Inauguran el Estadio Nacional, sede principal de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio
Deporte Tokio 2020- English
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Las obras del Estadio Nacional concluyeron el 30 de noviembre de 2019. Durante los trabajos de construcción, y ya en la época en la que Tokio promocionaba su candidatura a sede de las Olimpiadas de 2020, se lo llamaba Nuevo Estadio Nacional; sin embargo, ahora que ya está listo, se ha decidido prescindir del término ‘nuevo’ en la denominación oficial.
El 21 de diciembre tuvo lugar un acto para conmemorar su inauguración, pero no se estrenará hasta el 1 de enero: allí se jugará la final de la Copa del Emperador de Fútbol de 2020. Desde el 24 de julio, día en que comienzan los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, el Estadio Nacional albergará, en calidad de sede principal, las ceremonias de apertura y de clausura, así como las competiciones de atletismo.
Un estadio construido con madera de todo Japón
En la construcción del Estadio Nacional, cuyo concepto es el de un estadio bosque, se utilizó madera nacional en cantidades ingentes. Se trata, pues, de un complejo deportivo único en el mundo por la manera en que consigue transmitir la ternura o calidez de la madera como material de construcción.
Si lo miramos desde cerca, llama la atención el alero exterior de madera. Está cubierto por una celosía de cedro japonés que lo recorre en su totalidad, con cinco capas en el caso de las puertas de acceso. La parte superior está diseñada específicamente para introducir con eficacia el viento durante las cuatro estaciones. La madera con la que se hizo el alero procede de las 47 prefecturas que conforman Japón: la de la parte más al norte es de Hokkaidō; la del extremo sur, de Okinawa; y, entre medias y por orden, la del resto. Además del sumo cuidado que se ha puesto en los detalles, el Estadio Nacional se ha construido adaptando los elementos de la arquitectura tradicional de madera a la época actual.
El Estadio Nacional tiene siete plantas, dos de ellas subterráneas. La pista de atletismo está al mismo nivel que el segundo de los dos pisos del subsuelo. El tejado es plano, de ahí que la altura total del edificio sea inferior a unos cincuenta metros. Aunque tiene un aforo de cerca de 60.000 espectadores, no da la sensación de que vaya a haber mucho apelotonamiento; se ha suavizado la ausencia de vida que abunda en las construcciones grandes, gracias a la calidez de la madera, y se ha logrado una armonía con los jardines exteriores del santuario Meiji, colindantes al estadio y rebosantes de verdor.
Obras según lo previsto a pesar de los contratiempos
El aumento disparatado del coste total de la construcción fue el motivo por el cual se descartó el proyecto original, obra de la arquitecta Zaha Hadid. El proceso nuevo de licitación terminó en diciembre de 2015, cuando se le adjudicó el contrato a la empresa mixta de la que forma parte el estudio de arquitectura del afamado Kuma Kengo. Un año después, comenzaron las obras, que terminaron 36 meses más tarde, según lo previsto. El 30 de noviembre de 2019, el Consejo de Deportes de Japón se convirtió en el ente administrador del estadio. El coste de construcción de todo el complejo —estadio y alrededores— fue de 156.900 millones de yenes, una cifra dentro del presupuesto, cuyo máximo era de 159.000 millones de yenes.
El interior del estadio también es de madera. Las vigas que sujetan el tejado, cuyo peso es de 20.000 toneladas, llevan acero y madera de alerce del Japón y de cedro japonés. Esta mezcla de materiales sirve, por un lado, para garantizar la resistencia —gracias al acero— y, por el otro, para absorber las distorsiones causadas por los terremotos y las ráfagas de viento fuertes —gracias a la madera—. El tejado, que tiene forma de rosquilla, se sustenta sobre 108 vigas, de ahí que tanto las gradas como la pista estén rodeados por la ternura de la madera.
En las diferentes salas del interior y en la terraza, así como en las paredes de la zona de exposiciones, el techo y los bancos, se ha aprovechado la madera al máximo.
Mejoras en el rendimiento de los deportistas y en la cercanía con el público
El césped del campo de juego es natural, de ahí que se haya instalado un sistema para controlar la temperatura del suelo y garantizar las mejores condiciones durante todo el año. La pista en sí es de caucho sintético, un material que garantiza la resiliencia, y ha sido fabricada por la empresa italiana MONDO. Este modelo en concreto está diseñado específicamente para garantizar la velocidad. Con estas instalaciones, cabe esperar emociones fuertes por la batida de marcas.
