¿Quién fue en realidad Sugihara Chiune?
Sugihara Chiune, el agente de inteligencia que salvó miles de vidas
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Un agente de inteligencia destacado
Sugihara Chiune, que había aprendido ruso en Harbin (actual provincia china de Heilongjiang), base estratégica para la lucha de Japón contra Rusia antes de la Segunda Guerra Mundial, fue contratado como intérprete de ruso por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Se convirtió en un destacado agente de inteligencia que captaba y analizaba información sobre la Unión Soviética para el Consulado General de Japón en Harbin. Su capacidad informativa era tal que la Unión Soviética rechazó su posible traslado a Moscú. En agosto de 1939, poco antes de estallar la guerra, fue enviado a Kaunas —capital provisional de Lituania—, para establecer un consulado japonés. Su misión principal pasó a ser captar y analizar información sobre la URSS.
Pocos días antes de que Sugihara llegara a su nuevo destino en Kaunas, el mundo se vio impactado por la noticia de la firma del Pacto de no Agresión Alemania-URSS por parte de Hitler y Stalin. Las negociaciones también originaron un acuerdo secreto para dividir y ocupar Polonia y otros territorios de Europa oriental. La guerra estalló justo después. La Unión Soviética ocupó la mitad acordada y se anexionó también los países bálticos.
El 17 de julio de 1940, los refugiados judíos empezaron a acudir en masa al consulado de Kaunas para solicitar visados que les permitieran huir del país. El 26 del mismo mes, Sugihara decidió que emitiría visados de tránsito a tantas personas como pudiera. En aquellos momentos las autoridades soviéticas habían decidido anexionarse Lituania y ordenaron a otros países cerrar las oficinas diplomáticas que tenían allí. Hasta que se marchó de Kaunas a principios de septiembre, Sugihara emitió unos seis mil visados para personas judías, bajo las advertencias de las autoridades japonesas, que le indicaban precaución en la tramitación de tales documentos.
Nuevos descubrimientos sobre los visados concedidos por Sugihara
Se dice que, durante su estancia en Kaunas, Sugihara dedicó todo su tiempo —sacrificando incluso horas de comer y dormir— a emitir visados. Sin embargo, eso no es lo que se deduce de un telegrama que envió al ministro de Asuntos Exteriores Matsuoka Yōsuke el 31 de julio de 1940, seis días después de empezar a emitir visados para los refugiados judíos, hallado hace poco entre los archivos diplomáticos.
El telegrama diplomático mandado por Sugihara dice lo siguiente: “La Embajada de Alemania no ha recibido la orden de retirar a sus ciudadanos de Lituania, que ahora forma parte de la Unión Soviética. Los líderes alemanes de organizaciones privadas afirman que no se ha llegado a ningún acuerdo entre alemanes y soviéticos sobre el futuro de los acuerdos económicos existentes entre Alemania y los países bálticos después de su anexión al territorio soviético. Por otro lado, Argentina retiró al personal consular el 20 de julio, mientras que los estadounidenses, italianos, suecos y suizos que siguen en Lituania han empezado a marcharse estos últimos días por instrucción de sus embajadas, pero han surgido quejas sobre lo extremadamente estrictos que son los trámites para abandonar el país”.
Shiraishi Masaaki, que lleva más de treinta años trabajando en los archivos diplomáticos del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, donde lidera las investigaciones sobre Sugihara Chiune, fue quien encontró ese telegrama diplomático que arroja nueva luz sobre la vida del célebre diplomático. Shiraishi ha publicado obras como Sugihara Chiune: jōhō ni kaketa gaikōkan (Sugihara Chiune: un diplomático dedicado a informar) a partir del estudio extensivo de documentos históricos. Al parecer, el revelador telegrama se hallaba en un archivo titulado Zaigai kakkoku kōkan kankei zakken “Lisuania” Koku no bu (Documentos variados de misiones diplomáticas internacionales: Lituania).
Shiraishi explica así la importancia de su hallazgo: “Creíamos que en aquella época Sugihara se dedicó exclusivamente a la concesión de visados en masa. Sin embargo, el telegrama demuestra que prosiguió con su misión original de captar información, lo que lo transforma notablemente la imagen que se tenía de él hasta la fecha. Durante aquel periodo envió al ministerio una serie de telegramas sobre los visados, pero el que acabamos de descubrir muestra que Sugihara informaba también de la situación en Europa partiendo de las medidas de evacuación de distintos países”.
“Sugihara contaba con una red de informadores compuesta por cónsules alemanes y ciudadanos de a pie que le permitió saber que las autoridades teutonas recibían un trato especial de la URSS en cuanto a la evacuación de sus residentes. Alemania tenía fuertes vínculos con los países bálticos, y en Japón se consideraba que la invasión del territorio por parte de la URSS iba a comprometer las relaciones entre dicho país y Alemania. Sugihara, sin embargo, viendo que las oficinas consulares alemanas eran las únicas a las que se permitía seguir activas y que los alemanes se mostraban tranquilos, adivinó que la luna de miel soviético-alemana iba a continuar bajo el pacto de no agresión. Esto demuestra que era un agente de inteligencia excelente”, añade Shiraishi.
