‘Wonderwall’: esperanza al otro lado de la pared
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Wonderwall es la versión cinematográfica de una serie de televisión emitida en 2018 por NHK BS. Inicialmente una serie local de Kioto, un proyecto modesto, que fue reverberado por las ondas con un amplio apoyo centrado en las redes sociales.
Maeda Yūki era un joven director de NHK Kyoto Broadcasting en el momento del lanzamiento de la serie, y tenía tan solo veinticinco años. En tándem con Maeda, quien se encargaba por primera vez de la producción de una serie, la encargada de crear la historia tras documentarse en un dormitorio real de estudiantes fue Watanabe Aya, conocida por escribir la serie matutina de la NHK Kānēshon (Clavel, 2011).
Qué proteger más allá del valor económico
“Cuando empecé a producir esta serie, en un principio quería compartir situaciones y problemas menos conocidos con la mayor cantidad de gente posible, hacer pensar al público. En 2018, cuando comencé a escribir el guion, las políticas de fuerza bruta del Gobierno se habían hecho prominentes en muchos lugares, pero creo que muchas personas aún no lo notaban. Hablo, por supuesto, de que el Gobierno decidiera todo tipo de cosas mientras sus votantes permanecían en babia; sentía pavor ante la idea de la inconsciencia de la sociedad al respecto”.
Ese pavor que Watanabe sintió nos lleva a considerar si deberíamos replantearnos una existencia abandonada en este mundo de supremacía económica. La historia de Wonderwall se traza a través del sistema y las batallas de los jóvenes contra el plan de demolición de un histórico dormitorio estudiantil.
“Siento que todos recibimos un mensaje mientras estamos vivos: ‘Aquello que pierde su valor económico no tiene razón de ser; tíralo’. Pero hay cosas que uno siente como importante, a nivel personal; creo que es importante protegerlas con convicción, y si logramos hacerlo nuestras acciones a su vez protegerán nuestro futuro mismo”.
“Todos envejecemos. Precisamente por eso, si pensamos que lo viejo no tiene valor nos estamos maldiciendo a nosotros mismos. Es por eso que respetar y proteger incluso un edificio viejo, que ya no crea valor económico, respetar la historia que se dio en ese lugar y a las personas que existieron en él una vez, y apreciar esos pensamientos puede estar vinculado a la idea misma de cuidar a nuestro yo futuro”.
Romper el sello a través de las generaciones
La historia está ambientada en el dormitorio Konoe, en un rincón de una universidad de Kioto. Se trata de un dormitorio estudiantil con más de cien años de historia, en el que vive de forma autónoma un grupo de estudiantes excéntricos, los bichos más raros del campus -tanto los otros como ellos mismos opinan así-, que lograron esta autonomía tras largos años de esfuerzos y mantienen en el lugar su propio orden. Pero incluso un dormitorio tan famoso como este se enfrenta al paso del tiempo, y su envejecimiento da origen a un plan para su reconstrucción, lo cual provoca un intenso debate.
Las opiniones de la administración, que quiere convertir el lugar en un edificio de gran altura, y las de los estudiantes del dormitorio, que quieren mantener el edificio actual y repararlo, entran en conflicto directo. A medida que la discusión sigue líneas paralelas, la actitud de la universidad se va endureciendo, y finalmente avisa a los estudiantes que deben evacuar el edificio. Cuando los estudiantes organizan una protesta, se dan cuenta de que la División de Asuntos Estudiantiles ha levantado una pared para bloquearlos. Un día, una joven aparece al otro lado de la pared. Su presencia comienza a causar confusión entre los estudiantes, que hasta entonces habían estado unidos…
Seguramente habrá quien haya oído decir que la película es la historia de un famoso dormitorio de Kioto, y se hayan sorprendido. De hecho, al parecer la emisión de la serie provocó una gran reacción por parte de exestudiantes, que empatizaban con los movimientos de los estudiantes en los dormitorios.
“Muchas personas mayores vinieron a hablar con nosotros en los eventos con proyección. Nos decían que todo aquello era cosa de su época, y que habían abandonado la idea de hacer pensar a los jóvenes de ahora, que no debían imponerles nada; pero cuando vieron la película se les escapaba una sonrisa, y decían que estaba bien romper ese sello. Cuando los escuchaba hablar de ese modo me convencía de nuevo: no debemos sellar esa emoción que nos mueve a proteger lo que apreciamos”.
