Molten: silbatos deportivos de élite que sonaron en el Mundial de Fútbol
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“¡Ese silbato es nuestro!”
La empresa Molten (fundada en 1958, con sede central en Hiroshima), mundialmente conocida por sus balones de voleibol, baloncesto y fútbol, tiene una curiosa tradición que practica una vez cada cuatro años. Cuando empieza el Mundial de fútbol, sus empleados se vuelcan en la aplicación LINE y se mandan mensajes como “Ese árbitro usa el nuestro” o “¡Este partido también es nuestro!”. ¿De qué hablan? Se lo preguntamos a Nakamori Shintarō, del Departamento de Relaciones Públicas de la firma.
“Se refieren a los silbatos de los árbitros. En el mundial no se designa ninguna marca concreta: cada árbitro elige la que quiere. Por eso a nuestros empleados les gusta fijarse en qué partidos de esa competición tan importante se usa nuestro modelo Valkeen”.
Incluso cuando los partidos se emiten de noche en Japón por la diferencia horaria, de buena mañana los empleados se pegan a la pantalla del televisor y empiezan a intercambiar mensajes de “¡Era nuestro!”, “¡Qué va!”, como si de una competición se tratara.
La tradición de fijarse en los silbatos del mundial de fútbol empezó en la edición de 2010, que tuvo lugar en Sudáfrica. Molten se había puesto a desarrollar silbatos específicos para distintos deportes de competición el año anterior, en 2009. Todo empezó cuando en la empresa se hizo notar que no era lógico usar el mismo silbato para el fútbol y el baloncesto, cuyos campos tienen tamaños tan dispares e incluso la forma en que los árbitros sostienen el silbato es distinta.
Al igual que con los balones, Molten lleva muchos años consagrándose a la fabricación de silbatos deportivos. En el año 2000 sacó a la venta el Dolfin Pro, un modelo para árbitros rápido que emite un sonido muy nítido.
El Dolfin Pro se convirtió en un longseller, usándose principalmente en fútbol y baloncesto, pero en Molten no estaban satisfechos con eso. No les parecía lógico usar el mismo silbato para ambos deportes, o para el Campeonato de Bachillerato y la Copa del Mundo, por lo que se embarcaron en el desarrollo del primer silbato específico para fútbol: “Al desarrollar nuestros silbatos, nos centramos tanto en el pitido como en la funcionalidad, pero el sonido es lo más importante, claro. La final del Mundial de Sudáfrica se celebró en un estadio con una capacidad de 100.000 personas, por lo que buscamos un sonido que funcionara bien en un estadio con el alboroto de un público de esa magnitud”.
Lo que se espera de un silbato
Nakamori describe así las características del pitido que se adecúa al fútbol: “El silbato de un árbitro debe emitir dos tipos de sonido: uno para avisar y otro para dar indicaciones. El de aviso es un pitido insistente para alertar de una conducta peligrosa. El de indicación se usa para marcar el inicio y el fin del partido, por ejemplo, y es potente y sereno. En un deporte donde hay mucho contacto entre los jugadores como es el fútbol, conviene que el silbato sea rápido y que tenga un sonido nítido para detener cualquier acción peligrosa. Un silbato ‘rápido’ debe alcanzar el mayor volumen posible en un instante. El partido puede cambiar radicalmente solo con que el sonido tarde unas décimas de segundo más en llegar. Así que se necesita un sonido robusto y limpio que viaje del campo a todo el estadio en un momento”.
Pero no todo acaba con el sonido. El personal de I+D analizó el movimiento de los árbitros de fútbol para mejorar la funcionalidad del silbato. Así se creó el Flip Grip, una función que permite colocarlo en posición de uso de forma instantánea: “Antes la mayoría de los árbitros corrían por el campo con el silbato atado a la muñeca por un cordón. Tenían que hacer muchos movimientos para colocárselo en la boca, lo cual costaba tiempo y generaba nerviosismo. El Flip Grip resolvió el problema”.
Se crearon más de cien prototipos hasta dar con un silbato específico para el fútbol. Lo bautizaron como Valkeen, un nombre compuesto entre la voz neerlandesa valk (halcón) por su diseño afilado, inspirado en esta ave, y la inglesa keen (agudo).
El Valkeen hizo gala de su potencia sobradamente en la gran ocasión que fue el Mundial de Sudáfrica. Con las tradicionales vuvuzelas sonando con tal estridencia en todos los estadios que los jugadores apenas podían comunicarse entre ellos, el sonido del Valkeen se hacía oír sin problemas contribuyendo al buen desarrollo de los partidos. Nishimura Yūichi, que asesoró en el proceso de desarrollo del producto, arbitró cuatro partidos del campeonato y obtuvo tan buena reputación que lo nombraron cuarto árbitro en la final.
Cuando empezaron a desarrollar el Valkeen, los empleados de Molten desconocían la existencia de las vuvuzelas, pero tuvieron el grandísimo acierto de crearlo pensando en “un sonido que se oyera bien entre el alboroto de 100.000 personas”. El silbato se ganó un lugar entre los árbitros de todo el mundo a partir de aquella edición del Mundial, y en Rusia 2018 se usó en más de 30 de los 64 partidos que se disputaron.
