Kubo Takefusa, un joven genio que se abre camino en España
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En el espacio reservado a las entrevistas a un lado del campo, Kubo Takefusa responde a las preguntas de un reportero español. Explica que se sentía obligado a marcar un gol, ya que era algo que todos esperaban.
El 10 de noviembre, Kubo, que juega con el Mallorca en la Primera División del fútbol español, se estrenó como goleador ante el Villarreal. La suya fue una actuación extraordinaria, pues además de marcar un tanto participó en la factura de los otros dos que consiguió su equipo. Todos los ojos de los aficionados se posaron sobre este muchacho de 18 años.
Kubo siguió hablando en perfecto español.
“He soñado con este momento durante todas las noches y ha llegado”, dijo, añadiendo que ahora tenía que continuar haciendo bien las cosas.
En su semblante, mojado por la lluvia, se notaba satisfacción. Marcar en la liga es un gran logro. Y si, además, se hace a los 18 años, todavía más. Pero Kubo apunta a objetivos más ambiciosos.
Un jugador que despierta enorme expectación en los medios
En el Mallorca, Kubo era el principal foco de atención para esta temporada. Desde que llegó cedido este verano, su nombre no ha dejado de sonar en los medios. Un joven salvador de 18 años que asegura la permanencia de un Mallorca recién ascendido. Tal era el guion que todos tenían en la cabeza.
Pero el camino que ha tenido que recorrer hasta llegar aquí no ha sido ni mucho menos fácil.
Mediados de octubre. Faltaban todavía tres semanas para que el ansiado gol llegase.
Kubo recorría el césped del Mallorca en su blanca indumentaria. Tenía por detrás, a la derecha, al internacional brasileño Vinícius, visiblemente inquieto tratando de hacer un dribbling. Por delante le esperaba otro internacional brasileño, Marcelo, ojo avizor en busca de cualquier resquicio para iniciar su ataque. Los dos jugaban en el bando opuesto de Kubo, defendiendo los colores del gigante de la liga española, el Real Madrid.
Kubo, en posesión del balón, trató de hacer una pase hacia adelante, pero se lo cortaron. Hizo un gesto de rabia con ambas manos.
Kubo, que había sido fichado por el Real Madrid en junio, fue cedido en agosto al Mallorca, donde fue recibido con gran expectación. Aquel día debía medirse con el equipo que lo había dejado en préstamo. El ambiente estaba muy caldeado.
El día anterior, el Marca, principal periódico deportivo del país, había dedicado la portada y otras tres páginas más a una amplia entrevista con el joven jugador. En la portada aparecía sonriente, mostrando los uniformes del Real Madrid y del Mallorca. El día del partido las cámaras de televisión lo buscaban ya desde la primera mitad, durante la cual ocupó el banquillo.
Con el pitido final terminó su corto debut. El resultado del partido fue sorprendente: pese a la diferencia de poder entre ambos clubes, el Mallorca derrotó al Real Madrid. Con pequeñas palmaditas, Kubo celebró la meritoria victoria de su nuevo equipo. Aquel día había salido al campo a medio partido. Sabía mejor que nadie que si no conseguía algún fruto durante su corta aparición se alejarían sus posibilidades de ganarse un puesto como titular.
La razón por la que eligió ser cedido a otro club
El Mallorca es un club modesto, recién ascendido de la Segunda División. Hace apenas dos años, jugaba en Tercera.
Su presupuesto es reducido. Si nos fijamos, por ejemplo, en la suma total de los contratos de los jugadores, el club más caro de España es el Barcelona, con unos 671,4 millones de euros, seguido por el Real Madrid, con unos 641,0. El Mallorca se sitúa a la cola de todos los clubes de primera, con solo 30,0 millones de euros. Pero en el pasado ha tenido fases gloriosas en primera y en sus filas han militado jugadores tan grandes como Samuel Eto’o, que luego pasó al Barcelona.
