Las olimpiadas a través de los récords
¿Por qué atletas de todo el mundo han mejorado sus resultados en plena pandemia?
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El significativo récord mundial de Cheptegei
La pandemia ha obligado a los atletas de todo el mundo a someterse a limitaciones muy estrictas. Algunos no tuvieron más remedio que seguir entrenando en casa durante los confinamientos que se impusieron desde que el virus empezara a propagarse en marzo de 2020. Para más inri, prácticamente todos los campeonatos internacionales se cancelaron hasta junio del mismo año.
Se creyó que el rendimiento de los deportistas se estancaría en estas condiciones competitivas anómalas, ya que no parecía probable que mejoraran sus capacidades clausurados en casa. Sorprendentemente, cuando se fueron retomando las competiciones a partir de verano de 2020, los resultados excedieron todas las previsiones.
En la ronda inaugural de la Liga del Diamante, que tuvo lugar el 14 de agosto en Mónaco, Joshua Cheptegei (Uganda) batió el récord mundial con un tiempo de 12 minutos y 35,36 segundos en los 5.000 metros masculinos, una prueba en la que hacía muchos años que no se renovaba la mejor marca.
El récord que logró el etíope Kenenisa Bekele en 2004, de 12 minutos y 37,35 segundos, era una marca extraordinaria a la que ningún otro corredor había logrado acercarse. Selemon Barega, también de Etiopía, se quedó a 5,67 segundos de Bekele con un tiempo de 12 minutos y 43,02 segundos en 2018. Se creía que tendría que pasar mucho tiempo para que alguien superase el récord vigente.
Cheptegei era un corredor que ya destacaba en los 5.000 metros: en 2017, con 20 años, alcanzó un tiempo de 12 minutos y 59,83 segundos y en 2018 se proclamó campeón en los Juegos de la Mancomunidad (Commonwealth Games). Aun así, se pensaba que estaba lejos del récord mundial, pero fue quien lo batió tras 16 años, y encima lo consiguió en plena pandemia.
La Liga del Diamante es un certamen de 14 rondas para deportistas de élite que se organiza cada año entre mayo y agosto en Europa y Oriente Medio. En 2020 la inauguración se pospuso hasta agosto y, aunque se temía que los deportistas no estuvieran en sus mejores condiciones, fue entonces cuando Cheptegei consiguió su hito.
Superado el récord de Bubka, el Hombre Pájaro
Cheptegei no fue el único que consiguió un récord mundial en la Europa del postconfinamiento. En la tercera ronda de la Liga del Diamante, que se disputó en Roma el 17 de septiembre de 2020, el veinteañero Armand Duplantis (Suecia) voló 6,15 metros en salto con pértiga, sobrepasando el récord mundial en exteriores de 6,14 metros que Sergei Bubka había conservado durante 26 años.
Desde 1998, el récord de salto con pértiga se reconoce independientemente de si se ejecuta en exterior o en interior. Por tanto, estrictamente hablando, el récord de Bubka ya lo había batido Renaud Lavillenie (Francia) en 2014 con un salto de 6,16 metros en interior. Duplantis se había hecho con la mejor marca del mundo en febrero de 2020 con un salto en interior de 6,18 metros, pero romperlo también en exterior tuvo una importancia especial.
Duplantis se topó con la pandemia justo cuando iba a empezar a prepararse para competir en exteriores. Pudo seguir entrenando gracias a las instalaciones de salto que tiene en su residencia de Luisiana, pero es destacable que lograra superar a Bubka en una competición sin público. En estos últimos años, en que los saltadores con pértiga esperan que el público acompañe sus saltos con palmadas, un nuevo récord sin ese apoyo de las gradas resulta aún más valioso.
En septiembre de 2020 surgió una marca increíble, aunque no llegara al récord mundial, cuando Johannes Vetter (Alemania) lanzó la jabalina 97,76 metros en el World Athletics Continental Tour Gold que se celebró en Polonia. Si bien fue la segunda mejor distancia de la historia, cabe señalar que solo el plusmarquista mundial Jan Železný (República Checa) y el propio Vetter han logrado jamás pasar de los 94 metros. Al exceder su marca personal en nada menos que 3 metros y 32 centímetros, el alemán se acercó un paso más al récord mundial de 98,48 metros, intacto desde 1996.
Cheptegei y Duplantis lograron batir récords que llevaban años y años establecidos. La marca a la que Vetter se aproximó también cumple ya un cuarto de siglo. Quizás podemos aventurar que las numerosas limitaciones de la pandemia no afectaron al rendimiento de los deportistas, al menos en atletismo. Lo mismo se puede afirmar, en cierta medida, del atletismo japonés.
Nuevos récords de Japón en 100 metros lisos y 110 vallas masculinos
En 2021 Japón ha declarado el estado de emergencia intermitentemente y ha promovido con insistencia medidas para contener la pandemia. No tuvo un confinamiento como los de Europa, pero sí limitó los entrenamientos multitudinarios y las actividades que implicaran desplazarse entre prefecturas.
Estando así el panorama, el 6 de junio Yamagata Ryōta estableció un nuevo récord de Japón en la carrera de 100 metros lisos masculinos con un tiempo de 9,95 segundos. El 27 de junio el saltador de longitud Hashioka Yūki logró su mejor distancia personal con un salto de 8,36 metros, la segunda mejor marca de la historia nacional y la séptima del ranquin mundial, y el mismo día Izumiya Shunsuke batió el récord del país en 110 metros vallas con un tiempo de 13,06 segundos. En definitiva, los japoneses lograron marcas que no pueden pasar desapercibidas, al nivel de los deportistas más potentes del mundo.
¿Cómo puede ser que, a pesar de las restricciones, hubiera tantos deportistas que exhibieron resultados excelentes en Europa, Estados Unidos o Japón?
En primer lugar, las restricciones del entorno de los deportistas no afectaron a su preparación. Los recientes avances en las telecomunicaciones han permitido mantener la eficiencia de los entrenamientos en solitario, por ejemplo, gracias al intercambio de vídeos cuando no es posible reunirse en persona con los entrenadores o bien con la mejora de las técnicas de análisis de datos. Por supuesto que los deportistas también tuvieron que hacer muchos ajustes, pero la tecnología parece ser un buen apoyo para el mundo de la competición.
Otro factor que pudo contribuir a la abundancia de marcas extraordinarias fue el hecho de que los deportistas, mucho más descansados gracias a la moderación del ritmo de entrenamiento y la reducción drástica de las competiciones, tuvieran una mejor condición física. Es posible que, al no estar constantemente centrados en perseguir resultados, evitaran el sobreentrenamiento y corrieran menos riesgos de lesionarse. También puede que alejarse de las competiciones durante una temporada les ayudara a recargarse mentalmente. Sea como fuere, no hay duda de que la situación les brindó una oportunidad de replantearse su trayectoria con detenimiento.
Si bien es de suponer que las cosas se desarrollaron de forma bastante distinta para los deportes de pelota que se practican en equipo, la proliferación de buenas marcas en las disciplinas individuales de atletismo constituye un hecho interesantísimo que ha levantado las expectativas de cara a Tokio 2020.
Fotografía del encabezado: Joshua Cheptegei alza la bandera de Uganda mientras celebra el récord mundial en 5.000 metros que logró en la Liga del Diamante de 2020. Mónaco, 14 de agosto de 2020. (AFP / Jiji Press)
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