El Valkeen es un artículo oficial de la J-League y en la ceremonia de premios que se celebra al final de la temporada se entrega un trofeo llamado Valkeen Whistle Trophy. Se ha convertido realmente en el silbato de referencia del fútbol.
Tras el éxito del Valkeen, Molten desarrolló tres silbatos específicos más: el Blazza, para baloncesto, en 2011, el Deevo, para voleibol, en 2017 y el Vorca, para balonmano, el mismo año.
Todos los silbatos se han diseñado con el entorno de partido y la competición en mente. El Blazza, por ejemplo, está adaptado a los movimientos de los árbitros de baloncesto, que corren con el silbato en la boca.
“A diferencia del fútbol, en que el silbato se lleva en la mano, en baloncesto el árbitro se mueve con él en la boca. Por eso pusimos el centro de gravedad cerca de la parte que se introduce en la boca para aliviar el esfuerzo en esa zona. También reforzamos esa parte porque a veces los árbitros muerden el silbato fuerte y lo parten. Uniendo al cuerpo de plástico una boquilla de titanio y envolviéndolo de plástico flexible, creamos un silbato con un grosor estándar de 6 milímetros que es lo bastante blando por fuera para adaptarse a los dientes, pero con una resistencia que evita que se rompa”.
En el Deevo, para voleibol, colocamos un orificio de salida en el lado izquierdo y otro en el derecho del silbato para que el sonido llegara a los jugadores, que están a ambos lados del árbitro. En el Vorca, de balonmano, como el árbitro se pasa el silbato de una mano a otra muchas veces durante el partido, desarrollamos una nueva versión del Flip Grip adaptando la del modelo para fútbol. Todos estos silbatos específicos de Molten, con un sonido idealmente afinado y una funcionalidad desarrollada a medida para cada disciplina, se han convertido en éxitos de ventas sostenidos y tienen un importante papel en partidos de todo el planeta.
“Hay que tener un silbato perfecto para cada deporte”. Esta idea, que motivó el desarrollo de los productos específicos por disciplinas, arraiga en la filosofía de Molten, For the real game: “Queremos crear un silbato que integre por completo las intenciones del árbitro para permitir un óptimo desarrollo del partido. Como fabricantes, nuestro deseo es ir proponiendo soluciones a los problemas que se presentan en el mundo del deporte”.
El inédito balón de fútbol montable
Molten, que se consagra a solucionar los problemas del deporte, está ampliando su campo de acción a toda la sociedad en los últimos años. El símbolo de este cambio es el llamado My Football Kit, un curioso y pionero balón de fútbol montable.
El balón My Football nació de la voluntad de Molten de aportar algo al desarrollo de los niños a través del fútbol y de colaborar en el cuidado del medioambiente. Así lo explica Uchida Jun, representante del Departamento de Deportes: “Desde que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se pusieron en boga, hace tres o cuatro años, se empezó a decir que una empresa no podía lograr un crecimiento sostenible ignorando los problemas de la sociedad. Cuando nos planteamos qué podíamos hacer, nos dimos cuenta de que, de los 17 ODS, podíamos contribuir al número 4, ‘Brindar educación de calidad para todos’ y al 12, ‘Responsabilidad a la hora de producir y a la hora de utilizar’. En muchos lugares se donan balones y botas usados para los niños menos privilegiados, pero todo se limita a dar objetos. Así no vamos a cambiar el mundo. Por eso se nos ocurrió la idea del My Football Kit, un balón de fútbol montable, para ofrecer a los niños oportunidades educativas y deportivas”.
My Football Kit no se vende al público general. ¿Y cómo llega a los niños? Por ejemplo, las empresas que apoyan la iniciativa encargan balones de Molten y las organizaciones sin ánimo de lucro y otras entidades de apoyo celebran talleres y otros actos para que los niños puedan experimentar la diversión del juego. De este modo, las empresas contribuyen a los ODS a la vez que buscan la colaboración con las entidades de apoyo.
Aunque hace muy poco que salió, My Football Kit ya ha empezado a contribuir en la paliación de problemas sociales en diferentes contextos:
“En 2020 celebramos un taller para niños de Tailandia y Myanmar como parte de un acto de Toyota. El proceso de montar el balón fomentó con naturalidad la comunicación entre los niños de ambos países y observamos con satisfacción cómo chicos que habían montado el balón juntos jugaban amistosamente. My Football Kit viene sirviendo como juguete educativo para los pequeños de países menos privilegiados y les brinda la emoción de convertir un objeto plano en una esfera y la sensación de logro de montarlo ellos mismos. Esperamos que ayude a mejorar los problemas de la creciente desigualdad de oportunidades y experiencias entre los menores en el mundo”.
Molten ha resuelto un problema del fútbol con un silbato especial para competición. También ha dado un gran paso para resolver los problemas de ese campo que es la sociedad desde su peculiar enfoque. El Valkeen ha seguido sonando en los acalorados partidos de los estadios de Catar hasta el final del mundial.
Fotografía del titular: Nishimura Yūichi, que arbitró el partido de España contra Honduras que se celebró en el estadio Ellis Park en el Mundial de 2010 en Sudáfrica, con el Valkeen en la mano. (AFP / Jiji Press).