‘Momi no ie’: la historia de una joven que lucha por abrir su corazón a los demás
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El genio y la ansiedad de una joven de 16 años
El título de la película, Momi no ie (La casa de abeto), es el nombre de unas instalaciones donde se fomenta la independencia de jóvenes con problemas como la delincuencia, el rechazo a la escuela, el encierro en casa (hikikomori) y el síndrome NEET (“nini”). En este lugar viven chicos y chicas que en un principio han cerrado como con una cáscara sus corazones, bajo el peso de la ansiedad y la soledad. Con el tiempo, y gracias a las sanas costumbres del lugar -levantarse y acostarse temprano, trabajar en el campo- encontrarán algo de placer en su vida diaria.
La protagonista es Ayaka, una joven de 16 años que vive en Tokio con sus padres y termina por dejar la escuela, al no poder adaptarse a esa vida escolar. Su madre, preocupada, la insta a acudir a la casa de acogida, sita en una aldea rural de Toyama, y la chica acepta. Ayaka, que se siente incapaz de mezclarse con los demás y está acostumbrada a dudar de todos por miedo a que la odien, ha ido perdiendo su brillo, pero la vida en un lugar de tan hermosa naturaleza, que la provee de deliciosos alimentos, así como el contacto con personas amables que la tratan con cariño, termina por devolverle esa luz perdida.
La película cuenta con Sakamoto Yoshihiro a la dirección, quien debutó en 2017 con Mashiro no Koi (Un amor totalmente blanco). Para su segunda película decidió adaptar la novela de éxito Dramatic children, obra de Nonami Asa publicada en 1996. El libro se basa en una historia real ambientada en unas instalaciones llamadas Peaceful House Haguregumo, ubicada en las afueras de la ciudad de Toyama. Al preparar la producción, Sakamoto, quien consideraba de manera muy realista el rodaje en el lugar como un prerrequisito, pensó que sería factible poder hacerlo. Se sentía movido, ante todo, por el hecho de que la localización fuera su Toyama natal, y que la historia hablara de adolescentes.
“¿Recuerdan una película de Yamada Yōji llamada Jūgosai gakkō IV (Quince años - Escuela IV, de 2000)? Yo tenía, cuando salió, más o menos la misma edad que los personajes, y soñaba con ir a Yakushima haciendo autostop. Cuando por fin visité el lugar, ya como adulto, me di cuenta de que para un adolescente cada detalle puede significar sueños y esperanzas. Por eso sentía el deseo de hacer una película de ese tipo. A los trece años el ego de una persona aún no ha aparecido realmente, y a los diecisiete o dieciocho empieza a madurar un poco. Por eso consideré que lo mejor sería tener personajes de primero de instituto, de quince o dieciséis años”.
Ir a la escuela no lo es todo
Sakamoto visitó en persona Peaceful House Haguregumo; durante su visita se levantó temprano para pasear, y entrevistó a los residentes.
“Está claro que no tienen en principio el menor deseo de ir a la escuela, pero tampoco cuentan con un entorno familiar en el que puedan decir eso, y precisamente por este motivo se van cerrando al mundo. Se trata de un malentendido con los padres que va empeorando con el tiempo. Cuando un chico tiene problemas en la escuela, si puede contárselo a sus padres y pedirles consejo podrá resolverlo de algún modo, pero los habitantes del centro de acogida no pueden”.
En las instalaciones reales no son pocos los chicos que comienzan a asistir de nuevo a clase tras dos meses. Pero al director le pareció difícil contar su película partiendo de esa realidad.
“Pensé en el medio año que pasa desde la siembra de arroz a la cosecha. Decidí ambientar la película tanto en invierno como en primavera. A la hora de expresar cómo crece una joven, creo que es mejor tomarse el tiempo necesario para lograr más realismo. Tardamos unos treinta días en rodar el año que transcurre en la historia”.
En Momi no ie los habitantes tienen a su alcance diversas experiencias que nunca tendrían en la ciudad, a lo largo de las estaciones, a través de encuentros y despedidas. Y con ellas, Ayaka no deja de crecer. ¿Cómo se enfrentará al hecho de que fueron sus propios padres quienes la metieron en ese centro? ¿Conseguirá ir por fin a la escuela?