Kubo comentó en su entrevista con Marca cómo es su vida en esta isla del Mediterráneo.
“Satisfecho del todo no estoy, porque pienso que puedo dar más. Pero estoy empezando y creo que está muy bien. Lo que cuesta es seguir. Aunque sea recién ascendido es un club con mucha historia. Recuerdo que el Mallorca siempre estaba en Primera. Creo que más que aportar yo al Mallorca, es el Mallorca el que puede aportarme muchas cosas a mí para que pueda crecer. Pero intentaré ayudar mucho al equipo, claro”.
Kubo tuvo la opción de quedarse en el club al que pertenece, el Real Madrid, jugando en su equipo filial. Eso le habría permitido, quizás, compartir entrenamientos con las grandes figuras del primer equipo. Muchos jugadores jóvenes debutan en la Copa del Rey o en la fase de grupos de la Champions League, que tiene lugar después de decidirse el paso a la fase final. Ese fue el caso la pasada temporada, por ejemplo, del citado Vinicius, actualmente en su segundo año como miembro principal del primer equipo.
Pero para Kubo la prioridad era poder batirse día a día en la Primera División. Puede decirse también que eligió el camino más duro. En el Mallorca, un equipo de limitadas posibilidades, no por ser un atacante nato puede Kubo lanzarse al ataque a su antojo. Ante el Real Madrid tuvo que bajar hasta las inmediaciones de su propia área y se le vio correr a posiciones defensivas a menudo.
Su técnica está ya fuera de toda discusión. Su buena actuación durante la pretemporada veraniega que pasó en el Real Madrid permitió difundirla por toda España. Pero ahora Kubo se encuentra en un entorno completamente diferente y está puliéndose en defensa, mejorando su movilidad y trabajando su estrategia.
Observando los entrenamientos, se lo ve perfectamente integrado en el equipo. Llama la atención especialmente la naturalidad con que se comunica con sus compañeros. A veces tiene cosas que decir. Y exigencias que plantea sin pelos en la lengua. Pese a que acaba de sumarse al equipo, no se cohíbe y hace saber lo que piensa abiertamente. A sus 18 años, tiene la suficiente capacidad expresiva y conocimientos lingüísticos para permitírselo.
La citada entrevista con Marca fue el mejor exponente del impresionante dominio que ha adquirido del idioma español.
Vicente Moreno, su entrenador, no puede sino reír.
“Problemas de comunicación, ninguno. Vino a España siendo muy joven y habla el español a la perfección, mejor que yo mismo”.
Un crecimiento que ya se apreciaba en su época en la J-league
Kubo llegó a España en 2011, cuando tenía nueve años. Para entonces había empezado a estudiar el español mediante los CD y libros de los cursos de la radiotelevisión pública NHK.
Ya en España, se presentó al examen de acceso del Barcelona. El Barça de aquel año, dirigido por Josep Guardiola, desplegaba por todo el mundo un fútbol innovador y muy atractivo, con el que arrollaba.
Después de dos semanas participando en los entrenamientos, Kubo fue admitido.
Durante los tres años y medio que permaneció en Barcelona hizo enormes progresos tanto en su juego como en su dominio del español.
Kubo iba formándose satisfactoriamente en la organización de base del Barcelona, la cantera, hasta 2014, cuando quedó imposibilitado de seguir jugando en partidos oficiales debido a la decisión de la FIFA de sancionar al Barcelona por haber violado las disposiciones sobre contratación de extranjeros menores de edad. Esto lo obligó a volver al año siguiente a Japón, donde rehízo su carrera deportiva en el FC Tokio.
En la citada entrevista, rememora aquella época.
“Para un niño de 13 años es muy duro, quieres jugar al fútbol y no sabes por qué te echan del país. De hecho, todavía ahora sigo sin saber por qué pasó. Si un niño quiere jugar al fútbol en un club bueno no veo la razón por la que no puede hacerlo, por qué no le dejan”.
Pero Kubo no quiso traducir esta experiencia en desilusión.
