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‘Ainu Mosir’, de Fukunaga Takeshi: “Conocer a los ainu es conocer a Japón”

Cine Cultura

Fukunaga Takeshi captó la atención del público internacional por su primera obra en Nueva York. La segunda película del director es una historia sobre los ainu, y se centra en Japón. Nos muestra a un joven de 14 años que nació en una aldea ainu sostenida por el turismo, y que crece haciendo frente a la repulsión y el encanto que siente hacia sus propias raíces.

Fukunaga Takeshi FUKUNAGA Takeshi

Nacido en 1982 en la ciudad de Date, en Hokkaidō. Empezó a vivir en Estados Unidos en 2003, donde se graduó en Cine en la escuela Brooklyn de la Universidad Municipal de Nueva York, en 2007. En 2015 debutó como director con el largometraje Out of My Hand. Además de proyectar su obra en la sección Panorama del 65.º Festival Internacional de Cine de Berlín y muchos otros festivales internacionales de cine, ganó el premio principal del Festival de Cine de Los Ángeles y el Premio al Nuevo Director en el Festival de Cine Asiático de San Diego. En 2020 estrenó su segundo trabajo, Ainu Mosir, estrenado oficialmente en la sección de Competición Narrativa Internacional del Festival de Cine Tribeca (Nueva York), donde ganó el Premio Especial del Jurado.

Los ainu son un pueblo autóctono del archipiélago japonés que habita en su parte más septentrional. Así reza el primer artículo de la “Nueva ley ainu”, promulgada en abril de 2019 con el objetivo de fomentar la expansión del conocimiento sobre esta etnia así como de su cultura. Desde el momento en el que Japón dio su primer paso para convertirse en una nación moderna hasta que ha sido capaz de reconocer como país esta verdad histórica, han tenido que transcurrir 150 años.

Desde que el Gobierno de Meiji comenzara a promover su política de asimilación, los ainu han sido blanco de discriminación y opresión. La “Ley de Protección de los Antiguos Pueblos Indígenas de Hokkaidō”, promulgada en 1899, fue derogada a finales del siglo XX, cuando se adoptó en su lugar la nueva “Ley de Promoción de la Cultura Ainu”, en 1997. Diez años después, se adoptó en Japón la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y otros diez años después, finalmente comenzó una nueva era para ellos.

Imagen de la película Ainu Mosir ©AINU MOSIR LLC/Booster Project
Imagen de la película Ainu Mosir ©AINU MOSIR LLC/Booster Project

En julio de 2020 Upopoy, una instalación cultural nacional que tiene como objetivo transmitir la cultura ainu, abrió sus puertas en Shiraoi-chō, Hokkaidō, atrayendo una gran atención, pero el interés de los japoneses por los ainu venía de antes. Gracias a la popularidad del manga de Noda Satoru Golden Kamui, serializado en la revista Young Jump, durante años ha existido una tendencia a publicar una serie de obras relacionadas con los ainu.

Tras el Premio Naoki, en enero, para la novela Netsugen (“Fuente de calor”, de Kawagoe Sōichi), cuyo protagonista es un ainu de Karafuto, el evento más llamativo sobre los ainu es el estreno de la película Ainu Mosir. Su descripción a tamaño real de los ainu que viven en la época actual se muestra a través de una historia, no de un documental. Ambientada en un ainukotan (pueblo) en un rincón del lago Akan, en Kushiro, una pequeña ciudad de aguas termales y famoso destino turístico, la actuación de las personas que viven realmente en ese lugar trae una frescura al tema como no se había visto antes.

Los habitantes del ainukotan del lago Akan, en Hokkaidō, actúan en la película ©AINU MOSIR LLC/Booster Project
Los habitantes del ainukotan del lago Akan, en Hokkaidō, actúan en la película ©AINU MOSIR LLC/Booster Project

El protagonista es Kanto, un estudiante de secundaria de catorce años. Vive con su madre en una casa en la que se venden artesanías para turistas, en el ainukotan. Su padre falleció un año antes, y eso llevó a Kanto a dejar de participar en eventos de los ainu y en la práctica de sus bailes tradicionales. Por otro lado el joven descubre la alegría de tocar con amigos en un grupo de música, y comienza a pensar en abandonar el pueblo cuando llegue el momento de pasar al siguiente curso, en el instituto.

