El realismo aplastante de ‘Missing’, espejo de los tiempos
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¿Puede llegar una persona acorralada a mostrar una expresión tan aterradora y emitir de sus entrañas sonidos tan espeluznantes como en esta película? Misshingu (Missing, “desaparecida”) representa un conmovedor drama humano en el que alcanzamos las profundidades de una mujer enfrentada a una situación extrema, en todos los sentidos de la palabra. El director y guionista Yoshida Keisuke trata a sus personajes sin miramientos, sin llegar nunca a mostrarles empatía o simpatía.
Miu, una niña, desaparece de cierto pueblo. Su madre, Saori (Ishihara Satomi), y su padre, Yutaka (Aoki Munetaka), hacen todo lo posible por reunir información para dar con su paradero, pero la policía apenas avanza en su investigación. La única persona en la que pueden confiar es Sunada (Nakamura Tomoya), periodista de una cadena de televisión local que empieza a cubrir la noticia de la familia desde la desaparición de la niña. Sin embargo, incluso después de emitir un programa sobre la misma, no disponen de información significativa. Aunque solicitan información al público, ninguno de los contactos que realizan les proporciona datos útiles.
La última persona que vio a Miu antes de que desapareciera fue el hermano menor de Saori, Keigo (Mori Yūsaku). Las acciones de Keigo el día del incidente resultan sospechosas y su testimonio no es nada claro, por lo que hay quien duda de él. La relación de Saori con su hermano termina por desintegrarse por completo, y ya ni siquiera pueden comunicarse.
Saori, además, había acudido a un concierto de su artista favorito el día de la desaparición, y se siente muy culpable por no haber notado que su hija ya no estaba. A pesar de la dureza de las críticas que recibe en Internet, que la tachan de irresponsable y de haber abandonado a su hija, Saori no puede apartar la vista de esas palabras, y empieza a hacer caso omiso a Yutaka, que se preocupa por ella. La protagonista comienza a desconfiar del comportamiento de su marido, e incluso en su matrimonio empiezan a aparecer grietas.
En ese momento los superiores de Sunada, que sigue entrevistando a la familia de Saori durante el proceso, le piden que idee un programa y unos contenidos con los que atraer a más espectadores. ¿Hará el reportaje que debe hacer como periodista, seguirá los deseos de sus jefes en la cadena de televisión, o pondrá a Saori y su familia en primer lugar? El conflicto de Sunada y sus noticias causan aún más confusión entre los involucrados en el incidente.
Un realismo aplastante
La película se ve impulsada por un realismo meticulosamente diseñado. Desde el momento en que comienza la historia hasta la escena final el público se ve atrapado por una dirección muy cuidadosa de las emocionantes actuaciones del reparto. La forma de hablar de los actores, sus voces y expresiones no llegan a ser nunca demasiado dramáticas ni se mantienen en un nivel innecesariamente realista, pero al mismo tiempo exudan una extraña sensación de tensión. Se trata de una obra poco común en cuya historia el espectador se sumerge casi sin querer, solo con ver a sus personajes.
Ante todo Ishihara Satomi, que da vida a Saori, la protagonista, merece una atención especial. Ishihara controla sus expresiones y el tono de su voz como jamás se ha visto en pantalla: la desesperación y frustración cuando la hija de Saori desaparece de pronto, las expectativas y la desconfianza hacia quienes la rodean, y la ansiedad que la obliga a aferrarse a cualquier cosa… La actriz muestra un grave estado mental en el que se manifiestan una tras otra una serie de emociones distorsionadas y entrelazadas.
Resulta muy sorprendente ver cómo su actuación subvierte por completo la imagen pública convencional, hasta el punto en que el espectador se pregunta hasta dónde puede llegar. Y sin embargo, lo verdaderamente inteligente de esta obra es que no termina de encajar en el estereotipo de la madre acorralada, sino que se adentra en una naturaleza humana compleja y polifacética.