“No le he dado tanta importancia a eso de ir o no a la escuela, para empezar. Sea como sea, Ayaka seguirá viviendo con optimismo. Lo que yo quería era comunicar cómo ella se iba abriendo lentamente a la comunicación con los otros habitantes del lugar, abriendo su corazón como ser humano, de forma cada vez más positiva. Al mismo tiempo, esta es una historia sobre una relación familiar que se va recuperando”.
Pero, ¿cómo se podía contar el final de esa historia cinematográficamente? Durante el rodaje, el director seguía pensando qué decisiones hacerle tomar a Ayaka.
“Personalmente yo no creo que el problema estribe en ir o no a la escuela. Pero mientras me documentaba entrevisté a varios padres, y estaba claro que muchos de ellos querían que sus hijos fueran a la escuela, que fueran como los demás chicos de su edad. Sin embargo yo no quería que pensaran que esa era la respuesta correcta al ver esta película. Quería que protestaran, diciendo que solo era una película, y en realidad eso no lo es todo. Quería poder continuar por ahí, y verme quizá recompensado con un diálogo… Bueno, lo cierto es que fui encontrando este tipo de ideas mediante el debate abierto con todos, incluidos los actores”.
La vida cotidiana en la casa de abeto
En su trabajo anterior, Mashiro no koi, Sakamoto tuvo que quedarse a dormir en el lugar de rodaje con el reparto y el equipo técnico debido a la falta de presupuesto. El director pensó que este método sería apropiado para una obra así, en la que se habla de una casa cuyos habitantes comparten su día a día. Sakamoto encontró una vieja casa vacía en un pueblo rural en la llanura de Tonami, en el oeste de la prefectura de Toyama, y la dotaron de una atmósfera de vida normal con objetos cotidianos.
“Al principio les dije a todos que viviríamos allí. Ogata estaba contento y me dijo que le apetecía mucho. Pero cuando intenté vivir allí de verdad me di cuenta de que el ambiente no era nada bueno… (risas). Las cañerías estaban en un estado bastante lamentable, así que lo dejamos por imposible”.
En lugar de hacer eso, justo después de comenzar el rodaje les dimos a los actores que hacían de huéspedes de Momi no ie el día libre cuando llegaron a la casa, para que lo pasaran como les apeteciera.
“Lo que quería ante todo era conseguir que la gente interactuara. Les pedí que imaginaran lo que solían hacer en sus vidas diarias, lo que los rodeaba, cómo pasaban sus días. Podían dormir, estudiar, o pasar el tiempo sin más”.
Durante el rodaje ocurrió algo inesperado: Sasaki Sumie, una gran actriz veterana que interpretaba a una anciana del vecindario a la que Ayaka admiraba, murió.
“Me contó muchas historias. Me enseñó la forma de actuar de una verdadera actriz, el modo de vida de los actores. Era muy amable, y dicen que le regaló unos pendientes a una chica del equipo, durante el rodaje. Tal vez para ella la película fuera una oportunidad para transmitir algo a muchas personas. Desde que Sumie murió cada vez siento con más fuerza el deseo de que esta obra dure, pasen diez años, veinte o los que sean”.
Entrevista: Watanabe Reiko
Texto: Matsumoto Takuya (Nippon.com)
(Artículo traducido al español del original en japonés.)
Información de la película
- Reparto: Minami Sara, Ogata Naoto, Tanaka Misato, Nakamura Aoi, Watanabe Makiko, Nikaidō Satoshi, Sugawara Daikichi, Sasaki Sumie
- Dirección: Sakamoto Yoshihiro
- Guion: Kitagawa Ayako
- Música: Michiru
- Tema principal: Ashita wa, (Mañana…) de Yōmō to Ohana (LD&K)
- Producción: © Comité de Producción de Momi no ie
- Producción ejecutiva: Kotori
- Distribución: Bitters End
- País de origen: Japón
- Año de producción: 2020
- Duración: 105 minutos
- Página web oficial: www.mominoie.jp
- En Shinjuku Musashino Kan, Human Trust Cinema Yūrakuchō y otros cines de todo Japón