¿Cómo se dice “yo” en japonés?

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En japonés existen varias formas para enunciar el pronombre de la primera persona del singular. Watashi, boku o atashi son algunos de ellos, y cada cual refleja un matiz distinto sobre el hablante o su contexto. La profesora Narita Mizuho, experta en traducción literaria, profundiza en esta materia.

En la universidad donde trabajo, imparto clases y talleres de traducción de obras literarias del español al japonés. En ellas a veces les pregunto a los estudiantes cuál es la palabra japonesa más adecuada para traducir el primer “yo” que aparece en las novelas escritas en español. Inicialmente mis alumnos se muestran perplejos ante la pregunta porque desde que empezaron a aprender el idioma español no han tenido duda alguna de que el “yo” equivale al “watashi” del japonés como palabra traducida. Por una parte ellos tienen razón ya que los dos pronombres, “yo” y “watashi”, tienen como función indicar al hablante. Sin embargo, el simple cambio del “yo” al “watashi” puede resultar inadecuado en el acto de la traducción literaria.

Este primer “yo” original no tiene ninguna información sobre sí mismo, mientras que el pronombre japonés “watashi” sí que indica más cosas sobre el hablante. Lo curioso es que de esta diferencia de los pronombres de las dos lenguas, aun siendo nativos de japonés, nos damos cuenta por primera vez en el momento de traducir las obras literarias. Y esto es uno de los puntos más difíciles e interesantes de la traducción literaria al japonés. Entonces, ¿cuál es la razón por la que el “watashi” se diferencia tanto del “yo” español?

Watashi, boku, atashi: la primera persona del singular en japonés

La respuesta parece muy simple: en el japonés hay una amplia variedad de vocablos que significan “yo”, el hablante. En el Gran diccionario japonés de sinónimos existe una entrada para “watashi” que significa “yo” en español y además podemos encontrar más de 15 sinónimos de este pronombre personal. Este término “watashi”, que sirve de entrada, es el más estándar y podemos decir que conlleva menos matiz, por lo que, tanto en la enseñanza del español para japoneses como en la del japonés para españoles se explica que el “yo” es el “watashi” en japonés.

Los demás sinónimos de “watashi” como “boku”, “ore” o “atashi” etc., también significan “yo”, el hablante, y cada uno tiene limitaciones en el uso como: el sexo, el estatus social del hablante, la situación en la que se utiliza o el grado de cortesía hacia el oyente, etc. Entre los sinónimos que aparecen en este diccionario hay algunos que suenan ya desfasados en el japonés actual y no se usan en las conversaciones habituales, pero dentro del contexto de las obras de ficción como la literatura, el cine o el anime, los autores eligen uno entre todos ellos como el más adecuado para cada personaje o narrador considerando todos los matices que incorpora.

Un samurái de las novelas históricas, por ejemplo, se referirá a sí mismo con el término “sessha” y un señor mayor en un anime usará la palabra “washi”. Este tipo de elección del pronombre se aplica también a la traducción literaria. Los traductores tienen que elegir con cuidado la palabra japonesa para el “yo” de cada personaje porque en japonés no tenemos un pronombre personal de sujeto que abarque todas las posibilidades. Al poner un pronombre concreto ya se da al lector cierta información sobre el personaje.

El pronombre personal japonés que indica al hablante se elige también según la relación que este tenga con el oyente, por lo que se ve con frecuencia el caso en que un mismo personaje, o incluso una persona real, tiene varias maneras posibles para referirse a sí mismo y escoge la más adecuada para cada situación. Al hablar con un amigo íntimo o con un desconocido usará un pronombre diferente en cada caso y, según cambia la mentalidad de ese mismo hablante, puede ocurrir que haya un relevo de pronombres.

Podemos observar ejemplos de esto en la traducción del Quijote al japonés y en una obra del escritor Murakami Haruki. En el prólogo de la primera parte del Quijote, en una de las traducciones japonesas, Cervantes se refiere a sí mismo con “watashi” hacia el lector y con “boku”, que indica que se trata de una situación informal, hacia un amigo suyo. Por supuesto que no hay ninguna diferencia léxica en la versión original, pero el traductor escogió los términos diferentes para que fuese más clara la situación en la que estaba Cervantes. En la novela Los años de peregrinación del chico sin color de Murakami, el protagonista, Tsukuru, se refiere a sí mismo con el término “boku” al hablar con sus viejos amigos o con su novia, pero en los monólogos utiliza “ore”, que da mayor impresión de intimidad y privacidad.

El matiz detrás de cada pronombre en japonés

Es posible que piensen ustedes en este punto que acaso los japoneses tenemos cierta tendencia a ser esquizofrénicos, pero por supuesto que no. De este concepto de la diversidad que contiene una persona o de su idea hermana de la inexistencia del “verdadero yo” ya se discutió mucho en el contexto de la posmodernidad occidental. En Japón también hay filósofos que niegan una personalidad única y fija, y sostienen el concepto del “yo, que no soy nada” que contiene todas las posibilidades dentro. Pero a diferencia de los idiomas occidentales en los que el pronombre personal de la primera persona del singular tiene la simple función de indicar al hablante, en japonés este concepto se ha manifestado en el nivel lingüístico desde su formación como lengua moderna. Captar así los matices de la variedad de los pronombres personales en japonés no es solo necesario para traducir literatura del español al japonés con naturalidad, sino para entender mejor todas las actividades culturales y lingüísticas en la lengua japonesa.

(Texto original en español. Fotografía del encabezado: un conjunto de maneki-neko en el templo Gōtokuji.)

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