Saori, agotada física y mentalmente, revela a menudo su lado extremadamente agresivo ante Yutaka, Keigo y, a veces, incluso ante Sunada. Quizás fuera una persona con una fiereza oculta en su interior desde antes de que su hija desapareciera; la Saori “normal”, que no vemos representada directamente en la película, es alguien indefenso. En la historia podemos vislumbrarla en cambio en su estado actual de cosas; es decir, una situación fuera de lo común.
Sunada, el periodista que apoya con pasión a Saori pero que es en realidad opuesto a ella, podría ser considerado el otro protagonista de esta película. Nakamura Tomoya suprime las expresiones faciales que suele usar en otras películas, así como su tono de voz, algo que le permite sumergirse por completo en el personaje, actuando como si lentamente sacara a relucir emociones que se arremolinaban en lo más profundo del personaje.
Una historia minimalista que refleja toda una sociedad
Lo importante es que se trata de una historia muy pequeña. No utiliza la desaparición de la niña como punto de partida para discutir la sociedad contemporánea o el crimen en sí. El guion y la dirección de Yoshida Keisuke profundizan en los corazones de los personajes y se centran en la madre que ha perdido a su hija. Como resultado se vuelve más clara la realidad que rodea a esos personajes.
Por ejemplo, Saori busca información sobre su hija con tanta desesperación que recurre a internet y a las redes sociales en busca de ayuda. Está siempre atenta a cualquier publicación difamatoria, y trata de creer incluso en mensajes anónimos que no tienen credibilidad ninguna. Cuando parece sentirse agradecida por la entrevista de Sunada, su actitud cambia de pronto y se pone furiosa. La película nos muestra así a una persona que se deja llevar por lo que la rodea, y que también trata de manipularlo. La razón por la cual Saori empieza a actuar de ese modo, sin embargo, es culpa de agentes invisibles (para Saori), como un usuario anónimo de internet y las altas esferas de la cadena de televisión.
Por otro lado, Sunada recibe nuevas instrucciones de sus superiores, y pese a su conflicto interno al respecto intenta aumentar el dramatismo de la desaparición de Miu. Como también es parte de la cadena de televisión no puede permanecer indiferente hacia los índices de audiencia, las reacciones en las redes sociales y las relaciones con sus superiores y subordinados. Sin embargo convierte el incidente, un asunto muy grave para los implicados, en una herramienta que acaba siendo utilizada con fines periodísticos y de entretenimiento. ¿Cómo reaccionarán Saori y Yutaka en ese momento?
Estos son solo algunos de los diversos casos representados en la obra. A medida que nos centramos en la desaparición y observamos a los diversos personajes a través de medios como las noticias en televisión o las redes sociales, emerge algo casi inaprensible que solo podríamos denominar la “atmósfera” de la sociedad y los tiempos. Es evidente que hay ciertas personas con intenciones maliciosas hacia una persona específica, a quien tratan de acorralar. Y sin embargo también hay algo que no comparte esa malicia, casi cercano a la buena voluntad. En medio de ambas facciones los seres humanos se van desmoronando poco a poco.
Como ya dijimos, en esta cinta no hay empatía o simpatía genuina por los personajes; pero no se trata de una película explícita con malicia, quizá por la cálida perspectiva del director. Por supuesto esto no significa que muestre una simple amabilidad en su punto de vista para el público, sino más bien una ternura terriblemente dolorosa, pero también muy poderosa.
Esta es una película que confronta sus temas y los sentimientos internos de los personajes sin perder un solo momento. Cuando terminan los créditos finales y la sala se ilumina, uno no puede evitar suspirar y preguntarse cómo es posible que una película japonesa llegue tan lejos.
Información de la película
- Reparto: Ishihara Satomi, Nakamura Tomoya, Aoki Munetaka, Mori Yūsaku, Ono Karin, Hosokawa Gaku, Yanagi Yūrei, Miho Jun
- Dirección y guion: Yoshida Keisuke
- Proyecto: Star Sands
- Producción: SS Kōbō
- Distribución: Warner Brothers
- País: Japón
- Año: 2024
- Página web oficial (en japonés): missing-movie.jp
- En salas de todo el país
Tráiler
(Traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: fotograma de la película Misshingu - © 2024 Missing Film Partners.)