Los originales carteles japoneses para fomentar los buenos modales en el tren
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La peculiar etiqueta ferroviaria japonesa
Los trenes japoneses son tan puntuales que incluso los retrasos de un minuto se anuncian a bordo. La seguridad también suele ser excelente, apenas se cuentan problemas con el equipaje y cualquiera puede dormir con tranquilidad durante el trayecto. Muchos visitantes internacionales valoran positivamente estas características de comodidad y seguridad, aunque algunas normas pueden causar cierta confusión a quienes no estén acostumbrados a ellas.
Por ejemplo, se supone que la gente debe abstenerse de utilizar teléfonos dentro del tren o el autobús, algo que no es habitual en otros países. También hay normas locales propias de las zonas urbanas de Japón, donde es frecuente que los trenes estén abarrotados. La gente hace cola en los andenes y espera para subir, dando prioridad a los que bajan y dejando libre la zona cerca de las puertas. Incluso dentro del tren, los que están cerca de la puerta, aunque no vayan a bajar, salen al andén para garantizar que otros pasajeros pueden apearse sin problema.
En primer lugar, los buenos modales son una muestra de consideración por los demás y no están definidos por leyes o reglamentos. Hay ciertas cosas en concreto que no se consideran apropiadas en los lugares públicos.
Para conocer los modales que valoran los usuarios del ferrocarril, son útiles las estadísticas de la Asociación Japonesa de Ferrocarriles Privados, de la que forman parte 72 empresas ferroviarias privadas de todo el país.
Clasificación de los 10 peores comportamientos molestos en estaciones y trenes (2022)
1 | Forma de sentarse (ocupar más de un asiento, estirar las piernas) | 34,3 % |
2 | Conversaciones estridentes y alboroto | 33,9 % |
3 | Modales al subir y bajar (bloquear la puerta) | 27,0 % |
4 | Forma de llevar y colocar el equipaje (llevar la mochila a la espda, ponerla en el asiento) | 24,0 % |
5 | Toser o estornudar sin tener en cuenta el entorno | 22,3 % |
6 | Uso de teléfonos inteligentes y otros dispositivos (usarlo en zonas congestionadas, con sonido, etc.) | 18,7 % |
6 | Dejar basura, botellas de plástico, etc. | 18,7 % |
8 | Usar el tren en estado de embriaguez | 15,9 % |
9 | No respetar las normas de los asientos prioritarios | 14,4 % |
10 | Que se filtre el sonido de los auriculares | 13,7 % |
Creado por nippon.com a partir de los datos de la Asociación Japonesa de Ferrocarriles Privados (3.305 encuestados, hasta tres respuestas múltiples).
Las principales molestias son casi las mismas todos los años, aunque la clasificación puede fluctuar. La mayoría de los encuestados afirma “no moverse de la zona de la puerta al subir y bajar del tren”, mientras que los porcentajes de “subir sin esperar a que otros bajen” y “no respetar la cola” son bajos, lo que sugiere que subir al tren haciendo cola se ha convertido en una práctica habitual.
En 1999, cuando se realizó por primera vez la encuesta, el “uso del teléfono móvil” era el motivo número uno. Desde entonces, los teléfonos inteligentes han tomado el relevo siempre en los primeros puesto, pero la proporción de “voces y tonos de llamada”, que solía ser el principal motivo, ha descendido, y “andar mirando el teléfono” es ahora mayoritaria. Esto se considera ahora no solo una molestia, sino también un comportamiento peligroso.
“Toser o estornudar sin tener en cuenta el entorno” ocupó los primeros lugares por cuarto año consecutivo. Además, en una encuesta sobre conductas que llaman la atención al utilizar los trenes durante la crisis del nuevo coronavirus, realizada en 2022, muchas respuestas se referían a tres cuestiones estrechamente relacionadas, como “no llevar mascarilla”, las “conversaciones de la gente a mi alrededor”, la “ventilación en el tren” y la “distancia con la persona que tengo al lado”. No se consideran molestias, pero deben tenerse en cuenta para evitar problemas innecesarios.
Gran acogida en el extranjero de los carteles ukiyo-e de Seibu
Las compañías ferroviarias privadas utilizan los resultados de los cuestionarios para mejorar sus servicios. Los carteles de concienciación sobre modales que se exhiben en estaciones y trenes forman parte de ello, y recientemente se ha hecho un número cada vez mayor de ellos pensando en los visitantes extranjeros a Japón.
La serie Ilustraciones de las molestias en un tren, producida por Seibu Railway en 2016, fue popular también en el exterior. En ella se representan escenas irritantes en los trenes con ilustraciones de toque ukiyo-e en las que aparecen actores de kabuki y oiran (cortesanas).
La obra creó un revuelo en las redes sociales, con consultas preguntando si había postales disponibles, y hubo una solicitud de una academia taiwanesa para su inclusión en sus materiales de enseñanza de japonés. En 2019, la obra se expuso en el Victoria and Albert Museum del Reino Unido presentada como “una maravillosa armonía entre el Japón tradicional y el Japón actual”.
La estrategia de la empresa de “ampliar el objetivo del público infantil convencional y apostar por un diseño que fuera reconocible al instante por los turistas internacionales” ha dado sus frutos.
El Metro Metropolitano atrae las miradas con excelentes ideas
Además del inglés, la Oficina de Transporte Metropolitano de Tokio, que gestiona el metro en la capital, también añade traducciones en chino simplificado y coreano.
En 2017, cuando la empresa empezó la iniciativa multilingüe, su serie Museo global de los buenos modales, con parodias de cuadros famosos, se convirtió en un tema candente. Son tan lúdicas que cuesta creer que se trate de una empresa pública, como El grito, de Munch, utilizado en la escena en la que un pasajero se quedó atrapado en la puerta al intentar subir a toda prisa, o La joven de la perla, de Vermeer, que sujetaba su mochila por delante para no molestar a los demás pasajeros.
Otros carteles únicos y fáciles de entender son la serie “Es tan… como…”, que utiliza metáforas imaginativas para describir situaciones que se dan en las estaciones y en los trenes.
El histórico Metro de Tokio tiene un diseño sofisticado
Metro de Tokio, que cuenta con el mayor número de pasajeros de todas las compañías ferroviarias privadas, lleva medio siglo exhibiendo carteles mensuales de etiqueta desde 1974, durante la época del metro de Eidan. Uno de los primeros carteles más conocidos fue El monopolizador (1976), creado por el maestro del diseño gráfico Kawakita Hideya. Se trata de una parodia de la película El Dictador, en la que Chaplin ocupa un asiento con las piernas abiertas.
El énfasis en los eslóganes pegadizos que cautivan los corazones y las mentes de los usuarios, más que las advertencias autoritarias, se ha trasladado a la creación de los modernos carteles de buenos modales.
Un buen ejemplo es la serie ¿Cómo de buenos son tus buenos modales? (2016), que incorpora tipografía. El mensaje visual con un único kanji se ideó porque transmite con sencillez el mensaje de forma instantánea y despierta el interés de los visitantes internacionales.
La serie de 2018, GOOD MANNERS, GOOD TOKYO! tiene un punto de vista interesante. La serie capta escenas cotidianas en los vagones desde el punto de vista de los visitantes extranjeros en Japón, y les pide que “practiquen los modales de Tokio, de los que podemos enorgullecernos ante el mundo”.
Mensajes que calan en todo tipo de pasajeros. Las empresas ferroviarias siguen perfeccionando sus diseños y eslóganes para adaptarlos a los nuevos tiempos y mejorar los buenos modales.
(Traducido al español del original en japonés. Reportaje y artículo de la redacción de nippon.com.)