Las mil caras de Shinjuku, la mayor zona de ocio de Tokio
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La estación de Shinjuku, construida en pleno bosque de Musashino
El distrito de Shinjuku, conocido por ser la mayor zona de ocio de Tokio, se desarrolló en torno a la estación del mismo nombre. Poseedora del récord Guinness de la estación con mayor tránsito humano del mundo, con más de 3,5 millones de viajeros al día, la estación de Shinjuku se estrenó en 1885 con la inauguración de la línea Shinagawa de ferrocarriles japoneses. En aquel entonces, muchas zonas se oponían a la creación de estaciones de tren porque atraían masas de compradores, y los vecinos de Naitō Shinjuku (actuales Shinjuku 1-chōme y 2-chōme), centro urbano que floreció en el pasado como estación de posta de la ruta Kōshū Kaidō, no fueron ninguna excepción. Por eso se decidió construir la estación de Shinjuku lejos del centro urbano, en un bosque situado entre la ruta Kōshū Kaidō y la ruta Ōme Kaidō. La línea Shinagawa, que actualmente corresponde a la línea JR Yamanote, tenía un tráfico de tan solo cincuenta pasajeros al día, pero algunos días de lluvia no la utilizaba nadie.
En 1889 se inauguró la que hoy en día se conoce como la línea JR Chūō, que enlaza Shinjuku y Tachikawa. A pesar de concentrar dos líneas ferroviarias, la estación de Shinjuku se hallaba en plena zona rural, rodeada de los campos de Musashino, y contaba con una única salida, la Este. En los primeros tiempos los trenes pasaban cada dos o tres horas, por lo que aquellos que perdían el tren mataban el tiempo en la cafetería de delante de la estación. El local tenía unos bancos cubiertos con tela roja, moda de la época, y ofrecía tés y dulces para endulzar la espera a los viajeros. A principios de verano había clientes que aprovechaban para echarse una siesta allí mismo. La cafetería contaba con dos casas de té llamadas Tanuki y Kitsune: en la primera había perros mapache (tanuki) y en la segunda, zorros (kitsune). Uno siente envidia de pensar en la idílica tranquilidad que debía de disfrutarse en un lugar como aquel.
En 1885, el mismo año de la inauguración de la estación de Shinjuku, la famosa frutería Takano abrió bajo el nombre de Takano Shōten; su negocio principal era la venta de capullos de insecto y herramientas de segunda mano, mientras que la fruta constituía un producto secundario. Takano mantiene un vínculo profundo con el Shinjuku Gyoen. En el periodo Edo, el jardín solía acoger el palacio de los Naitō —familia del señor feudal de Takatō, cuyos arrozales tenían una capacidad productora de 30.000 goku—, que dio nombre a la zona de Naitō Shinjuku. Los terrenos volvieron a utilizarse en 1872 como criadero de plantas experimental, y en 1887 se logró cultivar melones cantalupos en ellos. Takano empezó a comercializar estos melones en 1920 y reorientó el negocio hacia la fruta de calidad suprema.
La proliferación de negocios de prestigio tras el Gran Terremoto de Kantō
El Gran Terremoto de Kantō, que tuvo lugar en 1923, resultó devastador para Tokio. Con todo, Shinjuku, situado en el lado oeste de la capital, salió relativamente ileso, lo que constituyó una oportunidad de oro para su intenso desarrollo como zona de ocio. En 1926 Takano remodeló su edificio al estilo occidental y reabrió con el nombre de Takano Fruit Parlor. La panadería Nakamuraya, que se había trasladado a Shinjuku a finales de la era Meiji, apoyó a un gran número de artistas y a revolucionarios de la India. Las recetas obtenidas de estos últimos le permitió añadir especialidades de curri a la carta de su cafetería, que funcionaba desde 1927. En aquella época, en Shinjuku abundaban los negocios que vendían carbón de leña, uno de los cuales era Kinokuniya. El escritor Tanabe Moichi se escindió del sector del carbón y abrió la primera librería Kinokuniya también en 1927. La primera (segunda en Japón) planta del edificio se convirtió en una galería de arte, con lo que se instituyó como foco de la cultura urbana de Tokio.
