Amar y aprender el idioma japonés
Adoptar y adaptar: préstamos lingüísticos en japonés
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Préstamos tempranos
Cada idioma tiene sus préstamos, y el japonés no es una excepción. Los hablantes japoneses, al tratar de expresar nuevos conceptos o dar nueva vida a otros viejos, han tomado con frecuencia palabras de otros idiomas para hacerlo. Mientras que los préstamos en japonés se asocian a menudo con el inglés, dada su reciente preponderancia global, otras fuentes lingüísticas también han contribuido en gran medida. A veces, no obstante, el significado de esos vocablos cambia al establecerse en su nuevo lenguaje.
El vocabulario japonés se puede dividir a grandes rasgos en tres grupos: palabras wago, que existían en el japonés antiguo, palabras kango que se escriben usando kanji y cuya pronunciación deriva del chino, y palabras gairaigo que han entrado en el idioma más recientemente y se suelen escribir en katakana.
Muchas palabras kango son préstamos del chino que llevan en el idioma más de un milenio, y son en general consideradas japonesas. Algunas llegaron a Japón unidas a las importaciones culturales a las que nombran, como 琵琶 (biwa, un tipo de laúd), o como descripciones de la flora y fauna del continente asiático, como 孔雀 (kujaku, pavo real). Otras palabras kango derivan de otras lenguas o se crearon en Japón; son notables ejemplos de ello palabras como 経済 (keizai, economía) y 社会 (shakai, sociedad), que fueron a su vez exportadas y pasaron a formar parte del idioma chino.
Además del chino, que representa la aplastante mayoría de los préstamos tempranos del japonés, otra fuente notable es el sánscrito, el cual proveyó vocabulario relacionado con el budismo. La palabra sotoba, por ejemplo, viene de stupa (estupa), en sánscrito. Aunque puede referirse a la estructura budista, como ocurre en español o en inglés, sotoba indica normalmente las tabletas memoriales de madera que representan a las propias estupas, y que se pueden ver en los cementerios japoneses.
Del inglés al ainu
Cuando los barcos europeos cargados de objetos extraños del otro lado del mundo comenzaron a visitar Japón en el siglo XVI también llevaron consigo cambios al idioma japonés. El portugués, por ejemplo, proporcionó palabras ahora muy usadas, como pan (pão) y tabako (tabaco). El acceso comercial exclusivo para Holanda entre los poderes europeos implicó una fuerte influencia holandesa durante el periodo Edo (1603-1868), que llevó a la adopción de palabras como penki (pek, pintura) y ponpu (pomp, bomba de agua).
Con la forzosa apertura del país al comercio exterior en mitad del siglo XIX los idiomas europeos fluyeron aún con mayor ímpetu en el japonés. Ya que muchos médicos aprendían Medicina por medio del alemán este campo del saber en particular incluye muchas palabras importadas de ese idioma, como gipusu (Gips, escayola) y arerugī (Allergie, alergia). El alemán también proporcionó muchos términos asociados con el esquí y el montañismo, como sutokku (Stock, bastón de esquí) o zairu (Seil, cuerda), dada la influencia de los austriacos y otros germanoparlantes que traían sus herramientas y conocimientos a Japón. Los préstamos del francés se arraciman en torno a las artes y la comida, e incluyen palabras como baree (ballet) o gurume (gourmet).
El inglés, no obstante, ha sido el principal proveedor de préstamos al japonés a lo largo de más de este último siglo. La influencia de estilos de vida occidentalizados hizo que palabras cotidianas como naifu (knife, cuchillo), shatsu (shirt, camisa) y beddo (bed, cama) se vieran adoptadas rápidamente. Los esfuerzos realizados en Japón durante la Segunda Guerra Mundial por limitar el uso de préstamos del “inglés del enemigo” tuvieron un cierto efecto, como puede verse hoy día en el béisbol, que se suele denominar yakyū (literalmente “pelota de campo”) más que bēsubōru. Después de la guerra, sin embargo, el influjo de términos se aceleró de nuevo. La nueva tecnología, en particular, trajo consigo lagunas lingüísticas preparadas para llenarse con palabras como terebi (televisión), pasokon (personal computer, ordenador personal) y sumaho (smartphone), pero tanto si las lagunas eran obvias como si no, los préstamos del inglés se han colado por todos los rincones de las vidas de los japoneses.
El ikura (huevas de salmónidos) puede parecer una comida típicamente japonesa, pero la palabra viene del vocablo ruso ikra, idioma que también contribuye con noruma (norma, cuota). El ainu le ha proporcionado tonakai (tunnakay, reno) y rakko (rakko, nutria marina) al japonés, mientras que el nivejí, originario de una amplia región al norte de Japón, se considera el origen del término kuzuri (glotón o carcayú). Más recientemente otras palabras, como kimuchi (kimchi) y tekondō (taekwondo), han entrado en el idioma procedentes del coreano.
Nuevos significados y combinaciones
Mientras que los préstamos gairaigo se escriben ahora usando el katakana, muchos de ellos que llevan cierto tiempo en el japonés se pueden escribir también con kanji. Por ejemplo, las cafeterías y los paquetes de café suelen mostrar los caracteres 珈琲 (kōhī, café) para transmitir un aire de tradición sofisticada, ahora que la novedad del katakana, コーヒー, se ha disipado. Algunos préstamos, no obstante, se escriben más a menudo en kanji, como sebiro (背広), una palabra que significa “traje” y que algunos sugieren deriva de la calle londinense Savile Row, conocida por sus sastres.
Los préstamos pueden adaptarse al nuevo ambiente de otro idioma de diferentes modos. Cuando una palabra inglesa entra en el japonés puede recibir abreviaturas locales, como eakon en lugar de air-conditioning (aire acondicionado) o konbini en lugar de convenience store (tienda de veinticuatro horas, literalmente “de conveniencia”). Algunos términos adoptan nuevos significados, y estos “falsos amigos” pueden llevar a confusión: tarento viene de la palabra inglesa talent (talento), pero ha pasado a usarse para hablar de figuras del entretenimiento y famosos, mientras que kanningu (cunning, astucia), significa hacer trampas en un examen. O pueden formar parte de nuevas combinaciones, como mōningu sābisu (morning service, servicio matutino), expresión con la que se denomina a un menú de desayuno, con tostada y bebida caliente, por ejemplo.
A algunos les disgustan los préstamos, pero solo aquellas palabras particularmente populares, o que resultan ser especialmente útiles, se quedan en el idioma a largo plazo. Si terminan realizando una función diferente de la que hacían en su lenguaje de origen suele ser para hacer frente a necesidades diferentes. En este sentido el japonés es como cualquier otro idioma: adoptar palabras nuevas es parte del cambio inevitable que sufre constantemente.
(Artículo traducido al español del original en inglés. Ilustración del encabezado de Mokutan Angelo.)