‘Kubi’, de Kitano Takeshi: En busca del placer y la impermanencia
Cine Cultura- English
- 日本語
- 简体字
- 繁體字
- Français
- Español
- العربية
- Русский
Kubi (“La Cabeza”, o literalmente, “El Cuello”) es el décimo noveno largometraje de Kitano Takeshi como director. Desde su inicial Sono otoko, kyōbō ni tsuki (Violent Cop, 1989) han pasado ya 34 años, durante los cuales ha seguido creando obras audiovisuales sin descanso pese a sus otros proyectos. Esta película es, sin embargo, su primera obra en seis años. Cuenta con algunos de los mejores actores de la industria cinematográfica japonesa, y es en verdad una película como solo Kitano Takeshi sabe hacer.
Araki Murashige (Endō Ken’ichi), vasallo de Oda Nobunaga (Kase Ryō), quien aspira a unificar todo el país bajo su mando, se rebela contra este y desaparece. Enfurecido, Nobunaga ordena a sus vasallos Hashiba Hideyoshi (Kitano Takeshi) y Akechi Mitsuhide (Nishijima Hidetoshi) que busquen a Murashige. “Podréis heredar mi puesto, dependiendo de lo que hagáis”, les advierte.
Hideyoshi, sin embargo, conspira para aprovechar la ocasión, eliminar a Nobunaga y Mitsuhide, y apoderarse él mismo del control del país. Primero le entrega a Mitsuhide, quien sufre la brutalidad de Nobunaga a diario, al propio Murashige. Hideyoshi le ordena al comediante, y antiguo ninja, Sorori Shinzaemon (Kimura Yūichi), quien ya ha capturado a Murashige previamente. Pero Mitsuhide, enamorado en secreto de Murashige, lo esconde en su castillo.
Hideyoshi utiliza además a Shinzaemon y a un antiguo campesino, Nanba Mosuke (Nakamura Shidō) para descubrir que Nobunaga tiene la intención de que sea su hijo mayor quien herede su puesto, en lugar de uno de sus vasallos. Mientras tanto Nobunaga, frustrado por no poder descubrir el paradero de Murashige, empieza a creer que Tokugawa Ieyasu (Kobayashi Kaoru) es la mente que controla la rebelión, y le ordena a Mitsuhide que lo asesine...
La lucha por la cabeza de Murashige se convierte eventualmente en una batalla por la cabeza del propio Nobunaga, es decir, por el control del país. La película es una historia de generales de guerra que tratan de burlarse unos de otros y unificar el país, de un artista que se mueve entre ellos, de un antiguo campesino con sueños de ser alguien, e incluso de monjes y ninjas, todos ellos, y sus ambiciones y deseos, entrelazados.
Un drama del periodo Sengoku al estilo Kitano
Kubi es el segundo drama histórico de Kitano Takeshi desde Zatōichi (2003). Esta es una historia clásica, ilustrada con imágenes del periodo Sengoku (entre finales del siglo XV y el XVI), y entretejida con las vidas de famosos generales, que avanza hacia el llamado Incidente Honnō-ji, durante el cual Nobunaga encuentra su trágico final. Aunque la historia original está basada en la novela homónima del propio Kitano, la idea de producir la película tardó unos treinta años en cuajar, y Kitano asegura que tenía el guion prácticamente escrito desde hace décadas.
En la historia hay múltiples facciones en conflicto, terceros que intentan burlarlas y sacar provecho, y un par de hombres enviados para atravesar, como si de balas de cañón se tratara, la sociedad vertical firmemente establecida en el momento. La trama y los motivos de esta película son similares a las películas de narrativa yakuza de Kitano, como la serie Autoreiji (Outrage, 2010, 2017), Sonachine (Sonatine, 1993) y Brother (2000). La característica principal en términos de estilo de las obras ambientadas en el periodo Sengoku de Kitano es que reinterpreta ese período, dominado por la clase guerrera, utilizando las estructuras narrativas que mejor domina.
