Las 24 divisiones del año solar en Japón
‘Hakuro’: rocío blanco
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Hakuro (rocío blanco) es el término que se emplea para referirse al rocío que se forma debido al aumento de la diferencia entre la temperatura de día y la de la mañana y la de la noche. El período homónimo empieza alrededor del 8 de septiembre y termina en torno al 22 del mismo mes, según el calendario actual. Aunque coincide con la época del zansho —el calor restante—, se atisba la llegada del otoño.
En el calendario antiguo septiembre se denomina nagatsuki. Una vez pasado el geshi (solsticio de verano), las noches se vuelven más largas en el noveno mes del año, de ahí que primero se denominara yonagazuki (literalmente, el mes de las noches largas); luego pasó a llamarse simplemente nagatsuki.
La Ceremonia de los Crisantemos
La Ceremonia de los Crisantemos, llamada Chōyō no sekku o Kiku no sekku en japonés, es una de las cinco ceremonias —7 de enero, 3 de marzo, 5 de mayo, 7 de julio y 9 de septiembre, respectivamente—y tiene por objetivo rezar por la longevidad. Según la antigua teoría china sobre el yin yang y los cinco elementos, los números impares son yang y, por lo tanto, se considera que traen buena suerte. Así pues, el 9 de septiembre pasó a denominarse chōyō (literalmente, acumulación de yang) debido a que contiene una repetición del mayor número yang, el nueve. Según el calendario actual, cae a mediados de octubre, justo en la época en la que los crisantemos en flor conforman una bella estampa.
En China se consideraba que los crisantemos ahuyentaban a los malos espíritus y tenían una fuerza espiritual relacionada con la longevidad, de ahí que durante el período Heian (794-1185) en la corte imperial japonesa se rezara para gozar de buena salud deleitándose con estas flores: se empleaban como adorno y se colocaban pétalos de crisantemo en el sake. Además, se recitaban poemas. Con la llegada del período Edo se empezó a comer arroz con castañas como parte de las celebraciones de la Ceremonia de los Crisantemos y el sake con pétalos de esta flor se abrió un hueco en la vida de las clases populares.
El Día de Respeto a los Ancianos
El Día de Respeto a los Ancianos es una jornada festiva del calendario japonés desde 1966. Se celebra el tercer lunes de septiembre y tiene por objetivo honrar a las personas de la tercera edad y rezar por su longevidad. Los orígenes de esta efeméride se remontan a la posguerra; concretamente, al año 1947, cuando se estableció que el 15 de septiembre se conmemorara el Día de los Ancianos. El detonante fue la celebración de un encuentro en honor de las personas mayores a instancias de las autoridades de Nomadani, una localidad de la prefectura de Hyōgo que ahora se llama Taka.
La anémona del Japón (shūmeigiku)
Originaria de China, la anémona del Japón pertenece a la familia de las ranunculáceas, si bien existe la creencia errónea de que está emparentada con el crisantemo. Esto se debe a que en japonés se llama shūmeigiku (“giku” viene de “kiku”, que significa “crisantemo”).
Un festival y una exhibición de tiro con arco a caballo en el santuario Tsuruoka Hachiman (Kamakura)
En 1063 Minamoto no Yoriyoshi construyó el santuario Tsuruoka Hachiman en Yuigahama (Kamakura) como sucursal del santuario Iwashimizu Hachiman (Kioto). Minamoto no Yoritomo lo trasladó posteriormente a su emplazamiento actual y lo convirtió en la base de operaciones del shogunato de Kamakura. Según el Azuma Kagami, un libro de historia del período Kamakura, el 15 de agosto de 1187 el santuario acogió la ceremonia del Hōjō-e, en la que, según los preceptos budistas, se capturan animales salvajes y luego se devuelven a su hábitat para disuadir de la matanza de la fauna silvestre, y una exhibición de yabusame (tiro con arco a caballo). Ambos actos acabaron convirtiéndose en el Festival del Santuario Tsuruoka Hachiman, que se celebra del 14 al 16 de septiembre desde hace más de ocho siglos. La exhibición de tiro con arco a caballo, que tiene lugar en la última de las tres jornadas, es un ritual sintoísta en el que los arqueros, disfrazados de samuráis y a lomos de unos caballos que van galopando, disparan flechas a un objetivo. Cuentan que el shogunato reunió a todas las tropas con el pretexto de que se convocaba a los guerreros a dicha exhibición.
La aguzanieves (Motacilla alba)
Según las 72 microestaciones de Japón, una subdivisión más detallada de las 24 divisiones del año solar, el sekireinaku (la aguzanieves canta) cae en torno al 13 de septiembre, de ahí que se tendiera a pensar que la aguzanieves es un ave que empieza a cantar en otoño; sin embargo, su canto se puede oír durante todo el año. La aguzanieves —sekirei en japonés— sacude la cola de arriba abajo al caminar, como si golpeara el suelo; por eso en Japón se la conoce también como ishitataki (literalmente, golpeadora de piedras). Según la mitología japonesa, una aguzanieves fue la encargada de enseñarles a Izanaki e Izanami, el matrimonio que creó el archipiélago nipón, cómo procrear, de ahí que se la considere un símbolo de la perpetuación de la descendencia.
El alga konbu (quelpo)
Según se cree, el alga konbu (quelpo) se consumía ya en el período Jōmon y aparece mencionada en documentos que datan del período Nara. Resulta indispensable en la elaboración del caldo dashi, condimento que da origen al sabor delicioso característico de la gastronomía japonesa. A este respecto, Ikeda Kikunae, profesor de la Universidad Imperial de Tokio, descubrió en 1908 que el rico sabor del alga konbu se debe a uno de sus componentes, el ácido glutámico. Las hay naturales y de acuicultura, y más del 90 % de ellas proceden de la isla de Hokkaidō. Se recogen desde el verano hasta el otoño; luego se dejan secar para su comercialización.
La berenjena
En Japón existe un refrán según el cual no conviene dejar que la esposa de uno coma berenjenas de otoño. Según algunas personas, esto se debe a que esta fruta contribuye a enfriar el cuerpo y, por lo tanto, no es aconsejable que las mujeres la consuman. No obstante, hay quienes lo interpretan de manera distinta: las berenjenas de esta época están tan ricas que es mejor guardárselas para uno mismo. En cualquier caso, son un alimento de gran versatilidad, puesto que se pueden preparar asadas, guisadas, fritas, en salmuera… Además, hay multitud de variedades, entre ellas las redondas, las alargadas y las de agua; todas ellas se emplean en distintos platos regionales.
La pera
Es la llamada reina de las frutas en China, donde se la consideraba valiosa por su rareza. En Japón se venden tres variedades: la autóctona, la occidental y la china. La primera de ellas triunfa entre los consumidores por su textura crujiente y su dulzura refrescante. Contiene ácidos cítrico y aspártico, que ayudan a luchar contra el cansancio, y fibras alimentarias en abundancia, de ahí su utilidad para prevenir la fatiga asociada al calor estival.
Elaborado bajo la supervisión de Inoue Shōei, profesora de sintoísmo. Inoue imparte clases en la Universidad Tōhoku Fukushi y confecciona calendarios, materia sobre la que también investiga. Además, se dedica a dar charlas y a escribir.
Imagen del encabezado: El rocío blanco viste las espigas de arroz (PIXTA).
(Traducción al español del original en japonés)