La madre de Kanto (Shimokura Emi, a la derecha), atónita cuando su hijo (Shimokura Mikito) dice por primera vez que quiere salir del pueblo, durante una entrevista con una profesora de su escuela ©AINU MOSIR LLC/Booster Project
La madre de Kanto (Shimokura Emi, a la derecha), atónita cuando su hijo (Shimokura Mikito) dice por primera vez que quiere salir del pueblo, durante una entrevista con una profesora de su escuela ©AINU MOSIR LLC/Booster Project

Debo, un amigo del padre de Kanto que no soporta ver al chico así, lo lleva a un campamento en las montañas, donde le va transmitiendo el espíritu y la cultura de los ainu, criados en mitad de esa naturaleza. En las profundidades del bosque hay una cueva que conduce al mundo donde viven los muertos, y Debo cuida, en secreto, de un bebé oso cerca de allí. Con la excusa de pedirle a Kanto que lo cuide, Debo trata de llevar a cabo el plan que tenía en mente desde un principio: la celebración de un antiguo ritual, que lleva años sin ser realizado, llamado Iomante, y enviar así al bebé oso al mundo de los dioses.

Debo (Akibe Debo), amigo del difunto padre de Kanto, es un pilar espiritual para el pueblo, que valora en gran medida las tradiciones de los ainu.  ©AINU MOSIR LLC/Booster Project
Debo (Akibe Debo), amigo del difunto padre de Kanto, es un pilar espiritual para el pueblo, que valora en gran medida las tradiciones de los ainu. ©AINU MOSIR LLC/Booster Project

La presencia de los ainu por primera vez en Estados Unidos

El director, Fukunaga Takeshi, se mudó a Estados Unidos tras graduarse en el instituto para estudiar cine en Nueva York, y debutó con Liberia White Blood (Liberia, sangre blanca, 2015). Esa primera película, que describe el sufrimiento de los inmigrantes africanos en Nueva York, recibió grandes elogios en festivales de cine de todo el mundo. Según dice, ya había decidido trabajar con el tema de los ainu para su siguiente proyecto cuando estaba completando el primero.

“Nací y crecí en Hokkaidō, pero no comencé a prestarle atención a los ainu hasta que fui a Estados Unidos. Creo que las cosas han cambiado mucho, pero en aquel momento no tuve muchas oportunidades de saber sobre los ainu hasta que me gradué en el instituto; era como si no pudiéramos preguntar nada. Cuando fui a Estados Unidos, sin embargo, vi una gran consciencia sobre la existencia de los nativos americanos y los problemas relacionados con ellos, se debatía en abundancia, eran conscientes de haberles robado su tierra. En Japón, a pesar de que hay indígenas ainu, yo crecí sin saber nada sobre ellos. Me sentía avergonzado por eso”.

El director, Fukunaga Takeshi.
El director, Fukunaga Takeshi.

Fukunaga empezó a escribir un guion para una historia sobre los ainu, pero incluso en Estados Unidos, una nación “muy consciente” de sus indígenas, la reacción que recibió durante la preproducción fue bastante fría. El tema de los indígenas era el mismo que el de los inmigrantes de la obra anterior, en términos de minorías, pero al parecer las cosas cambiaban cuando la película estaba ambientada en un país insular del Lejano Oriente.

“La primera película recibió algunas buenas críticas, así que algunos productores me preguntaron qué planes tenía. Pero cuando les hablé de los ainu, un pueblo indígena japonés, perdieron el interés. Sentí la amarga sensación de que no podría seguir subiendo las escaleras que había comenzado a pisar con mi primer éxito”.

Sin embargo, el guion fue seleccionado para el programa de apoyo a nuevos directores Cinéfondation Residence, a cargo del Festival Internacional de Cine de Cannes. Fukunaga fue invitado a permanecer en Francia durante cuatro meses y medio, y basándose en los consejos de productores y asesores de guion de Europa, perfeccionar el guion de Ainu Mosir.

“Como resultado, la historia cambió mucho con respecto al guion que había escrito en un principio. Creo que ahora es una historia más universal, que puedes ver con interés incluso sin conocer nada sobre los ainu. Pude equilibrarla bien para que no tuviera demasiada exposición, o por el contrario no se entendiera algún punto por falta de exposición, gracias a las opiniones de terceros que no conocían en absoluto a los ainu”.