Sin embargo, aunque esta película es un drama coral que describe complejas relaciones humanas y de poder, curiosamente no lleva una fuerte carga argumental. Resulta fácil imaginar cómo sería una “versión Sengoku de Autoreiji” basada en la historia, pero en realidad, en cada obra sucesiva de la serie Autoreiji la atención se centra en la intensidad de las escenas y en sus personajes, más que en la trama. Del mismo modo, en Kubi se da énfasis a diversos elementos que no pertenecen a la trama de por sí, pese a que la novela original, escrita por el propio Kitano, narraba en detalle muchos antecedentes históricos, las acciones de los personajes y la sucesión de los acontecimientos.
Un “cine Kitano” aún más radical
Esta película, en resumidas cuentas, no es un drama conspiratorio o político, como un espectador podría imaginar basándose en la información previa. Tampoco se presta a la exploración de personajes, algo que suele verse en películas históricas donde se trata de averiguar qué clase de personas eran Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi. Aunque la historia básica está narrada de manera simple, el espectador es de vez en cuando testigo de un poder explosivo durante un momento, mientras otras escenas, pausadas y relajadas, lo atraen con un encanto incomparable... La dirección cinematográfica de Kitano nunca ha sido más radical que en esta película. Es casi como si nos estuviera insistiendo que “el cine es para disfrutarlo por los ojos y los oídos, nada más y nada menos”.
Esto queda claro ya desde la escena, tan pronto como comienza la película, en la que Oda Nobunaga, interpretado por Kase Ryō, lanza un grito en dialecto de Owari (en la actual prefectura de Aichi). En la obra original Nobunaga habla en japonés estándar, pero en la versión cinematográfica Kase interpreta al personaje de forma muy animada, de principio a fin, y el ritmo del diálogo, exclusivamente en dicho dialecto, crea un sentido del humor adicional. También se puede ver un autohomenaje a ciertas escenas famosas de Autoreiji en las impactantes expresiones de violencia de la película, que no se encuentran en la obra original.
El hecho de no centrarse en la trama también implica que no existe un deseo de explicar la historia, ni la causa y el efecto de los acontecimientos, a todos los espectadores. Dado que se parte de esa idea, son las actuaciones de los famosos actores, reunidos precisamente por tratarse de una obra de Kitano, las que atraen incluso al público no familiarizado con la historia japonesa. Me atrevería a decir que la fuerza impulsora detrás de esta película es precisamente esa cadena de fantásticas actuaciones, desatadas por el espíritu Kitano que se imparte a este período Sengoku.
Además de Nishijima, en su primera película con Kitano desde Dolls (2002), y Kase, pionero quien mostró una nueva faceta con la serie Autoreiji, este trabajo presenta un elenco que podríamos considerar lo nuevo y viejo del “grupo Kitano”. Endō Ken’ichi, de Sono otoko, kyōbō ni tsuki, y Asano Tadanobu, de Zatōichi, junto a otros habituales, como Terajima Susumu, Tsuda Kanji o Rokuhira Naomasa, actores con un carácter único y exclusivo, sin importar el número de frases en sus papeles; su mundo, salpicado de violencia y humor, crea una sensación muy convincente para el espectador.
Nakamura Shidō, Kobayashi Kaoru y Arakawa Yoshiyoshi, primerizos en el cine de Kitano, dejan también una fuerte impresión. Al comediante Sorori Shinzaemon lo interpreta Kimura Yūichi, comediante en la vida real, que también aparece por primera vez en una obra de Kitano. Como sugiere la historia, los comediantes también tienen su papel en las sombras, en esta lucha entre guerreros, por lo que son actores con experiencia en la comedia quienes aparecen en algunos de los puntos más importantes de esta obra. Aparecen incluso, sin previo aviso, personas muy populares para sorpresa de los espectadores.
