Canciones de éxito en la era Reiwa: de internet a lo más alto del pop japonés
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Las ventas de CD no son lo único que determina el éxito de una canción
La industria de la música pop japonesa se transformó completamente en 2021.
Hasta mediados de la década de 2010, era difícil saber qué se consideraba una canción de éxito en el panorama musical de Japón. La industria de la música japonesa había vivido su mejor época hasta finales de la década de 1990. Sin embargo, posteriormente, el mercado se estancó durante más de diez años. A pesar del descenso del número de copias que se vendían, los discos seguían dominando el mercado. Una técnica para aumentar las ventas era que la compra de un disco conllevara el privilegio de darles la mano a las integrantes de los grupos de idols, de ahí que se convirtiera en una tendencia general que los seguidores de estas bandas adquirieran varias copias de un mismo CD. Consecuentemente, grupos como AKB48 dominaban la lista de ventas de Oricon. Esto, a su vez, hizo que lo que reflejaban las listas de ventas de discos y las canciones de éxito reales no siempre coincidieran.
Sin embargo, la generalización de los servicios de reproducción de música en continuo (streaming) cambió por completo la configuración de las listas de éxitos: que un tema se considerara un éxito dejó de depender del número de copias vendidas del CD que lo incluyera y pasó a basarse en el número de reproducciones que tuviera en los servicios mencionados. Además, otra cosa que se normalizó es que hubiera canciones de moda que ni siquiera habían salido a la venta en un disco. Por consiguiente, en la década de 2020 comenzó a calar hondo un criterio nunca visto hasta entonces.
En este contexto, la lista de Oricon ya no es lo que era. En su lugar, la lista Billboard JAPAN HOT 100 va cobrando cada vez más relevancia en lo que se refiere a los nuevos éxitos de la música en Japón. Para elaborar esta clasificación de canciones, se tienen en cuenta tanto las copias vendidas de un disco, como la cantidad de descargas y de reproducciones en continuo, el número de veces que se ha escuchado en la radio y que se ha reproducido un vídeo, entre otros factores. Desde la segunda mitad de la década de 2010, se piensa que es este ranking, y no el de Oricon, el que mejor refleja las tendencias musicales en el país. Asimismo, aparece con mayor frecuencia en los periódicos y en la televisión como lista de éxitos.
YouTube y TikTok: los principales frentes
Basta con echarle un vistazo a la recopilación anual de la lista Billboard JAPAN HOT 100 correspondiente a 2021 para saber cuáles son las canciones de más éxito en el pop japonés. Estos son los diez primeros puestos:
1.º | Yūri, Dry flower |
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2.º | BTS, Dynamite |
3.º | YOASOBI, Yoru ni kakeru |
4.º | LiSA, Homura |
5.º | YOASOBI, Kaibutsu |
6.º | BTS, Butter |
7.º | Ado, Ussēwa |
8.º | YOASOBI, Gunjō |
9.º | Suda Masaki, Niji |
10.º | Eve, Kaikaikitan |
Lo primero que salta a la vista es el éxito de YOASOBI.
YOASOBI es el dúo creado por los artistas Ayase e Ikura en 2019 con la idea de “convertir novelas en canciones”. Consecuentemente, todas sus canciones están basadas en una historia original. La creación de este dúo tiene su origen en monogatary.com, una página web gestionada por Sony Music en la que publican novelas e ilustraciones. La canción con la que debutaron, Yoru ni kakeru, se compuso a partir de una novela que ganó un concurso organizado por dicha página. El vídeo musical del tema, que se difundió en YouTube, tuvo tanto éxito que YOASOBI participó por primera vez en el programa Kōhaku Uta Gassen, de la NHK, en 2020. Por otra parte, Ayase tiene su propio proyecto, enmarcado en el género Vocalo-P, y se dedica a subir a internet vídeos en cuya producción utiliza el programa sintetizador de voz Vocaloid. Así pues, podría decirse que músicos como estos son un claro exponente de que vivimos una época caracterizada por el surgimiento de estrellas de la música en un horizonte que nada tiene que ver con los programas de televisión y las agencias de representación de artistas.
El éxito del dúo no había hecho más que empezar: en 2021 sacaron dos canciones, Kaibutsu, cabecera de la serie de animación BEASTARS, y Mō sukoshi dake, cabecera del programa de información Mezamashi TV. En ambas son fieles al concepto con el que se creó el dúo —“convertir novelas en canciones”— y demuestran su amplitud de miras, puesto que son capaces de crear tanto temas frescos como oscuros. La colección de novelas en la que se basaron fue todo un éxito de ventas, mientras que el vídeo musical, que incluye animaciones, tuvo cientos de millones de reproducciones. Ayase e Ikura aparecen en programas de televisión y radio con asiduidad y han demostrado ser dos personas sumamente cercanas, algo que también podría tener que ver con su presencia habitual en las listas de éxitos. En diciembre de 2021 dieron su primer concierto con público, en el Budōkan. Su popularidad aumentó y, como vemos, tres canciones suyas —Yoru ni kakeru, Gunjō y Kaibutsu— se colaron entre las diez más exitosas del año.
