El ‘yōshoku’, una reinterpretación de la gastronomía occidental única de Japón

Gastronomía Vida

En Japón, se utiliza el término ‘yōshoku’ —comida occidental— para hacer referencia a todos aquellos platos originarios de Europa o América del Norte que han sido adaptados al paladar de los japoneses. Esta cocina difiere de la tradicional nipona, conocida como washoku y a la cual pertenecen especialidades como la tempura.

El plato más antiguo de la cocina occidental en Japón: nanbanzuke

El yōshoku tiene sus orígenes en la era Meiji, pero lo cierto es que hay un plato europeo que comenzó a consumirse en Japón mucho antes: en el siglo XVI, con la llegada de los portugueses a Kyūshū. Aunque trajeron las armas de fuego al país y su principal motivo era transmitir la fe católica —y, en última instancia, colonizarlo—, dejaron también su cultura culinaria.

Uno de los principales platos que trajeron a Japón fue el nanbanzuke (pescado frito en escabeche). Los japoneses decidieron adaptarlo a su paladar condimentándolo con salsa de soja, pero la receta es prácticamente la misma. Además, la palabra ‘tempura’, que da nombre a una de las exquisiteces más célebres de la gastronomía nipona, es originaria del portugués, de ahí que se crea que esta fritura tiene su base en la cocina de Portugal.

Nanbanzuke. Fotografía de la autora.
Nanbanzuke. Fotografía de la autora.

Así pues, aunque la masa de tempura no suela condimentarse, en Nagasaki sí que se hace. Además, su aspecto hinchado recuerda también al de los fritos portugueses.

La harina de trigo en la cocina occidental de posguerra

La victoria de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial guarda mucha relación con el curso que tomaría posteriormente la cocina de estilo occidental en Japón. En 1946, un año después del final del conflicto bélico, el país estaba sumido en una pobreza tal que no se podía siquiera garantizar la comida del día siguiente. Fue entonces cuando un grupo de estadounidenses de ascendencia japonesa envió un cargamento enorme de suministros de emergencia, la ayuda conocida como “LARA” (siglas en inglés de la Agencia Autorizada para el Apoyo en Asia); entre los alimentos había leche en polvo y harina de trigo en grandes cantidades. Así, se empezó a servir pan —hecho con esa harina de trigo— en el menú escolar con el objetivo de mejorar la alimentación de los niños. Por ejemplo, abundaban los panecillos alargados, similares a los que se utilizan a día de hoy en los perritos calientes.

Posteriormente, Estados Unidos creó una estrategia para exportar a Japón su excedente de trigo, algo que cambiaría considerablemente los hábitos diarios de los japoneses. Básicamente, esto fue el detonante de que el pan se convirtiera en un alimento de amplio consumo, y eso, a su vez, contribuyó a que también se comieran espaguetis, pizza y pan de hamburguesa, todos ellos elaborados con harina de trigo. Además, fueron surgiendo variantes singulares de los platos occidentales; por ejemplo, los espaguetis a la napolitana, impensables en Italia si se tiene en cuenta que están hechos mezclando kétchup e ingredientes como el jamón y la cebolla en una sartén con aceite; o los espaguetis con tarako, que llevan huevas de abadejo (tarako), mantequilla, sal, pimienta y trocitos de alga nori. Este plato es una creación de Kabe no Ana, un restaurante especializado en pasta de Shibuya con una larga historia.

Espaguetis a la napolitana del Center Grill (Yokohama). Fotografía de la autora.
Espaguetis a la napolitana del Center Grill (Yokohama). Fotografía de la autora.

Por otra parte, son famosas ahora, también fuera de Japón, las hamburguesas con salsa teriyaki y las de arroz de la cadena de hamburgueserías Mos Burger.

Hamburguesa de arroz de la cadena de hamburgueserías Mos Burger. Fotografía de la autora.
Hamburguesa de arroz de la cadena de hamburgueserías Mos Burger. Fotografía de la autora.

Japón, al ser un país compuesto por islas alejadas del continente, resulta un lugar perfecto para dar alas a la creatividad. Además, su clima, que se caracteriza por las precipitaciones abundantes, propicia el espíritu otaku de entregarse a la investigación bajo techo. Lógicamente, la alimentación, influida por las costumbres locales, va cambiando, y puede decirse que, al igual que ha ocurrido en sectores como el del automóvil, los japoneses son hábiles a la hora de transformar algo original para evolucionarlo.

Por todo ello, me gustaría recomendarles a aquellos que visiten Japón desde otros países que no se vayan sin haber probado alguno de los peculiares platos del yōshoku, algo que solo es posible en este país.

Imagen de la cabecera: Un plato de tonkatsu acompañado de hilillos de repollo o col repollo. Se suele servir como menú del día junto con un cuenco de arroz blanco, sopa de miso y un platillo de encurtidos o shinko (PIXTA).

(Traducción al español del original en japonés)

Etiquetas

comida gastronomia gastronomía japonesa

Otros artículos de esta serie