Sin embargo, como película, es bastante destructiva. Gracias a esa reunión de actores famosos cada escena resulta tan vistosa como para considerarla una de las mejores de Kitano, pero el estilo utilizado parece regresar más bien al de cintas como Kantoku – banzai! (“¡Hurra por el director!”, distribuida en inglés como Glory to the Filmmaker!; 2007), o la que dirigiera bajo el nombre “Beat Takeshi”, el apelativo por el que es más conocido en Japón, Minnaa yatteruka! (“¿Está haciéndolo todo el mundo?”, distribuida en inglés como Getting Any?; 1995).
Lo que más destaca son una serie de escenas que buscan la risa, el diálogo sin sentido, la violencia repentina y las estupendas actuaciones de los actores. En medio de esta mezcla de estilos está el propio Kitano dando vida a Hideyoshi; apenas parece actuar, en realidad. Asano, como Kuroda Kanbei, y Ōmori Nao, que interpreta al hermano menor de Hideyoshi, Toyotomi Hidenaga, realizan intercambios tipo sketch con Kitano en muchas escenas, y algunos diálogos, que parecen realmente improvisados, se han utilizado tal cual.
La impermanencia de la muerte
En otras palabras: son 2 horas y 11 minutos de momentos placenteros unidos. Las actuaciones apasionadas, las risas, la acción, la representación de la crueldad, las poderosas escenas de batalla… todo parece estar ahí para un entretenimiento momentáneo. Sin embargo, como resultado va emergiendo la “impermanencia de la muerte”, un concepto que comparten todas las obras de Kitano. Hasta ahora, las películas de temática yakuza de Kitano han representado sobre todo la violencia, y la vida y la muerte de los miembros del hampa japonesa, pero también en el período Sengoku se asesina a los campesinos sin pestañear, sean hombres o mujeres. Incluso esas muertes se producen en el acto, no son dramáticas, ni tienen un impacto importante en la historia.
Como ya se ha dicho. la novela original se centra en contar ciertos acontecimientos, y la impresión que produce es muy diferente a la de esta versión cinematográfica. Sin embargo, el mayor cambio es que los diálogos que expresan los temas que Kitano incluyera en su novela se han eliminado por completo de la película. No queda ninguna de las frases que se dicen al final de la historia, para reflexionar sobre los pensamientos de la gente sobre la vida y la muerte y la sociedad de clases, y el significado de la historia solo se vislumbra por un momento después de esa sucesión de placeres momentáneos. Esta modificación también enfatiza, después de todo, esa impermanencia de la muerte.
Kubi es, sin duda, una obra que solo Kitano Takeshi podría haber creado. Su reparto, su estilo, su humor, la crueldad, extravagancia y pura agudeza que contiene... ningún director de cine podrá imitarlo jamás.
Información de la película
- Obra original: Kubi, de Kitano Takeshi (Kadokawa Bunko / Kadokawa Kan) Dirección, guion y montaje: Kitano Takeshi
- Reparto: Kitano Takeshi, Nishijima Hidetoshi, Kase Ryō, Nakamura Shidō, Kimura Yūichi, Endō Ken’ichi, Katsumura Masanobu, Terashima Susumu, Kiritani Kenta, Musaka Naomasa, Ōtake Makoto, Tsuda Kanji, Arakawa Yoshiyoshi, Kan Ichirō, Soejima Jun, Asano Tadanobu, Ōmori Nao, Kobayashi Kaoru, Kishibe Ittoku
- Distribución: Tōhō Kadokawa
- Producción: Kadokawa
- Año: 2023
- País: Japón
- Duración: 131 minutos
- Página web oficial (en japonés): https://movies.kadokawa.co.jp/kubi/
- Estrenada el 23 de noviembre de 2023
Tráiler
(Artículo traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: ©2023 Kadokawa ©T.N Gon Co.,Ltd.)