Bienvenidos al ‘haikai’ clásico

Resultó tener su fin / el frío viento de invierno / en el estruendo del mar (Gonsui)

Literatura Cultura

Kogarashi (viento frío de otoño o invierno) es el término estacional en esta quincuagesimosexta entrega.

凩の果(はて)はありけり海の音 言水

Kogarashi no
hate wa arikeri
umi no oto.

(Escrito por Gonsui en torno a 1690 e incluido en la colección Shinsen miyakoburi)

Resultó tener su fin
el frío viento de invierno
en el estruendo del mar.

El punto del que parte el arco iris o la región que se extiende más allá del horizonte son cosas quizás verosímiles, pero que no se encuentran así como así. Y el destino final del viento, tampoco. Pues bien: Gonsui logró saber a dónde iba a parar el kogarashi, ese frío ventarrón que sopla a finales del otoño o a principios del invierno y que, como su nombre indica, desnuda los árboles de sus últimas hojas, dejándolos más secos que una piedra. Después de haber bramado con furia por ciudades y campos, sale al mar, cuyas aguas encrespa, arrancándoles broncos sonidos. “El viaje del kogarashi tenía un destino: el mar bravo y estruendoso. Allí corre y bufa a sus anchas, pues no encuentra obstáculo, hasta que se diluye”.

Estos versos se han conservado en un tanzaku (tira de papel para escribir poemas) con una introducción según la cual el mar al que “vierte” el kogarashi de Gonsui es un “mar interior”, el lago Biwa para más señas. El hecho es que estos mismos versos aparecen también en la colección Shinsen miyakoburi, que elaboró el propio Gonsui, y aquí sin ninguna introducción, de lo cual se deduce que a su autor no le importaba demasiado que la palabra umi se interpretase, simplemente, como “mar”.

La inspiración de este poema, al menos de la parte que dice “hate wa arikeri”, habría que buscarla en un yōkyoku o canto titulado Tōboku, en el que un viajero utiliza esa misma expresión al descubrir que la aparentemente infinita llanura de Musashi tiene en realidad un fin, pues termina en Kasumi no seki, un antiguo puesto de control entre provincias situado en el actual barrio de Sekido de la ciudad de Tama (Tokio). En el periodo Edo (1603-1868), la gente estaba muy familiarizada con los yōkyoku y se recreaba en sus expresiones.

Gonsui (1650-1722) era oriundo de Nara. Siendo joven, se trasladó a Edo (actual Tokio), donde trabó una gran amistad con Bashō. Más tarde vivió en Kioto. Este poema del kogarashi en el que Gonsui encuentra cosas de improbable existencia fue muy bien valorado y se dice que le reportó el sobrenombre de “Gonsui, el del kogarashi”.

(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: PIXTA)

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