Southern All Stars: un adorado “grupo nacional”
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El 31 de diciembre de 2018 Southern All Stars fue la guinda que se colocó sobre el último Kōhaku Uta Gassen (festival de fin de año con cantantes y artistas divididos en un bando rojo y otro blanco) de la era Heisei, actuación en la que interpretaron clásicos como Kibō no wadachi (Los surcos de la esperanza) o Katte ni Shinbaddo (Simbad por cuenta propia). Es un gran honor ser elegido para cerrar el popular programa de canciones, que goza del índice de audiencia más alto del país, el último de la era, y lo cierto es que el grupo se lo merece. Debutaron hace ya cuarenta años. Y sin embargo no existe otro grupo que continúe acaparando la atención de la escena musical cada vez que saca una nueva canción.
El grupo se formó en 1978, y desde ese debut en los setenta han continuado produciendo grandes éxitos de ventas y temas interesantes en todas las décadas hasta la actualidad. A lo largo del camino se han dado épocas en los que alguno de los miembros se ha adentrado en una carrera en solitario, o la banda al completo se ha tomado un descanso, pero la popularidad de que gozan entre sus fans, pertenecientes ya a tres generaciones, es inquebrantable. Tal es la fama de la que disfruta Southern All Stars y el amor que les profesan los integrantes de todas las generaciones, que se habla de ellos como “el grupo nacional”.
Cosas que no cambian ni en cuarenta años
¿A qué se debe que Southern All Stars sea un grupo tan amado por el público? Una de las razones es que, por mucho éxito que tengan, nunca se les llega a subir tanto a la cabeza como para distanciarse de sus fans. El grupo se formó en un club de música de la Universidad Aoyama Gakuin, muy cerca del famoso cruce de Shibuya, en Tokio, y nunca han perdido del todo ese aire estudiantil con el que charlan y bromean entre ellos.
Pese a que el nombre contiene la expresión all stars (“todos estrellas”) no se las dan de estrellas. Aunque han pasado cuarenta años mantienen la inocencia del aficionado entre profesionales. Esto solo se aplica, no obstante, a sus personalidades. La calidad de sus composiciones y conciertos está en la cima de la música japonesa.
Gracias a esa apariencia los miembros del público no pierden la sensación de cercanía hacia el grupo. Los miembros de Southern All Stars no son estrellas que brillan en la distancia; el público parte de un lugar común, y comparte su viaje musical y su destino.
Un “zumo de frutas” que mezcla el impacto y la tranquilidad
La música de Southern All Stars combina las raíces de todo tipo de géneros musicales: rock, blues, soul, música latina, folk, reggae, funk, electrónica, ambiental… Es algo que se puede decir de muchas otras bandas japonesas, pero no existe otro grupo que se haya nutrido y alimentado de tantos géneros diferentes, con tanto éxito y con tanta alegría.
En este punto me gustaría explicar algo acerca de la palabra kayōkyoku, un vocablo genérico para hablar de un tipo de pop japonés. En un país como Estados Unidos el panorama musical se va conformando en paralelo con géneros como el jazz, el country, el blues, la música latina… de diferentes raíces. Sin embargo en Japón, salvo por los verdaderos melómanos, la música popular viene de un único tronco: el kayōkyoku. A partir de la era Meiji (1868-1912) la música tradicional japonesa comenzó a mezclarse con música importada del extranjero y terminó por dar lugar a una especie de “zumo de frutas” musical.
Southern All Stars es un grupo que a lo largo de los años ha mezclado una y otra vez un excelente “zumo de frutas” casero, con el que transmiten impacto y tranquilidad a cada nueva generación. Kuwata Keisuke, el vocalista y uno de los compositores del grupo, ha sabido añadir siempre un toque de frescura a sus composiciones, sin olvidar los elementos más importantes del género pero anticipando a su vez las tendencias de la época. En ocasiones añade un componente muy picante a la mezcla, pero ese afán aventurero es parte del genio de Kuwata.