Un lugar importante que mantener en la sociedad de consumo
La problemática que Watanabe consideraba mientras escribía Wonderwall parecía llevarla de vuelta al mismo punto: cómo puede cada persona revisar sus nociones sobre aquello que aprecia. A medida que continuamos viviendo en una sociedad estandarizada de consumo tendemos a perder de vista estas nociones.
“Vivo en la prefectura de Shimane, y muchas de las personas que viven en esta área piensan que los niños deberían abandonar estos campos viejos y vacíos, e ir a vivir con alegría en la ciudad. Lo cierto es que en realidad deberían desear que los jóvenes se quedaran en casa y cuidaran de sus hogares y sus pueblos, y no hay razón alguna para no desearlo, pero la gente tiende a creer que hay que ser discreto con respecto a lo local. Da la impresión de que les han robado su orgullo; es muy decepcionante. Quiero gritarles a todos que ya no estamos en esa época”.
“Incluso cuando caminas por la ciudad te asaltan todo tipo de anuncios atractivos. Habla inglés, depílate, blanquéate la piel... Pero creo que es importante pensar con cuidado si realmente necesitamos gastar ese dinero. Pensar qué debemos proteger, para nosotros mismos, para el mundo. Por ejemplo, comprar verduras de la región, ver películas en una pequeña sala de cine, o ir a nuestra cafetería favorita. Pensemos en lo que podemos hacer para mantener nuestros lugares favoritos”.
La víspera de cruzar el muro
Realizamos esta entrevista justo cuando se confirmó el primer brote colectivo del nuevo coronavirus en una sala de conciertos de Japón. En las semanas siguientes, el número de infecciones aumentó de manera explosiva, y muchos de esos “pequeños lugares favoritos”, incluidos los minicines, han tenido problemas. Watanabe describió la recién nacida sensación de crisis que sentía en aquel momento.
“Ser incapaz de actuar o proyectar películas debido a un virus es un nivel diferente de crisis que la libertad de expresión. La sociedad está confundida, y la gente se enfada al darse cuenta de los problemas que se han dejado de lado hasta ahora. A primera vista es simple confusión, pero se trata de un gran paso adelante, en el sentido de que está resultando evidente que el sistema no puede hacer frente a la crisis; creo que los cambios van a comenzar de verdad a partir de ahora. Se puede decir precisamente que estamos en la víspera de pasar al siguiente paso. No es probable que la cuestión de la expresión cambie hasta que hayamos superado todo esto. La consciencia de que algo debe cambiar, que hay que cambiarlo, se hará mucho más fuerte de ahora en adelante”.
Un mes después de la entrevista, Wonderwall Gekijōban alcanzó la fecha prevista de lanzamiento, pero tres días antes se emitió la declaración del estado de emergencia para Tokio, Osaka y otras cinco prefecturas, y la proyección se pospuso en todo el país, excepto en Kioto y Onomichi. (Desde el 18 de abril, las salas Kyoto Demachiza y Cinema Onomichi también cerraron). Ahora solo podemos esperar a que las cosas se calmen y llegue el día en que esta obra pueda llegar a muchas personas.
Al final de la película se reúnen muchas personas, su conciencia social despertada por la serie, para apoyar el dormitorio Konoe en respuesta al llamamiento de los organizadores, y participan en una gran sesión musical. Se crea música con todo tipo de instrumentos musicales, por medio de todo tipo de emociones, interpretada por una gran variedad de personas. La energía que desborda este final seguramente dará coraje al público para enfrentarse a la crisis, así como una esperanza que ya se vislumbra en el futuro.
Imágenes de la entrevista: Hanai Tomoko
Entrevistadora: Watanabe Reiko
(Artículo traducido al español del original en japonés.)
Proyecto derivado de Wonderwall gekijōban
Wonderful World, ya disponible
Un proyecto en el que el protagonista, Sudo Ren, entrevista a varias personas con todo tipo de trasfondos y trata de descubrir el mundo tras el coronavirus para encontrar las semillas de una nueva esperanza. El primer episodio, emitido el 26 de abril, se titula “Crisis y música”, y cuenta como invitado con el compositor y músico Iwasaki Taisei, quien trabajó en la música de Wonderwall gekijōban.
Información de la película
- Reparto: Sudo Ren, Okayama Amane, Mimura Kazunori, Nakazaki Toshi, Wakaba Ryūya, Yamamura Momiji, Futakuchi Daigaku / Narumi Riko
- Dirección: Maeda Yūki
- Guion: Watanabe Aya
- Música: Iwasaki Taisei
- Distribución: Spotted Productions
- Año: 2018
- País: Japón
- Duración: 68 minutos
- Página web oficial (en japonés): https://wonderwall-movie.com/