En las gradas, de tres plantas, no hay ninguna columna que dificulte la visión. Al no haber separación alguna, se tiene la sensación de que el público y los deportistas conforman un todo. Los asientos son de cinco colores diferentes, distribuidos de forma aleatoria; se han elegido pensando en que combinen bien con el rojo y el verde de la pista y el campo, con la madera del tejado y con el azul del cielo. La idea es que sea como un bosque a través de cuyos árboles se filtra la luz del sol y que los asientos vacíos no destaquen.
En las zonas Sur y Norte de las gradas hay sendas pantallas gigantes, colocadas en la parte superior. Debajo de la segunda planta de gradas hay una pantalla electrónica que recorre todo el estadio, como un cinturón; se utilizará para proyectar diversas imágenes que sirvan para animar las competiciones.
Encima de la primera y de la segunda planta de gradas se han instalado 185 ventiladores. En los días calurosos o de poco viento, bajan la temperatura de las gradas y expulsan hacia arriba el calor y la humedad que desprenden la pista y el campo de juego. Estos aparatos serán muy importantes en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, durante los cuales se prevén altas temperaturas.
Un estadio cómodo y seguro
El Estadio Nacional cumple los máximos estándares mundiales del diseño universal; esto es, está diseñado para que todas las personas puedan disfrutar de las competiciones. Para ello, tanto en la fase de diseño como en la de construcción, se tuvo en cuenta la opinión de colectivos de personas con discapacidad, madres y padres y de la tercera edad, entre otros. Los intercambios han quedado reflejados en el resultado.
Hay 500 plazas para sillas de ruedas. Además, se agregarán otras 250 más cuando comiencen los Juegos Paralímpicos. No solo supone un aumento considerable en comparación con el antiguo Estadio Nacional —tenía 40 plazas—, sino que también se han distribuido entre las distintas plantas en aras del equilibrio. En muchos casos, las plazas para sillas de ruedas se suelen concentrar en los laterales, pero no es así en este: se busca que los espectadores puedan sentarse en la zona que más les guste y lo hagan junto a sus acompañantes, sin distinciones entre personas que van en silla de ruedas y quienes no lo hacen.
Las zonas de acceso al estadio apenas tienen cuestas empinadas; todos los pasillos del interior carecen de barreras. Además, se han instalado suelos podotáctiles, así como pasamanos en las escaleras. Hay 93 baños adaptados para los usuarios de sillas de ruedas o de ostomías.
No se ha escatimado en medidas antisísmicas, un tema que preocupa tanto en Japón como en otros países: en la parte superior, se ha mejorado la resistencia con vigas oblicuas y apuntalando con acero, mientras que en la parte inferior se han instalado amortiguadores sísmicos con aceite, que mitigan el impacto de los temblores. Las gradas y los pasillos han sido diseñados para facilitar una evacuación rápida; hay depósitos de agua, varios almacenes con suministros de emergencia y generadores eléctricos.
Está previsto abrir al público el piso superior, que tiene una zona de paseo cuya circunferencia es de 850 metros. Aunque aún no se sabe muy bien cómo se aprovecharán todas estas instalaciones cuando terminen los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, se espera que este estadio, que refleja a la perfección la importancia que se le concede en Japón a la armonía con la naturaleza, sirva como legado del éxito de la cita deportiva y se gane el corazón del pueblo japonés.
Estadio Nacional
- Dirección: Tōkyō-to Shinjuku-ku Kasumigaoka-chō 10-1
- Finalización de las obras: 30 de noviembre de 2019
- Superficie: el solar tiene unos 109.800 m2; el edificio, 69.600 m2 aproximadamente (la superficie de suelo es de cerca de 192.000 m2)
- Datos específicos del estadio: de norte a sur, unos 350 metros; de este a oeste, cerca de 260. Mide aproximadamente 47 metros de alto y tiene siete pisos (dos de ellos, subterráneos).
- Aforo: cerca de 60.000 espectadores (caben 500 sillas de ruedas)
- Cómo llegar: a cinco minutos a pie de las estaciones de Sendagaya y Shinanomachi, ambas de la línea Sōbu de JR; a un minuto a pie de la estación Kokuritsukyōgijō, de la línea de metro municipal Ōedo, y a nueve minutos a pie de la estación Gaien-mae, de la línea Ginza (Tōkyō Metro).
(Traducción al español del original en japonés)
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