La melodía, más importante que el significado de las letras
Si un oyente nuevo quisiera repasar la música del grupo de estos cuarenta años, le resultaría conveniente conseguir el disco Umi no Yeah!!, recopilación de los primeros veinte años, y Umi no Oh, Yeah!!, recopilación de los veinte siguientes. Ambos presentan una selección de temas en dos CDs cada uno, comenzando por el tema con el que debutaron en 1978, Katte ni Sinbad. Es una mezcla de rock y samba que todo japonés conoce. Pero lo cierto es que muy pocos comprenden el significado de la canción, y a pesar de todo pueden disfrutarla plenamente.
Kuwata Keisuke, que compuso la música y la letra, es oriundo de la ciudad de Chigasaki, en la prefectura de Kanagawa; en esa canción describe el viaje de regreso a través de Kamakura y Enoshima, famosas zonas turísticas, hasta el paisaje de su Chigasaki natal, en lo profundo de la prefectura.
Sin embargo la canción reviste un interés especial en el estribillo, que reza “Ima nanji? sō ne, daitai ne” (¿Qué hora es? Es verdad, más o menos). No responde a la pregunta. Y existe una razón por la que el proceso creativo dio como resultado esta letra. Kuwata, cuando compuso el tema, hizo la melodía con la intención de añadir una letra en inglés, influido en aquel momento por cierta música occidental; en ella dio preferencia al sentido del lenguaje más que al significado, y metió palabras japonesas para acompañarla. Y dado que mantuvo esta preferencia hasta el final, hay puntos en la canción en los que la lógica falla. Kuwata, que lejos de evitar ese tipo de efectos se atrevió a completarlo con audacia, fue seguramente el primero en hacer algo así en Japón.
¿Pero a qué se debe que una canción como esa se pueda hacer tan popular? Quizá sea debido a que los japoneses estaban acostumbrados a disfrutar del rock o el pop extranjeros por el sentido del lenguaje que acompaña a la música, aunque no entiendan la letra. El ritmo de las palabras penetra hasta el corazón, aunque el cerebro no pueda comprender su significado. Kuwata comprendía esto a la perfección, y lo utilizó en su música.
Los japoneses se sienten atraídos por esa melodía pese a que el japonés es su idioma materno. Con razón de más, por lo tanto, lo harán los extranjeros. La primera de las dos recopilaciones, Umi no Yeah!!, cuenta con un buen número de canciones que harán las delicias de los oyentes que den preferencia al ritmo sobre las letras.
Comunicar la hermosa sonoridad del japonés
La segunda recopilación, Umi no Oh, Yeah!!, tiene un gusto bastante diferente. Kuwata se concentra en composiciones que resaltan los hermosos sonidos y las sutilezas del idioma japonés tanto en las melodías como en las letras.
La segunda parte de la doble recopilación comienza con TSUNAMI. Narra los recuerdos agridulces de un hombre que se acerca a su mediana edad. A diferencia de las composiciones anteriores, en las que primaba el sentido del lenguaje más que el significado, en esta segunda era Kuwata produce claramente cada palabra, y canta apilando con esmero sus significados.
También han aumentado las canciones con mensaje. Pero no se trata de mensajes para gritar a la sociedad, sino palabras que se mezclan con la gente de la calle. La famosa canción Peace and Hi-lite (un juego de palabras con dos marcas famosas de tabaco) habla de la necesidad de mostrar comprensión y tender la mano a los países vecinos, precisamente por su proximidad. Umi no Oh Yeah!! es quizá un disco algo más profundo, que se puede escuchar mejor ojeando las letras.
Quiero recomendar a lectores de otros países que escuchen la música de Southern All Stars. Cuentan incluso con canciones en inglés y español. Es evidente que esto puede hacer esas canciones más atractivas. Pero lo realmente atractivo del grupo parte de sus canciones más populares. Sus temas originales invitan a un universo musical propio, y quizá no exista otro grupo así en todo el panorama musical mundial. El 30 de marzo de 2019 comenzaron otra gira nacional. ¿Qué nuevos éxitos les reportará? No los perdamos de vista; quizá alcancen nuevos horizontes sonoros.
(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: una ilustración para celebrar el 40 aniversario desde la formación de Southern All Stars. Cortesía de Speedstar Records)