Escenas olímpicas de un famoso locutor japonés: recuerdos con deportistas y sucesos detrás de cámara
Recuerdos de un locutor: el nuevo coronavirus acabó con nuestros planes
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Un calendario inexistente
Quizás esta sea la primera vez que nos enfrentamos a una situación que nos encara tan claramente a la frustración de no ver el final de algo porque ni siquiera podemos empezar. Hasta ahora, dábamos por sentado que todas las cosas a nuestro alrededor, si comenzaban, también tendrían un fin.
En los deportes sucede lo mismo. Hasta ahora, era un ciclo continuo desde el momento en el que se cuenta con un calendario que permite empezar a establecer ciertos objetivos, mantener la motivación y competir. La pandemia que azota al mundo congeló este ciclo en un abrir y cerrar de ojos y destruyó por completo el calendario, que representa una brújula en nuestras vidas.
El 24 de marzo se hizo oficial que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 cambiarían de fecha. Esto, por supuesto, significó cierto nivel de tranquilidad para los atletas y el mundo de las competiciones deportivas. Las organizaciones deportivas y de competiciones de todo el mundo recibieron con beneplácito la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de posponer los Juegos Olímpicos hasta 2021, como lo demuestran sus sitios de internet.
No obstante, esto no fue una panacea que resolviera todos los asuntos pendientes en el mundo del deporte. Ni siquiera se tiene claro si se podrán llevar a cabo los torneos programados y otros eventos antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos. No son pocas las lecciones que se aprenden en enfrentamientos reales con el contrincante, como por ejemplo la atmósfera del encuentro, tener ojo táctico, revisar las condiciones y analizar al rival. Las organizaciones deportivas no pueden empezar a trabajar a pesar de que comprenden lo importante que es ofrecer oportunidades de competir a los deportistas. No tienen las herramientas para comenzar a tomar decisiones, empezando por la reserva de lugares para las justas deportivas, contratos con los patrocinadores o la adjudicación de los derechos de transmisión.
Para intentar paliar esta situación, el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Tokio y el COI se reunieron el 16 de abril vía videoconferencia y acordaron algunas directrices. Convinieron en que se analizarían medidas que maximicen y racionalicen el nivel de los servicios, así como el establecimiento de un diálogo y la valoración de las repercusiones del cambio de las fechas y la reducción de costos. A pesar de que ahora se cuenta con cierto rumbo, es obvio que todavía no se pueden dar recomendaciones específicas con respecto a las fechas de las competiciones particulares.
Poniendo a prueba la flexibilidad
Haciendo un poco de memoria, la primera noticia sobre el nuevo coronavirus se dio a conocer en la Nochevieja de 2019. Ya en el 2020, el día de Año Nuevo, se jugó la final de la Copa del Emperador de fútbol en el Nuevo Estadio Nacional. Seguramente muchos se imaginaron cómo serían los Juegos Olímpicos que se aproximaban. Después de conseguir la sede, los Juegos Olímpicos de Tokio se enfrentaron a algunos obstáculos como el problema de construcción del Estadio Nacional o la selección de emblemas para el evento, pero gracias a un buen trabajo se lograron completar los preparativos para la competición. Esto fue fruto de la idiosincrasia japonesa de ser muy escrupulosos con el tiempo.
La puntualidad es algo que prevalece en el mundo deportivo de Japón. Además de no retrasarse en los tiempos de reunión, también se recomienda tomar medidas lo antes posible para las cuestiones importantes: decidir un calendario, o la selección de deportistas y de las instalaciones. Tener suficiente tiempo es algo necesario para ser precavido y pensar con serenidad. Estas características son justamente lo que el COI alabó en repetidas ocasiones de Japón, su capacidad de materialización, algo que también podríamos denominar como una importante conducta que ha servido de cimiento para el país.
Además de respetar los tiempos, los japoneses responden de manera expedita. Sin embargo, estas conductas tan apreciadas en Japón podrían representar un obstáculo para sus deportistas en esta ocasión. Respuestas como: “Eso no lo sabía”, “¿Por qué no me lo dijiste antes?” dejan en claro que somos buenos para ajustarnos a planes establecidos, pero no tanto ante los cambios bruscos.
Tengo experiencias al respecto con algunos deportistas japoneses. Si los Juegos Olímpicos se pueden llevar a cabo tal como se tiene planeado, en el verano de 2021, los deportistas tendrán algunas competiciones previas. Habrá que ver si pueden ajustarse de inmediato a las fechas que les notifiquen uno o dos meses antes las organizaciones deportivas. Suelen ocurrir algunos inconvenientes en la administración de estas competiciones. ¿Aún en esas condiciones podrán explotar todas sus capacidades?
Hay que mantener una mentalidad firme frente a un virus que pone en riesgo la vida de la personas. También hay que estar preparado física y mentalmente para cualquier situación que se presente el próximo año, que se percibe borroso e incierto. La situación actual exige de cada uno de nosotros mucha paciencia y fortaleza, además a largo plazo.
Fotografía del encabezado: el Nuevo Estadio Nacional (Jiji Press)
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