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El éxito digital ‘Spy x Family’ y el futuro de las revistas de manga en papel
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Las revistas de papel ya no son las únicas creadoras de mangas de éxito
En 2019 se produjo un incidente de gran calado en el mundo del manga: el primer volumen de Spy x Family, de Endō Tatsuya, manga serializado en la aplicación de la revista especializada Shōnen Jump+ de Shūeisha, vendió más de 300.000 ejemplares en los 22 días que siguieron a su lanzamiento. Esta es, con diferencia, la obra con un número mayor de ventas digitales en su primer volumen, entre los mangas que se han publicado al mismo tiempo en papel y en formato digital.
Esta obra ocupó el primer puesto en la sección masculina de la revista de reseñas Kono manga ga sugoi! 2020 (¡Este manga es increíble! 2020), y recibió numerosos premios. El sexto volumen del manga, publicado en diciembre de 2020, tuvo una primera tirada de un millón de ejemplares. En aquel momento aún se consideraba que un manga de gran éxito, con una primera tirada cercana al millón de ejemplares, solo podía surgir de una revista impresa, por lo que el éxito de la aplicación fue una sorpresa para muchos.
Espías, comedia y una estrategia entre múltiples medios
La obra está ambientada en un mundo ficticio en el que los países vecinos de Ostania (“el país del este”) y Westalis (“el país del oeste”) están inmersos en una guerra de información. Loid, psiquiatra en Ostania, vive con su hija adoptiva Anya y su esposa Yor. Sin embargo, no son una verdadera familia. Loid es un espía de Westalis. Anya tiene poderes psíquicos y Yor es una asesina… Es un planteamiento complejo, una especie de drama familiar con acción de espionaje y elementos de comedia.
En abril de 2022 se estrenó en TV Tokio la versión anime para televisión, seguida de una versión cinematográfica, también de animación, en diciembre de 2023. En marzo de 2023 se estrenó un musical en el Teatro Imperial de Tokio y otros escenarios. También se lanzó un videojuego y una radionovela en podcast. Ese año la obra ganó el Gran Premio de la División de Cómics de los Premios de la Sociedad Japonesa de Creadores de Manga, y el número total de ejemplares vendidos hasta el volumen 14, que salió a la venta en octubre de 2024, superó los 36 millones.
Lecturas gratuitas en Jump+
La aplicación de la revista de manga Shōnen Jump+, que serializa quincenalmente Spy x Family, se lanzó en septiembre de 2014. La aplicación distribuye obras originales y la versión electrónica de Weekly Shōnen Jump, y ofrece de forma gratuita los tres primeros y los tres últimos episodios de las obras originales; en abril de 2019 también se lanzó un servicio en el que todos los episodios de la obra original serializada se podían disfrutar gratis una sola vez por aplicación.
Los lectores se benefician del acceso gratuito a un gran número de obras populares en función del número de visitas y comentarios, y de la posibilidad de descubrir obras que les gusten. Las revistas de manga en papel, con su gran número de obras, han desempeñado una importante función a la hora de proporcionar oportunidades al lector de conocer obras que puedan gustarle, así como de crear comunidades y verdaderos fenómenos sociales. Considero que el mundo digital ha heredado las tradiciones y aspiraciones de las revistas de manga impresas. A Spy x Family le siguieron otros títulos de éxito, como Kaijū 8 gō (Kaiju no. 8, de Matsumoto Naoya).
Shūeisha también tiene la vista puesta en el mercado mundial y, desde enero de 2019, sus obras se distribuyen simultáneamente en el extranjero a través de una aplicación de manga específica para el extranjero, Manga Plus by Shūeisha. Este es otro punto fuerte surgido de la era digital.
La idiosincrasia de las revistas de manga en papel y sus muchas obras maestras
Con el auge de las aplicaciones para revistas de manga, el mercado japonés parece estar en pleno resurgimiento. Sin embargo, temo que el éxito de Shōnen Jump+ y de Spy x Family provoque un cambio acelerado entre los protagonistas de los medios tanto antiguos como nuevos, y que esto desencadene una avalancha de cierres entre las revistas de manga en papel.
