La literatura de ficción de la era Heisei: Escritores japoneses de 1989 a 2019

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En la era Heisei (1989-2019) surgieron muchas escritoras en Japón y Murakami Haruki se convirtió en uno de los autores más populares del mundo.

El estallido de la burbuja económica en los primeros años de la era Heisei (1989-2019) hizo que Japón perdiera su impulso, dando paso a décadas de un crecimiento lento. Sin embargo, a pesar de la pérdida de prestigio económico, el país conservó un gran atractivo cultural, inspirando un interés más amplio que nunca en su literatura en el extranjero. Muchos de los autores de la época escribieron sobre temas como el aumento de la inseguridad laboral y el envejecimiento de la población, así como a los grandes desastres naturales que sacudieron la nación.

Siempre es difícil resumir las tendencias artísticas recientes, y esto es aún más cierto cuando la traducción entra en la ecuación; las obras en otros idiomas pueden aparecer por primera vez años o incluso décadas después del original. Si bien esta visión general tiene por objeto sacar una perspectiva principalmente japonesa sobre la escritura de la era Heisei, también está influenciada por los libros que actualmente están disponibles en inglés.

Autores internacionales

En 1994, Ōe Kenzaburō fue nombrado segundo premio Nobel de Literatura de Japón, sobre la base de sus escritos de la era Shōwa (1926-89). Murakami Haruki no ganó el premio en la época Heisei, a pesar de que desde el decenio de 2000 se le ha señalado regularmente como posible ganador, pero abrió nuevos caminos como fenómeno editorial internacional. Novelas como su Nejimakidori kuronikuru (Crónica del pájaro que da cuerda al mundo) de 1995 y Umibe no Kafuka (Kafka en la orilla) de 2002 ampliaron el universo de Murakami.

Tawada Yōko se convirtió en una autora internacional en un sentido diferente, instalándose en Alemania y escribiendo tanto en japonés como en alemán. Ganó el Premio Akutagawa por su novela Inu mukoiri (El novio fue un perro) de 1993, un cuento surrealista sobre un profesor de una escuela de refuerzo que inicia una relación con un hombre parecido a un perro. Su novela de 2014 Kentōshi (El emisario) imagina un Japón futuro disminuido en el que los ancianos viven saludablemente más allá de los 100 años, pero los niños son débiles y frágiles.

Una nueva ola de escritoras

Las mujeres novelistas llegaron a una prominencia sin precedentes en este período. Entre sus obras más destacadas se encuentra la novela de 2001 de Kawakami Hiromi, Sensei no kaban (El cielo es azul, la tierra blanca), sobre el lento crecimiento de la intimidad entre una mujer de treinta y tantos años y su antiguo profesor de instituto, con quien se encuentra por casualidad en un bar. El libro de Ogawa Yōko de 2003 Hakase no ai shita sūshiki (La fórmula preferida del profesor) es una cálida historia del vínculo entre un profesor de matemáticas con una memoria a corto plazo que abarca sólo los últimos 80 minutos y el ama de llaves que lo cuida.

Kawakami Mieko se estableció después de recibir el Premio Akutagawa por su novela de 2008 Chichi to ran (traducido al español como Senos y huevos), que trata sobre una familia de tres mujeres: la narradora, su hermana obsesionada con el aumento de pecho y su sobrina ansiosa por el comienzo de la pubertad. Murata Sayaka alcanzó un éxito tanto literario como popular cuando su novela de 2016 sobre una mujer poco convencional que se esfuerza por aparentar ser normal, Konbini ningen (La dependienta), ganó el Premio Akutagawa y se convirtió en un bestseller.

Historias oscuras y de misterio

Murakami Ryū continuó con sus singular carrera literaria. Su perturbadora novela de 1997 In za miso sūpu (Sopa de miso) hace un oscuro viaje por la vida nocturna de Tokio. Las visiones de Nakamura Fuminori también suelen ser sombrías, aunque su libro de 2009 Suri (El ladrón) añade un giro de género, ya que un carterista se mete en su cabeza. Yu Miri es una escritora perteneciente al grupo de autores zainichi (de etnia coreana) que surgieron en el período. Su novela de 2014 JR Ueno-eki Kōenguchi (Tokyo Ueno Station) cuenta la historia de un hombre sin hogar que vive al margen de la sociedad japonesa.

Obras como la novela de 2005 Yōgisha X no kenshin (La devoción del sospechoso X), sobre un matemático que trata de asumir la culpa en un caso de asesinato, elevó a Higashino Keigo al trono de la ficción de misterio en Japón. Kirino Natsuo también causó sensación en el género. Su novela de suspense Out de 1997 se centró en un grupo de mujeres cuyas vidas se descontrolan después de intentar deshacerse de un cadáver.

Cinco obras de 1989 a 2019

Sensei no kaban, 2001, Kawakami Hiromi

Una mujer empieza a hablar con un hombre mucho mayor en un bar y se da cuenta de que es su antiguo profesor de instituto. Poco a poco su soledad los une.

Traducción: El cielo es azul, la tierra blanca, por Marina Bornas Montaña (Ed. Acantilado)

Hakase no aishita sūshiki, 2003, Ogawa Yōko

Desde que sufrió una lesión en la cabeza hace muchos años, un profesor de matemáticas tiene sólo 80 minutos de memoria a corto plazo. Una nueva ama de llaves asume la difícil tarea de cuidarlo.

Traducción: La fórmula preferida del profesor, por Yoshiko Sugiyama y Héctor Jiménez Ferrer (Ed. Funambulista).

Yōgisha X no kenshin, 2005, Higashino Keigo

Cuando una mujer mata a su ex-marido abusivo, su vecino la ayuda a encubrir el asesinato. Un detective de la policía y su brillante amigo físico trabajan para desentrañar lo que pasó exactamente.

Traducción: La devoción del sospechoso X, por Antonio Francisco Barberán Pelegrín (Ediciones B).

Kentōshi, 2014, Tawada Yōko

En un futuro Japón, aislado del mundo, Yoshirō sigue conservando una buena salud con más de 100 años. Pasa sus días con su bisnieto Mumei, que está enfermo como todos los niños de la época.

Traducción: The Emissary (también publicada como The Last Children of Tokyo) por Margaret Mitsutani en inglés.

Konbini ningen, 2016, Murata Sayaka

Una mujer a la que le cuesta entender las convenciones de la sociedad empieza a trabajar en una tienda de conveniencia, y piensa que siguiendo exactamente el manual del empleado puede encontrar una manera de encajar.

Traducción: La dependienta, por Marina Bornas Montaña (Cuomo Editorial).

(Traducido del original en inglés y editado. Fotografía del encabezado desde la izquierda: Ogawa Yōko en 2007, Murakami Haruki en 2014, y Kawakami Hiromi en 2016. © Jiji Press.)

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