Sugihara ante la URSS de Stalin
La versión generalmente aceptada del periodo de Sugihara en Kaunas es que allí se dedicó a expedir visados para salvar a los judíos a escapar del régimen nazi. Shiraishi, no obstante, defiende que muchos de los judíos a los que ayudó eran miembros de la población que habían sufrido el antisemitismo soviético desde tiempos del imperio ruso. Según las investigaciones más recientes llevadas a cabo en Lituania, la mayoría de los judíos que huyeron allí desde Polonia tras su división por parte de Alemania y la URSS procedían de territorios controlados por los soviéticos.
Lituania fue anexionada a la URSS el 3 de agosto de 1940, cuando Sugihara se dedicaba a conceder visados intensivamente. “Además de las atrocidades de Hitler, Sugihara debía de estar preocupado por la amenaza del ejército de Stalin. Creo que fue al ver la crueldad de Stalin en la anexión de los países bálticos cuando decidió empezar a emitir visados a los refugiados judíos aunque no cumplieran los requisitos establecidos por el Gobierno japonés: contar con suficientes fondos para el viaje, tener un acuerdo de otro país para su inmigración, etc.”, afirma Shiraishi.
Visados también en la Praga ocupada por los nazis
La enérgica lucha de Sugihara contra los nazis empezó después de su periodo en Kaunas, cuando fue destinado al consulado japonés en Praga, en septiembre de 1940. Checoslovaquia había quedado dividida tras los Acuerdos de Múnich del 38 y se hallaba bajo dominio alemán.
Hasta hace poco, las investigaciones sobre Sugihara casi no se habían detenido en las actividades del diplomático en Praga, en gran parte debido a la lista de visados emitidos durante su estancia de seis meses que él mismo elaboró, en la que figuran solo 72 personas, de las cuales 66 eran judías; cifras muy reducidas en comparación con el periodo de Lituania.
Sin embargo, Shiraishi se centra en el testimonio del profesor experto en política internacional John Stoessinger, judío estadounidense nacido en Austria, que a los 13 años recibió uno de los visados emitidos por Sugihara en Praga. John acudió con su familia al consulado japonés al enterarse de que su nuevo cónsul general expedía visados de tránsito japoneses a aquellos que no tenían a dónde ir, incluidos los refugiados judíos. Al llegar al consulado, se había formado una cola de varios días de espera. Cuando por fin le llegó el turno a la familia de John, Sugihara se dirigió a ellos en alemán y les concedió el visado. Gracias a ello, la familia pudo huir a Shanghái vía Japón y emigrar a Estados Unidos después de la guerra.
El testimonio de Stoessinger demuestra que, en Praga, Sugihara siguió expidiendo visados como lo había hecho en Kaunas. Shiraishi propone la siguiente hipótesis: “Como el Ministerio de Asuntos Exteriores le exigía que respetase los requisitos para la concesión de visados, en Praga Sugihara elaboró una lista solo con aquellos que cumplían las condiciones y la envió a Japón. Pero seguro que, por otro lado, siguió dando visados a los refugiados que huían de los nazis, igual que en Kaunas. Así que creo que a la lista de Praga en realidad le falta una cifra. Sugihara arriesgó su vida para salvar a otras personas estando en territorio nazi”.
Sugihara libró una batalla en solitario contra los que se consideran los dictadores más terribles del siglo XX, Hitler y Stalin. En mayo de 1941, envió a Japón otro telegrama crucial en el que preveía con acierto el enfrentamiento soviético-alemán: “El ejército alemán se ha concentrado en la frontera soviética. El mes que viene observaremos algún desarrollo decisivo en las relaciones entre Alemania y la URSS”.
Esbozar un retrato completo del personaje
Poco conocemos de la verdadera personalidad de Sugihara Chiune, ya que el agente de inteligencia cumplió a rajatabla la regla básica de su profesión —no hablar de ella— y no dejó ningún diario ni escrito personal.
Shiraishi insiste en la importancia de considerar la figura de Sugihara en su contexto histórico: “El Sugihara del telegrama que hemos encontrado no anula al Sugihara que conocíamos hasta ahora. Al descubrirlo como un hábil agente de inteligencia, además del héroe que llevó a cabo una misión humanitaria, obtenemos un esbozo más real de él como persona que vivió una época muy convulsa”.
En las próximas entregas de esta serie seguiremos los pasos de la trayectoria de Sugihara para hacernos una idea cada vez más precisa de quién era en realidad.
(Las declaraciones de Shiraishi Masaaki constituyen su visión personal y no representan la postura oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón.)
Fotografía del encabezado: A la izquierda, una fotografía de Sugihara Chiune a los 36 años, tomada en 1936, que iba pegada a su pasaporte diplomático. A la derecha, listas de las 2.139 personas que recibieron visados de tránsito emitidos por Sugihara en el consulado de Kaunas, Lituania. Cortesía del Ministerio de Asuntos Exteriores.