La razón es que, hasta ahora, los mangas solían comenzar como historias serializadas en las revistas en papel, y luego se publicaban en formato tankōbon, libros individuales recopilatorios; después llegaba la versión de anime y las películas, y a partir de ahí se producía el merchandising, ampliando aún más la base de aficionados en todo el mundo.
Por supuesto, las revistas de manga no son exclusivas de Japón, pero el mercado japonés cuenta con docenas de revistas semanales y mensuales para chicos, chicas y jóvenes, y cada una de esas publicaciones contiene cerca de veinte mangas por entregas, los cuales se publican regularmente en forma de tankōbon.
Dragon Ball (Toriyama Akira), One Piece (Oda Eiichirō), Naruto (Kishimoto Masashi) y Kimetsu no Yaiba (Guardianes de la noche, de Gotōge Koyoharu), por ejemplo, aparecieron inicialmente en la revista de manga para chicos de Shūeisha, Weekly Shōnen Jump. Kingdom (Hara Yasuhisa) y Golden Kamui (Noda Satoru) proceden de la revista de manga juvenil Weekly Young Jump, también de Shūeisha. Inuyasha (Takahashi Rumiko) y Meitantei Conan (Detective Conan, de Aoyama Gōshō) surgieron de la revista de manga para chicos de Shōgakukan, Weekly Shōnen Sunday. Shingeki no kyojin (Ataque a los titanes, de Isayama Hajime) procede de la revista de manga para chicos Bessatsu Shōnen Magazine de Kōdansha. Akira (Ōtomo Katsuhiro) es de la revista de manga juvenil Weekly Young Magazine de Kōdansha. Bishōjo senshi sērāmūn (Sailor Moon, de Takeuchi Naoko) es de la revista para chicas Nakayoshi de Kōdansha.
Sin este tipo de revistas, el manga japonés tendría un aspecto muy diferente al actual. Hoy día, sin embargo, pese a haber sustentado el cómic japonés durante años, están al borde de la extinción.
Los datos sobre el tamaño del mercado del manga en Japón, publicados anualmente en febrero por el Instituto de Ciencias de la Publicación (véase el gráfico), muestran que en 2014 el valor estimado de las ventas de revistas en papel fue de 131.300 millones de yenes, el de tankōbon de 225.600 millones de yenes, y el de los mangas digitales de 88.700 millones de yenes. En 2023, en cambio, las ventas totales en papel cayeron un 40 %, las de las revistas en papel un 60 %, hasta los 49.700 millones de yenes, y las de tankōbon un 30 %, hasta los 161.000 millones de yenes. Por otro lado las ventas de mangas digitales se multiplicaron casi seis veces, hasta alcanzar los 483.000 millones de yenes.
Una de las razones del llamativo declive de las revistas en papel en esta gran tendencia de la transición del papel a lo digital es un cambio en el comportamiento de los lectores. Hasta la década de 1990 los lectores leían principalmente el manga en revistas. Se suscribían a sus revistas favoritas y encontraban en ellas sus mangas preferidos. Cada vez que se publicaba una revista, era costumbre leer un nuevo episodio de unas 20 páginas, y esperar con impaciencia el siguiente número.
En la década de 2000, sin embargo, los lectores empezaron a esperar la publicación de un libro que recopilara la serie, en lugar de seguir los últimos episodios en la revista. En ello puede haber influido la larga depresión de la economía japonesa. Resulta más rentable leer un solo volumen de una obra favorita que comprar una revista cada semana.
El descenso de la circulación, otra puerta de entrada al negocio de los derechos
La búsqueda de rentabilidad por parte de los lectores ejerce una fuerte presión sobre la gestión de las editoriales que producen las revistas.