El mayor éxito musical de 2021 fue Dry flower, de Yūri. Este cantautor, que había comenzado seriamente su carrera musical dos años antes, consiguió el éxito en muy poco tiempo. La fama le llegó al darse a conocer en redes sociales como TikTok e Instagram, así como en YouTube, subiendo vídeos suyos en los que interpreta, guitarra en mano, versiones de otros artistas. En diciembre de 2019 dio a conocer su primera canción original, Kakurenbo, un tema de música independiente con una melodía y una letra que expresaban los sentimientos delicados del amor; tuvo tal repercusión en TikTok que lo llevó hasta donde está hoy.
Su debut en condiciones llegaría en agosto de 2020, con la canción Peter Pan; dos meses después le siguió Dry flower. A diferencia de Kakurenbo, que cuenta una historia de desamor desde el punto de vista de un hombre, en esta canción se relata lo que ocurre después, pero desde la perspectiva de la mujer en cuestión y con una letra desgarradora. Se volvió muy popular gracias a que se canta mucho en los karaokes, entre otros lugares. El cantautor volvió a ocupar las listas de éxitos en muchas ocasiones durante 2021, con temas como Shutter y Betelgeuse. Aunque en 2020 hubo muchos cantautores a los que les llegó su oportunidad de triunfar en la música tras alcanzar la fama en TikTok, puede decirse que, en el caso de Yūri, ha sido su verdadera capacidad como artista lo que ha derivado en el apoyo que sigue recibiendo.
Productos de la cultura de internet
Del mismo modo, a Ussēwa, el tema con el que Ado debutó en octubre de 2020, se lo puede considerar uno de los éxitos más representativos de 2021. Esta cantante, que había hecho sus pinitos subiendo a internet versiones de otros artistas con Vocaloid, recibió una gran acogida por parte del público por su talento para la canción y es muy conocida entre varias generaciones a pesar de haber decidido permanecer en el anonimato y no enseñar la cara nunca. El propio título de la canción —Ussēwa podría traducirse como “cállate”— forma parte de las letras provocadoras de la misma y estuvo entre las finalistas a expresión más popular del año.
El cantautor Eve, cuya canción Kaikaikitan —cabecera de la serie de animación Jujutsu Kaisen: Guerra de hechiceros— ha sido todo un éxito, también empezó su carrera musical con Vocaloid. Al igual que Ado, permanece en el anonimato y colabora con artistas del mundo de la animación para sus vídeos musicales, de una calidad tan buena que es uno de los motivos por los cuales se ha hecho tan famoso.
Además, su popularidad empieza a traspasar fronteras: Kaikaikitan, de Eve, ocupó el primer puesto en la lista de Spotify que incluye las diez canciones de artistas japoneses más escuchadas en el extranjero en 2021. Dicho sea de paso, YOASOBI apareció en la clasificación con dos canciones, Yoru ni kakeru y Kaibutsu, en el tercer y el décimo puesto, respectivamente. De hecho, ocupó el primer lugar en la lista de los artistas japoneses con el mayor número de reproducciones en el extranjero en 2021.
LiSA, que cada vez tiene más seguidores fuera de Japón tras hacerse famosa con Gurenge —el tema principal de Kimetsu no Yaiba (Guardines de la noche o Demon Slayer)— y Homura, es el principal exponente de que no son pocos los artistas que, a partir de temas principales de series o películas de animación, han creado canciones de éxito que traspasan fronteras. En este contexto, la novedad que representan Eve y YOASOBI reside en que, desde su mismísimo debut, colaboran con ilustradores y profesionales especializados en la elaboración de vídeos y dan a conocer sus canciones a través de videoclips que fusionan la música y el mundo de la animación. Zutto Mayonaka de Ii no ni (ZUTOMAYO) y Yorushika son dos ejemplos más de que en el panorama del pop japonés hay una nueva tendencia marcada por los artistas que tienen éxito de esta forma.
Por otra parte, una de las principales peculiaridades de la cultura de internet de la década de 2020 es la revitalización de la comunidad de animación independiente mediante la publicación de creaciones individuales en YouTube. En 2021 se celebró el primer festival de animación independiente de Japón, Project Young, cuyo tema principal es obra de Eve.
YOASOBI, Yūri, Ado e Eve, entre otros, tienen en común el haber tomado las riendas de lo más alto del pop japonés sin pasar por el sistema tradicional —los medios de comunicación de masas y el mundo del espectáculo—, ya que son producto del talento de la cultura de internet. Además, la “reacción química” resultante de combinar manifestaciones y medios culturales tan dispares como las novelas, la animación y la música se ha convertido en el motor de las canciones de éxito. De este modo, estaríamos ante una de las principales tendencias del pop japonés de la era Reiwa.
Imagen de la cabecera: una mujer escucha una canción de éxito (Aflo).
(Traducción al español del original en japonés)