Las 24 divisiones del año solar en Japón

‘Seimei’: puro y despejado

Cultura Naturaleza

El sol de primavera ilumina la naturaleza con sus apacibles rayos y los elementos que la conforman rebosan vida. Ha llegado el seimei, un tiempo de alegría.

El seimei es un tiempo de regocijo. Este término, que significa literalmente “puro y despejado”, hace referencia al hecho de que este es el período en el que todos los seres vivos alcanzan su máximo apogeo de pureza y claridad. En realidad, es una abreviatura de la expresión shōjōmeiketsu (todas las formas de vida son puras y claras), que aparece en el Koyomi Benran, una guía comentada del calendario que data de mediados del período Edo; concretamente, de 1787.

Según el calendario actual, el seimei empieza en torno al 5 de abril y termina el 19 de ese mismo mes. Se caracteriza por que florecen, por ejemplo, los cerezos, el árbol lirio y el cornejo florido, las aves silvestres gorjean y sopla una brisa refrescante. Sin duda, la madre naturaleza brilla en todo su esplendor durante este período.

Hanaikada: una balsa de flores

La imagen de los pétalos de las flores de cerezo flotando en la superficie de un estanque o un río una vez que se han caído de los árboles recibe el nombre de hanaikada (literalmente, balsa de flores) debido a que recuerda a una de estas embarcaciones (ikada) sobre el agua. Esta expresión estacional, propia de finales de primavera, se utiliza, por ejemplo, en los haikus y en la ceremonia del té. Hay dos lugares en Japón que son especialmente famosos por este tipo de paisaje: Chidorigafuchi (Tokio) y el foso exterior del parque de Hirosaki (Aomori).

El agua del foso exterior del parque de Hirosaki se cubre de pétalos de flores de cerezo durante la época de florecimiento de estos árboles. (PIXTA)
El agua del foso exterior del parque de Hirosaki se cubre de pétalos de flores de cerezo durante la época de florecimiento de estos árboles. (PIXTA)

El cornejo florido

En 1912 las autoridades de Tokio les obsequiaron a las de la ciudad estadounidense de Washington D. C. unos plantones de cerezo y estas les correspondieron con unos cornejos floridos. Estos árboles norteamericanos, que se plantaron en el parque tokiota de Hibiya, se extendieron a otras partes de Japón y ahora florecen justo después de los cerezos.

Cornejo florido. (PIXTA)
Cornejo florido. (PIXTA)

Kanbutsu-e: celebrando el aniversario del nacimiento de Buda

El 8 de abril tiene lugar el Festival de las Flores, nombre con el que se conoce popularmente el Kanbutsu-e, la festividad con motivo del aniversario del nacimiento de Buda. Durante este día en los templos ponen figuritas de Buda en unos floreros con forma de bandeja y colocan adornos florales. Luego los fieles vierten sobre ellas un té elaborado con hojas fermentadas de hortensia.

Imagen típica del Festival de las Flores, celebración con motivo del aniversario del nacimiento de Buda. (PIXTA)
Imagen típica del Festival de las Flores, celebración con motivo del aniversario del nacimiento de Buda. (PIXTA)

Shiohigari: ir a buscar almejas

Remover la arena con un rastrillo en busca de almejas y otros moluscos en las playas poco profundas cuando hace buen tiempo y la marea está baja durante los días de gran diferencia entre las mareas es un plan que gusta mucho a las familias con niños.

Esta época es ideal para ir a buscar almejas, dado que la marea está mucho más baja durante el día que el resto del año. La almeja japonesa o asari está de temporada en primavera y otoño, tiene mucha chicha y es sabrosa. Además, se puede degustar de múltiples maneras: cocida al vapor utilizando sake, en sopa de miso, cocida junto con arroz y otros ingredientes, con espaguetis… Antes de comerlas, es importante dejar las almejas en remojo con agua y sal para quitarles la arena y no llevarse una sorpresa desagradable durante la comida.

A la izquierda, un menor y su progenitor buscando almejas (Photolibrary); a la derecha, un plato de espaguetis con almejas. (PIXTA)
A la izquierda, un menor y su progenitor buscando almejas (Photolibrary); a la derecha, un plato de espaguetis con almejas. (PIXTA)

Hatsugatsuo: el primer bonito

Se cree que se empezó a consumir crudo en torno al período Edo. El bonito está de temporada dos veces al año: desde primavera hasta verano se pesca el llamado hatsugatsuo (el primer bonito), mientras que en otoño se faena el modorigatsuo (literalmente, el bonito que regresa). El primer bonito tiene un sabor ligero y está exquisito si se prepara en tataki; esto es, soasando la parte externa a fuego vivo. Hay quien piensa que, en sus orígenes, esta técnica tenía por objetivo evitar las intoxicaciones alimentarias. El bonito seco o katsuobushi es un ingrediente indispensable en la cocina japonesa para la elaboración del caldo dashi.

