Tazas de café estilo japonés: una breve historia de las exportaciones de porcelana japonesa
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Vajilla de estilo occidental nacida en Japón
El Jardín Noritake está situado en Noritake-Shinmachi, en el distrito Nishi de Nagoya, en el mismo lugar donde se hallaban los edificios originales de la empresa ahora conocida como Noritake Co., Ltd., que comenzara a fabricar vajilla en 1904. El complejo de edificios de ladrillo rojo incluye la fábrica original, una galería y restaurantes.
Con motivo del 120.º aniversario de la empresa, el Museo Noritake organiza una exposición titulada “La vajilla japonesa de estilo occidental: ciento veinte años de historia”, que podrá visitarse hasta el 25 de diciembre de 2024.
Gran parte del libro de Itani Yoshie titulado Nippon kōhī kappu monogatari (La historia de las tazas de café japonesas) de 2023 aborda la misma historia que se trata en esta exposición. Como el libro se centra en las tazas de café que se producían para el mercado de exportación, incluye descripciones y fotografías de una amplia gama de las mismas, las técnicas utilizadas para fabricarlas y sus diversos rasgos distintivos. No es sorprendente que incluya muchas fabricadas por el célebre productor Noritake. Las formas y diseños de las tazas de café destinadas a la exportación sirvieron de modelo a los ceramistas europeos y fueron los favoritos de los coleccionistas estadounidenses, que eran los principales clientes del mercado de exportación de vajilla japonesa. El libro incluye vívidos retratos de un centenar de personas implicadas en su diseño, producción y comercio.
El padre de la porcelana Arita era coreano
El tipo de vajilla occidental más popular fuera de Japón era la porcelana, conocida por su dureza y baja permeabilidad. El primer lugar de Japón donde se fabricó porcelana es un pueblo de la prefectura de Saga llamado Arita. El libro describe cómo se inició la producción japonesa de porcelana cuando los daimios japoneses trajeron a Japón a alfareros coreanos durante la invasión de Corea que comenzó en 1592. En 1616, uno de estos alfareros coreanos, llamado Yi Sam-pyeong (que también respondía al nombre japonés de Kanagae Sanbē), descubrió arcilla para porcelana en Izumiyama, Arita, y la coció con éxito.
Como fue la primera persona en encontrar el material necesario para fabricar porcelana tras la invasión de Corea por Toyotomi Hideyoshi, se le conoce como el fundador de la Arita-yaki, la porcelana Arita, que cuenta ya con una historia de cuatro siglos. La cantera de Izumiyama, donde descubrió la valiosa arcilla, es un lugar histórico designado a nivel nacional.
En el libro se retrata al alemán Gottfried Wagener, implicado en el desarrollo del comercio de porcelana japonesa en sus inicios en el siglo XIX. Visitó Japón por primera vez en 1868, el primer año de la era Meiji. Formó a estudiantes de Arita en las tecnologías industriales implicadas en la producción de porcelana e impartió clases en el Instituto de Tecnología de Tokio, que en aquella época se conocía como Escuela Profesional de Tokio. Wagener abogaba por un “estilo exclusivamente japonés”, en lugar de limitarse a copiar ejemplos occidentales.
Fukuzawa Yukichi y las exportaciones a Estados Unidos
El libro señala que tras la Restauración Meiji de 1868, “con el apoyo del Gobierno Meiji, que tenía un fuerte deseo de adquirir divisas, la industria de la porcelana de exportación se desarrolló con una rapidez asombrosa”. Aunque la de Arita es la porcelana japonesa más conocida, el centro de la producción de cerámica pronto se trasladó a Nagoya, y sus porcelanas Seto y Mino se convirtieron en importantes exportaciones. Fue este cambio el que llevó a la fundación de Noritake.
Noritake remonta su origen a una empresa comercial conocida como Morimura-gumi, fundada en Ginza, Tokio, en 1876 por Morimura Ichizaemon, el sexto de una estirpe de comerciantes del Gobierno, y Toyo, su hermanastro. Toyo estableció Morimura Brothers en la Sexta Avenida de Nueva York como punto de apoyo de la empresa en Estados Unidos para su negocio de exportación.
La idea del negocio comercial de Ichizaemon surgió de los consejos que recibió de Fukuzawa Yukichi. A medida que el negocio del comercio se expandía tras la apertura de Japón, la moneda del país comenzó a moverse hacia el extranjero. En una discusión sobre este problema, Fukuzawa le dijo: “La única forma de recuperar nuestro dinero es exportar”.
Las antigüedades japonesas, así como la porcelana Seto y otros tipos de porcelana, eran muy populares en el mercado estadounidense. Ōkura Magobē, cuñado de Ichizaemon, y su hijo Kazuchika fundaron Noritake en Nagoya con el fin de fabricar vajilla de estilo occidental para Morimura-gumi, que estaba a punto de entrar en el comercio de exportación de esa mercancía. En 1919 Magobē y Kazuchika fundaron también Ōkura Tōen en Kamata, Tokio, como fabricante de vajilla de estilo occidental de alta gama.
Un renovado interés en Estados Unidos por las tazas como antigüedades
Aunque las exportaciones de vajilla japonesa de estilo occidental se suspendieron al estallar la Guerra del Pacífico, el libro señala que en la década de 1960 la vajilla japonesa tenía más del 70 % del mercado estadounidense. Aunque el mercado nacional japonés también experimentó un auge de la vajilla de estilo occidental tras la Segunda Guerra Mundial, con el fin de la “burbuja económica” japonesa a principios de los 90, señala Itani, la demanda de productos tanto para el hogar como para uso comercial disminuyó, y a día de hoy no hay indicios de que las ventas se recuperen.
Desde la década de 1970, algunas de las piezas de porcelana que antes se exportaban desde Japón se conocen como old Noritake en Estados Unidos, donde su arte ha sido revalorizado. Según una publicación del Museo Noritake, el old Noritake es “un término genérico para la porcelana fabricada y vendida por Morimura-gumi y Nippon Tōki, predecesora de Noritake, desde mediados de la era Meiji (finales del siglo XIX) hasta el final de la Segunda Guerra Mundial”.
El libro da crédito a Howard Kottler (1930-89), ceramista y profesor de la Universidad de Washington, por ser quien primero identificó el valor artístico del old Noritake. Este tipo de cerámica se hizo ampliamente conocido a raíz de una exposición de la Colección Kottler de piezas de porcelana celebrada en Estados Unidos en 1982.
Han pasado unos 150 años desde que fabricara las primeras tazas de café durante la era Meiji un artesano japonés que —irónicamente— nunca había probado el café. El nativo de Nagasaki Tei Eihō (Zheng Yongqing) abrió el primer kissaten (cafetería) de Japón, un establecimiento con el nombre de Kahisakan, en Ueno, Tokio, en 1888. Aunque la producción y exportación de vajilla de estilo occidental tuvo sus altibajos a lo largo de los años, también contribuyó al desarrollo de la cocina occidental y de la cultura de las cafeterías en Japón.
El libro de Itani concluye con la observación de que las tazas de café japonesas encarnan un siglo y medio de historia durante el cual los japoneses superaron las dificultades y forjaron un camino hacia adelante.
(Artículo publicado originalmente en japonés y traducido al español de la versión inglesa. Imagen del encabezado: la portada de Nippon kōhī kappu monogatari. Cortesía de Inahoshobō).