Kubo hizo su debut en la liga japonesa a los 16 años. De haber permanecido en España, es altamente improbable que hubiera podido hacer algo parecido a esa edad.
Aunque el fútbol japonés no está al mismo nivel que el español, a buen seguro los tres años que ha pasado en la máxima categoría nipona le han reportado muchas cosas.
Tras conseguir su primer gol en el Yokohama F. Marinos, club al que fue cedido, volvió al FC Tokio, en el que pasó su último año y en el que luchó por el campeonato de la liga. Su crecimiento como jugador fue impresionante. Justo antes de volver a España vistió por primera vez los colores de la camiseta nacional japonesa.
Los ecos de su trayectoria deportiva en Japón llegaron también a España. Los medios españoles hicieron un cumplido seguimiento de sus evoluciones, dando noticia, por supuesto, de su primer gol en la liga y del resto de sus goles y jugadas meritorias. Y cuando cumplió los 18, edad a la que podía ser fichado ya por un club europeo, se lo disputaron los más prestigiosos, con el Barcelona, que lo había visto formarse, el Real Madrid o el Paris Saint-Germain entre ellos.
Finalmente, Kubo se decidió por el eterno rival del Barcelona: el Real Madrid. “Me gustó mucho la intención del Real Madrid en el aspecto deportivo, el plan que tenían para mí durante los siguientes años, lo que pensaban para mí en el futuro”, declaró al Marca.
“Kubo será algún día una gran estrella”
¿Cómo seguirá creciendo Kubo a partir de ahora? Maheta Molango, consejero delegado del Mallorca, que se desvivió por fichar a Kubo, recalca su faceta humana y su inteligencia.
“No parece que tenga 18 años. Es el refuerzo perfecto”. Molango destacó también la excelencia de Kubo como persona y señaló que tiene serenidad y los dos pies bien puestos sobre la tierra, por lo que lo ve preparado para ser titular, algo que no es fácil encontrar. El directivo se refirió también a la familia de Kubo en términos elogiosos, destacando su seriedad y la manera en que esto ha facilitado los hechos. Molango no duda de que algún día Kubo será un astro.
Por su técnica y su habilidad en los pases Kubo descolla incluso en un equipo de la primera división española como el Mallorca. Especial mención merece su forma de llevar el balón y de posicionarse tomando la distancia precisa ante el oponente, destrezas que seguramente le hicieron trabajar mucho desde niño en el Barcelona.
Kubo tiene un gran instinto que le permite dejarlo todo preparado con naturalidad para la próxima jugada sin detener el juego. Gracias a él, puede sacar el máximo partido de su dominio del balón y de su habilidad en el regate.
Salvando sus diferencias como deportista, en ese aspecto se asemeja a algunos de los más grandes futbolistas del mundo, como Messi o Iniesta.
El Mallorca es un club que deberá luchar por su permanencia. Dentro de él, Kubo debe asegurarse todavía un puesto de titular. Pero, una vez conseguido su primer gol, si continúa prodigando goles y asistencias, cada vez más balones irán pasando por sus pies.
Su técnica y su olfato ya no son objeto de discusión. Si se gana un puesto y consigue una buena coordinación con los jugadores que están a su alrededor, se abre la posibilidad incluso de que el Mallorca acabe siendo “el equipo de Kubo”.
La afición local ha depositado en él las más altas expectativas. Cuando salta al césped, resuena en los graderíos un característico “¡Kuuubooo, Kuuuubooo!”. La escena se ha convertido ya en costumbre en este estadio inundado de rojo, situado en un rinconcito de la isla.
Ahora está entregado a su trabajo en este ambiente mucho más relajado que el que tendría en el Real Madrid. Su paso de los 18 a los 19 años durante el próximo año marcará un momento clave en su formación como futbolista.
Fotografía del encabezado: Kubo mostró destellos de genialidad ya durante la pretemporada en el Real Madrid. (Fotografía: Yukihito Taguchi)