A la izquierda, tataki de bonito acompañado de ajo y negi o cebolla galesa (Allium fistulosum), entre otros condimentos; a la derecha, bonito fresco. (PIXTA)
A la izquierda, tataki de bonito acompañado de ajo y negi o cebolla galesa (Allium fistulosum), entre otros condimentos; a la derecha, bonito fresco. (PIXTA)

La llegada de las golondrinas comunes

Las golondrinas comunes llegan a Japón procedentes de los lejanos países del sur. Se cree que hacen sus nidos cerca del ser humano para protegerse de los enemigos exteriores. Además, existe la creencia de que la presencia de un nido de golondrinas en un hogar es un buen augurio y un presagio de la prosperidad de los negocios y la perpetuación de la descendencia.

Una golondrina común con sus crías. (PIXTA)
Una golondrina común con sus crías. (PIXTA)

El diente de león

El diente de león es una flor resiliente capaz de crecer incluso entre las grietas del hormigón. En Japón hay especies tanto endémicas como foráneas. Para que las primeras polinicen, es necesario que intervengan insectos como las abejas, de ahí que se controle su floración y esta se produzca únicamente entre marzo y mayo.

Una especie de diente de león endémica de Japón. (PIXTA)
Una especie de diente de león endémica de Japón. (PIXTA)

Hatsuniji: el primer arcoíris

Hatsuniji designa el primer arcoíris que aparece tras el risshun (la llegada de la primavera) . Aunque niji, la palabra japonesa para decir “arcoíris”, es un término estival si se utiliza de manera aislada, se convierte en una expresión estacional propia de finales de primavera cuando se le antepone hatsu, que significa “principio” o “primero”.

Arcoíris en el cielo sobre el barrio de Minato Mirai, en Yokohama. (PIXTA)
Arcoíris en el cielo sobre el barrio de Minato Mirai, en Yokohama. (PIXTA)

Los espárragos y el udo (Aralia cordata)

Los espárragos y la verdura silvestre udo (Aralia cordata) están de temporada en esta época. El cultivo de esta última es una práctica tradicional que data del período Edo. La cabeza de las espigas resulta deliciosa en tempura, mientras que el tallo se puede saborear mejor si se saltea para hacer kinpira o se hierve y se moja en una vinagreta de mostaza japonesa y miso blanco.

Los espárragos, por su parte, no solo alegran la vista gracias a la variedad de colores—los hay verdes, blancos, morados…—, sino que también son ricos en ácido aspártico, una sustancia que contribuye a combatir la fatiga.

A la izquierda, la verdura silvestre udo (Aralia cordata); a la derecha, espárragos de tres colores.
A la izquierda, la verdura silvestre udo (Aralia cordata); a la derecha, espárragos de tres colores.

El calamar luciérnaga

Este calamar, de entre cinco y siete centímetros de longitud, tiene dentro del cuerpo unos órganos que producen una luz azul y vive a una profundidad que oscila entre los 200 y los 600 metros. Cuando los calamares luciérnaga terminan de desovar, se arrojan a la playa, una práctica que en japonés se conoce como minage. En la bahía de Toyama se los puede ver iluminando la superficie del agua entre los meses de enero y mayo, un espectáculo declarado Monumento Natural Especial de Japón. Aunque su cuerpo es firme, su carne es blanda y dulce. Resultan exquisitos tanto crudos como empapados en salsa de soja o hervidos.

A la izquierda, el minage o lanzamiento del calamar luciérnaga en la bahía de Toyama; a la derecha, calamar luciérnaga crudo. (PIXTA)
A la izquierda, el minage o lanzamiento del calamar luciérnaga en la bahía de Toyama; a la derecha, calamar luciérnaga crudo. (PIXTA)

Elaborado bajo la supervisión de Inoue Shōei, profesora de sintoísmo. Inoue imparte clases en la Universidad Tōhoku Fukushi y confecciona calendarios, materia sobre la que también investiga. Además, se dedica a dar charlas y a escribir.

Imagen del encabezado: Una mariquita sobre un diente de león.

(Traducción al español del original en japonés)

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