impacto nunca visto. En la versión cinematográfica, se mueven a un ritmo trepidante y muestran imágenes que ni siquiera pueden verse en el deporte real, sino solo en la animación.
La sociedad moderna rebosa palabras. Las relaciones humanas también se han hecho más fáciles de visualizar gracias a las redes sociales. Esto es un progreso y algo bueno, pero el avance del mundo virtual es tan rápido que las contradicciones a veces pueden confundir a la gente.
En la película The First Slam Dunk, en cambio, el sudor salpica, se nota el calor del aliento y el cuerpo está en movimiento. Los espectadores no tienen más remedio que ver los partidos con la conteniendo la respiración y observar la acción con los ojos. Esta película recuerda a los antiguos aficionados el atractivo de ese “realismo” y lo transmite a los nuevos.
Otra cosa. En el Japón de entonces, el baloncesto no era un deporte tan importante como el béisbol. Para ser francos, aún era un campo menor sin explotar. En la sociedad actual, sobrecargada de información, la probabilidad de acierto podría haberse juzgado como “baja” tras una investigación preliminar de mercadeo.
Sin embargo, Inoue, que era aficionado al baloncesto, lo tomó como tema, lo que dio lugar a un éxito de taquilla mundial (Inoue creó la beca Slam Dunk en 2006 para retribuir al baloncesto cuando el número de ejemplares de Slam Dunk superó los 100 millones).
“Quiero dibujar el baloncesto…”
Es esa pasión, más que el sentido común, la que cambia el mundo. Tal mensaje puede ser también una de las posibles razones por las que “Slam Dunk” gusta tanto.
Fotografía del encabezado: The First Slam Dunk se representa desde una perspectiva diferente a la de la historia original. En la imagen principal, Sakuragi Hanamichi, que interpretó originalmente el papel protagonista, aparece en el extremo derecho. © I.T.PLANNING,INC. © 2022 The First Slam Dunk Film Partners