También aparece en la película el grupo de Shimokura Mikito, que da vida a Kanto, banda formada en el momento del rodaje. La música también desempeña un papel importante en la historia. ©AINU MOSIR LLC/Booster Project
También aparece en la película el grupo de Shimokura Mikito, que da vida a Kanto, banda formada en el momento del rodaje. La música también desempeña un papel importante en la historia. ©AINU MOSIR LLC/Booster Project

Cómo mostrar a los ainu en su poblado

Todo esto completó el guion y el poder de persuasión del proyecto, y logró acceder por fin a la red de productores europeos, pero resultó difícil encontrar un socio que invirtiera en él. Además del hecho de que la recaudación de fondos era un tema difícil desde el principio, también existía un problema con el elenco.

“Hasta ahora ha habido varias películas en las que aparecían personajes ainu, pero cuando un wajin (un japonés que no es ainu) interpreta ese tipo de papel siempre queda muy forzado. Desde que comencé a pensar en hacer esta película, fui muy particular en cuanto a contar con verdaderos ainu para el elenco. Eso dificultaría la búsqueda de financiación. Si los productores e inversores no cuentan con algunos actores profesionales famosos al frente del proyecto les resulta muy difícil ver su viabilidad económica”.

Al final probablemente se superó el obstáculo de las inversiones porque el proyecto, de por sí coherente, resultaba muy convincente. Desde la etapa de redacción del guion, el director fue al lago Akan en numerosas ocasiones, y la idea de ambientar la historia en el ainukotan dio su fruto.

“El ainukotan del lago Akan es un ejemplo perfecto de que los ainu están directamente vinculados a la economía del turismo. Viven presentando la cultura ainu y ese es su trabajo, ya que el estilo de vida ha cambiado con respecto al pasado, y existe una cierta distancia con la cultura tradicional. En esa forma de vida se condensan varios temas, como realidad del lugar. Como comunidad, generalmente se enfrentan juntos a tales problemas. Me di cuenta de que no había lugar mejor para representar a los ainu modernos”.

Estudiantes de secundaria del ainukotan. Hay varias formas de interactuar con los eventos tradicionales. ©AINU MOSIR LLC/Booster Project
Estudiantes de secundaria del ainukotan. Hay varias formas de interactuar con los eventos tradicionales. ©AINU MOSIR LLC/Booster Project

Los personajes que aparecen en la película también están inspirados en personas que realmente viven allí. Desde el principio el director mantuvo por completo una actitud de fidelidad a la historia de esas personas, y no simplemente a la historia del guion. La raíz de esta decisión parte de la idea de que para eliminar los prejuicios contra los ainu es necesario transmitir lo que son sin embellecerlo.

“Por supuesto, hay algunas partes que se han adaptado para contar la historia, pero quería que los residentes aparecieran de la manera más natural posible, para mostrar la personalidad y el encanto de cada uno. Una vez priorizada esa idea sobre todo lo demás, dado que todos están familiarizados unos con otros, incluso quienes no tienen experiencia como actores pueden interactuar de modo natural entre sí, como hacen normalmente”.

Iomante, un ritual legendario que no se realizó en décadas

Uno de los aspectos más destacados es la escena en la que los adultos del pueblo discuten en una reunión sobre el ritual Iomante, que también es un tema importante de la historia. Iomante es una ceremonia para enviar a los cachorros cuidadosamente criados en el pueblo al mundo de los dioses, y no se ha celebrado en las últimas décadas porque está lejos de los valores de la sociedad moderna.

¿Por qué mantiene Debo una cría de oso como mascota, en secreto? La historia llega al corazón de la cultura espiritual de Ainu. ©AINU MOSIR LLC/Booster Project
¿Por qué mantiene Debo una cría de oso como mascota, en secreto? La historia llega al corazón de la cultura espiritual de Ainu. ©AINU MOSIR LLC/Booster Project

Iomante es un ritual que se considera la culminación de la cultura espiritual de los ainu. Muestra una visión completamente diferente de la naturaleza y la vida desde una perspectiva de protección animal, pero no creo que sea algo fácil de juzgar para los forasteros. Tenía la idea de incluir Iomante desde el principio, pero al final me preocupaba si debía retomarla o no. No trataba de usarlo para crear impacto. De hecho pedí la opinión de los ainu y descubrí que había gente a favor y en contra, y pensé que no podría encontrar un material mejor para describir la diversidad y modernidad de los ainu”.