Los grandes almacenes Isetan, símbolo de Shinjuku, abrieron sus puertas en 1933. Dos años más tarde absorbieron a los grandes almacenes Hoteiya, situados en la finca contigua, y conectaron ambos edificios con unas escaleras automáticas que adquirieron mucha popularidad entre los visitantes. Isetan contaba también con una pista de patinaje, por lo que estaba a rebosar de jóvenes y familias. En la misma época abrieron el cine de estrenos occidentales Musashinokan y el teatro de variedades Moulin Rouge Shinjuku-za, que se llenaban siempre de oficinistas —nueva clase emergente— y estudiantes.
De mercado negro a barrio de la variedad
Shinjuku estaba en pleno desarrollo como zona de ocio cuando los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial lo dejaron reducido a montañas de escombros. Solo quedaron en pie la estación, los grandes almacenes Isetan y unos cuantos edificios. Sin embargo, el distrito resurgió de sus cenizas con más fuerza que antes. Tan solo cinco días después del 15 de agosto, fecha en que el emperador Hirohito anunció la derrota de Japón por la radio, se montaba el primer mercado negro de Japón en la salida Este de la estación de Shinjuku, bajo el lema “La luz sale de Shinjuku”. El nuevo mercado tenía de todo, desde alimentos, ropa y utensilios cotidianos, hasta restaurantes y lugares de ocio. Fue un recurso imprescindible para la supervivencia de las personas en aquel momento.
El primer espectáculo de striptease de Japón, llamado Gakubuchi Show(*1), se estrenó en el cine Teito-za —frente a los grandes almacenes Isetan— en 1947. Shinjuku 2-chōme, punto de origen del distrito, albergaba el barrio rojo, pero a mediados de los años sesenta empezó a transformarse en el que acabaría siendo el barrio gay más emblemático de Japón. Posteriormente Shinjuku, distrito al servicio de los deseos humanos, siguió desarrollándose como un lugar abierto de mente donde no se excluye a nadie.
La historia de Kabuki-chō, trastienda de Shinjuku, también arrancó después de la guerra. Concebido como “una zona de ocio ética”(*2) por su regidor Suzuki Kihei, el barrio nació en 1948. Su nombre recoge la intención de Suzuki de crear un lugar que concentrara teatros de kabuki. Evacuado al finalizar la guerra, Suzuki regresó a Kabuki-chō (entonces llamado Tsunohazukita-chō) y, persuadiendo a los terratenientes de la zona para arrendar todos los terrenos y unificarlos, puso en marcha un plan de reconstrucción. Aunque cueste imaginarlo dado el ambiente ligeramente peligroso del Kabuki-chō actual, la idea de Suzuki era construir una zona comercial orientada a los espectadores de kabuki y cine. Al final no llegó a instalarse ningún teatro de kabuki allí, pero la apertura de establecimientos como el cine Chikyū-za por parte de Rin Ibun —último propietario del teatro Shinjuku Koma y del Moulin Rouge Shinjuku-za(*3)— sentó las bases para la transformación del barrio en una zona de entretenimiento. La inauguración de la estación de Seibu Shinjuku también contribuyó al crecimiento del barrio.
La aprobación de la Ley Antiprostitución en 1957 arrastró en masa a los negocios de la industria del sexo hasta Kabuki-chō, con lo que el barrio devino un lugar difícilmente calificable como zona de ocio ético y adquirió la imagen de peligroso. Sin embargo, gracias en parte al esfuerzo de los comerciantes locales, Kabuki-chō apareció en la famosa guía de viaje Lonely Planet descrito como “El barrio rojo más famoso de Tokio. Aun así, es sorprendentemente seguro y resulta mucho más interesante recorrerlo de noche (“Tokyo’s most notorious red-light district. Remarkably, the area is generally safe (and much more interesting) to walk through at night”). Ahora que las compañías Tokyu Corporation y Tokyu Recreation explotan los solares donde antaño estuvo el cine Milano-za, es posible que Kabuki-chō se esté acercando al concepto de zona de ocio ética al que aspiraba Suzuki Kihei.