A mediados de la década de 1990, cuando las revistas de manga se hallaban en su apogeo, con la tirada de Weekly Shōnen Jump en torno a los 6,53 millones de ejemplares, se decía que el umbral de rentabilidad de las revistas semanales de manga para niños era de un millón de ejemplares, lo que significaba que los pagos a los autores, los costes de impresión y encuadernación, los gastos de transporte para publicar aproximadamente 20 mangas por entregas en cada número de 500 páginas de la revista requerían tal cantidad como mínimo para dar utilidad. El punto de equilibrio para las revistas juveniles era un poco más modesto, en torno a los 500.000 ejemplares.
Sin embargo, según la “tirada con certificación de impresión” que hizo pública la Asociación de Editores de Revistas de Japón, la tirada media de Weekly Shōnen Jump de abril a junio de 2024 se mantuvo en 1.090.000 ejemplares, mientras que las revistas rivales Weekly Shōnen Magazine y Weekly Shōnen Sunday tenían una tirada de 320.000 y 130.000 ejemplares respectivamente. Ninguna de las revistas para chicos, chicas o mujeres tiene una tirada superior al millón de ejemplares. Es fácil suponer, dicho de otro modo, que la mayoría de las revistas están en números rojos.
Sin embargo, los editores no han renunciado a las revistas de manga porque pueden compensar el déficit sumando las ventas de los tankōbon, los ingresos por derechos de autor de las películas de anime y las adaptaciones cinematográficas, y otros ingresos por derechos de PI (propiedad intelectual). Desde hace años, las editoriales han cambiado su enfoque de un negocio editorial a uno basado en los derechos y la PI. Por ejemplo, los resultados del 83.º año fiscal de Shūeisha, anunciados recientemente, muestran unos ingresos por publicaciones no digitales de 51.100 millones de yenes y las digitales de 72.000 millones. Por otro lado, los ingresos derivados de los derechos y la venta de los artículos relacionados son de 75.300 millones de yenes. La publicación de revistas impresas se posiciona ahora como un mecanismo importante para reunir el contenido vendible necesario para el negocio de los derechos.
Una época de mangas digitales de largas ventas
El largo parón en el mercado de las versiones digitales de revistas y libros también fue un aliado para las revistas en papel.
Los mangas digitales empezaron a llamar la atención a mediados de la década de 1990. A finales de los 90, las conexiones de banda ancha empezaron a extenderse.
En 2003, la empresa au empezó a distribuir mangas para móviles que se leían en las pantallas LCD de los teléfonos móviles de alta funcionalidad (feature phone). Otras empresas siguieron su ejemplo y se produjo un pequeño boom del género BL (Boy’s Love) y TL (Teen’s Love), pero el formato no llegó a arrebatar el terreno de las mangas en papel. En 2008, el iPhone de Apple aterrizó en Japón y aparecieron los cómics electrónicos de pleno derecho. En 2013 se lanzó en Japón el webtoon, un cómic de lectura vertical de origen coreano en versión electrónica.
Desde principios de la década de 2010, cada año se oía hablar del “primer año del cómic digital”. Sin embargo, ese mercado no se expandió tanto como se esperaba, y el dominio del papel continuó, especialmente en lo que respecta a las revistas. El mencionado Instituto de Ciencias de la Publicación ofreció estadísticas sobre el valor de ventas de los e-comics solo desde 2014, cuando Shūeisha lanzó la aplicación de revista electrónica Shōnen Jump+. Sin embargo, en 2019, cuando apareció Spy x Family, los mercados del manga en papel y el cómic digital se invirtieron.
Con el desvanecimiento del predominio de las revistas en papel que recopilan contenidos y los ofrecen como un paquete, y la expansión del mercado de las aplicaciones para revistas electrónicas y los cómics digitales, ¿llegarán a su fin los medios en papel, y las revistas en particular? Si persisten, ¿qué nuevas formas adoptarán?
(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: Spy x Family, el gran éxito de la revista de manga Shōnen Jump+, con más de 36 millones de ejemplares hasta el volumen 14, publicado en octubre de 2024 - © Endō Tatsuya / Shūeisha.)