Y así fue: la escena del debate sobre Iomante nos dice que cada uno de los lugareños revela sus sentimientos con sus propias palabras.

“La escena está planificada, por supuesto, pero aunque la cámara esté rodando, cuando esas personas que se conocen entre sí inician una discusión las cosas se calientan, y se dicen todo tipo de cosas. Se pierde el control y es difícil de editar; me costó bastante (risas). En las partes que usamos al final hay, aproximadamente, la mitad de los intercambios improvisados ​​que se produjeron en el rodaje”.

A través de la mirada de un niño

El sentido natural de la distancia entre los personajes resulta muy evidente en la interacción entre el protagonista Kanto y su madre Emi. Los dos son madre e hijo en la vida real. Mediante simples miradas y pequeños gestos hacia el otro, el espectador puede sentir la profundidad de su afecto, algo que un actor normal no puede expresar con facilidad por medio de simples técnicas de actuación.

El poder de la mirada de Shimokura Mikito, un joven sin experiencia como actor, es impresionante. ©AINU MOSIR LLC/Booster Project
El poder de la mirada de Shimokura Mikito, un joven sin experiencia como actor, es impresionante. ©AINU MOSIR LLC/Booster Project

“Lo primero que escribí fue sobre un hombre joven, pero no pude encontrar a nadie adecuado. No hay institutos en esa zona, y la mayoría de las personas que viven en el ainukotan de Akan Kotan son estudiantes de secundaria o más jóvenes, o mayores de cuarenta años. Cambié de idea y decidí hacer que el protagonista fuera un niño. En el proceso de formación del personaje durante la adolescencia, existe una brecha entre lo que quieres hacer y lo que tienes que hacer, todo el mundo se enfrenta a ti. Pensé hacer que ese enfrentamiento a la identidad y las raíces fuera el tema de la historia, un tema con una perspectiva más amplia”.

Al mostrar la historia a través de los ojos de un niño que vive en la sociedad actual, sin dejar de usar el tema ainu, una profundidad y universalidad nuevas nacieron en la historia. La obra, a la que el director Fukunaga ha dedicado cinco años de esfuerzo y sinceridad, ha creado sin duda todo tipo de simpatías que van más allá de las meras diferencias étnicas y resuenan con fuerza y profundidad en el corazón de las personas.

“Siento que el desastre del coronavirus ha sacado a la luz esa mentalidad exclusiva y social de aldea que tienen los japoneses. A este ritmo, a medida que avanza la globalización, Japón nada contra la corriente de los tiempos. Los japoneses de hoy día llegaron a ser gracias a una mezcla de pueblos continentales e indígenas. No se ha debatido ni educado correctamente sobre esas raíces. Conocer a los ainu también es conocer a Japón. Considero importante saber que, desde el momento en que se estableció como país, Japón ha tenido más diversidad de la que generalmente se reconoce. Ainu Mosir es la historia de un niño que se enfrenta a sus raíces, las reconoce, se compromete y da un paso adelante. Espero que la gente vaya más allá de las barreras y avance hacia un mundo que comprenda la diversidad”.

Imágenes de la entrevista: Hanai Tomoko
Texto: Matsumoto Takuya (Nippon.com)

©AINU MOSIR LLC/Booster Project
©AINU MOSIR LLC/Booster Project

Información de la película

  • Dirección: Fukunaga Takeshi
  • Producción: Eric Nyari, Miyake Harue
  • Dirección de fotografía: Sean Price Williams
  • Montaje: Deguchi Keiko, Fukunaga Takeshi
  • Sonido: Nishiyama Tetsu
  • Postproducción de sonido: Tom Paul
  • OKI Música: Clarice Jensen, OKI
  • Reparto: Shimokura Mikito, Akibe Debo, Shimokura Emi, OKI, Yūki Kōji, Miura Tōko, Lily Franky
  • Productoras: Cineric Inc, Booster Project
  • Distribución: Uzumasa
  • Paises: Japón, Estados Unidos, China
  • Año de producción: 2020
  • Duración: 84 minutos
  • Página web oficial (en japonés): http://ainumosir-movie.jp/

Desde el 17 de octubre en Shibuya Euro Space y otras salas de todo el país.

Tráiler

Ainu Cine japonés