El paseo Shiki no Michi, que bordea Kabuki-chō, fue una vía de tranvía metropolitano en el pasado, como atestigua la bifurcación que sigue existiendo al final de su recorrido. Al este del paseo se halla el barrio del Golden Gai, que antaño floreció al trasladarse allí los comercios del mercado negro y que acogió una zona de prostitución ilegal llamada Aosen. Posteriormente se convirtió en un vecindario peculiar que atraía a un gran número de intelectuales, que se reunían en los bares abiertos hasta el amanecer. Pueden hallar más información sobre el Golden Gai en los siguientes artículos.
- La historia del Golden Gai: de mercado negro y barrio rojo a paraíso de las copas
- Cómo salir por el Golden Gai sin parecer un turista despistado
Una estimulante ciudad cultural
Los establecimientos de la frutería Takano y la panadería Nakamuraya se transformaron en edificios modernos, mientras que Kinokuniya, abierta en 1964, pasó a ser la librería de referencia en Japón. El Salón Kinokuniya se convirtió en un teatro de renombre, y las obras de angura (género de teatro alternativo) que se representaban en la carpa del cercano santuario de Hanazono causaron furor entre el público joven de la ciudad.
En la década de los sesenta, jóvenes y artistas se reunían en los bares de jazz y de música popular de Shinjuku para mantener acalorados debates sobre arte y política. La célebre cafetería Fūgetsudō llegó a ser el escondite de soldados desertores de la guerra de Vietnam que planeaban exiliarse en Suecia. Las palabras de Kuzui Kinshirō(*4), director del cine Art Theater Shinjuku Bunka —donde se proyectaban las obras de la productora japonesa Art Theater Guild (ATG)— y del pequeño teatro subterráneo Sasori-za, podrían seguir aplicándose al Shinjuku actual: “En este barrio sucedían continuamente dramas mucho más impactantes y convincentes que los de cualquier película u obra teatral”.
El resurgimiento de Shinjuku como la zona de ocio más icónica de Japón
La Planta Purificadora de Yodobashi, que abastecía de agua a los tokiotas, se situaba en la salida Oeste de la estación de Shinjuku. Se decía que su presencia impedía el florecimiento del distrito como zona de ocio, hasta que en 1965 se trasladó a la ciudad de Higashimurayama, en la periferia de la prefectura. En el antiguo solar de la planta se creó el barrio de rascacielos que hoy en día alberga edificios como el del Gobierno Metropolitano, diseñado por el arquitecto Tange Kenzō. En la explanada que hay junto a la salida Oeste de la estación se construyeron grandes almacenes, y Shinjuku devino la zona de entretenimiento más conocida del país. El desarrollo urbanístico continuó más tarde alrededor de la salida Sur de la estación de Shinjuku, y el lado sur de la antigua ruta Kōshū Kaidō se pobló también de rascacielos.
Nacido a partir de una estación en medio del bosque, el distrito de Shinjuku es ahora un lugar de gran diversidad que engloba desde un barrio de rascacielos hasta zonas con callejas que recuerdan al mercado negro de sus viejos tiempos. En estos momentos está arrancando un nuevo proyecto de reorganización urbanística en torno a la estación. Se dice que las obras de la estación de Shinjuku son como las de la Sagrada Familia porque no tienen final. Pero no cabe duda de que Shinjuku seguirá siendo una zona de ocio abierta que acoge a todo tipo de personas, sin perder su carácter dinámico e irreverente.
Fotografía del encabezado: La avenida Shinjuku Ōdōri en 1932. (Museo de Historia de Shinjuku)
(*1) ^ El espectáculo consistía en la contemplación de mujeres con el torso desnudo que posaban como los personajes de pinturas occidentales famosas, en un teatro de proscenio ambientado como los cuadros en cuestión.
(*2) ^ Suzuki abrió la primera Asamblea General Cooperativa para la Reconstrucción de Kabuki-chō con las siguientes palabras: “Con ‘zona de ocio ética’ me refiero a un lugar en que los productos se vendan pensando en el cliente. Creo que en eso consiste el comercio ético, y lo que quiero es construir una zona de ocio basada en ese principio con todos ustedes”.
(*3) ^ Empresario en Japón y político en Taiwán. Fundador de la empresa Keitsū Kigyō (actualmente, HUMAX).
(*4) ^ Gerente de salas cinematográficas y productor de obras de cine y teatro.