
Tradiciones “cool”, modernidad y belleza tradicional
‘Ukiyo-e’ con un toque especial: colaboraciones con personajes de ‘Doraemon’, ‘Crayon Shin-chan’, ‘Godzilla’ y ‘FGO’
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Personajes de anime en los ukiyo-e de Hokusai y Hiroshige
El ukiyo-e, que representaba las tendencias populares de la sociedad y se vendía masivamente a precios asequibles mediante la impresión en bloques de madera, era el entretenimiento más cercano para la gente común de Edo. Los más vendidos eran los bijin-ga (retratos de mujeres hermosas) y los yakusha-e (retratos de actores), equivalentes a los retratos fotográficos modernos; los más apreciados eran los de cortesanas de Yoshiwara y de hijas de las comerciantes dibujadas por Kitagawa Utamaro, y los de actores de kabuki de Tōshūsai Sharaku. En el período Edo tardío, Treinta y seis vistas del monte Fuji de Katsushika Hokusai y Cincuenta y tres estaciones de Tōkaidō de Utagawa Hiroshige se convirtieron en un verdadero fenómeno y despertaron el espíritu viajero de los habitantes de Edo.
El éxito de estos artistas estrella fue posible gracias a la existencia de artesanos anónimos y de editoriales. Las obras se producían mediante la división del trabajo entre los grabadores (horishi), que creaban los bloques de madera a partir de los bocetos, y los impresores (surishi), que aplicaban colores a los bloques y los transferían al papel japonés.
La obra Artesanas (colección del Museo Edo-Tokio), representa la escena de producción de ukiyo-e. La mayoría de los grabadores reales eran hombres y trabajaban en talleres separados.
Finalmente el editor, que planifica, encarga trabajos a artistas y artesanos, y vende los productos terminados, es el hanmoto. Son los editores de ukiyo-e quienes producen temas capaces de atraer a la gente de su época.
Particularmente famoso es Tsutaya Jūzaburō (1750-1797), conocido como Tsutajū, quien contrató a Utamaro y Sharaku. Publicó los primeros ōkubi-e (retratos de cabeza grande) de mujeres hermosas y actores con composiciones innovadoras de busto, y se convirtió en el “rey de los medios de comunicación de Edo”. Hoy día Tsutajū está saltando de nuevo a la fama gracias a la emisión de la teleserie histórica de la NHK Berabō: los sueños de gloria de Tsutajū.
Sakai, en su veintena, dejó su trabajo en una empresa comercializadora para convertirse en hanmoto, editor de la tradición artística japonesa del ukiyo-e.
Aunque la inclinación por la cultura occidental desde la era moderna provocó el declive del ukiyo-e, aún sobreviven algunas editoriales. El presidente de Hanzō (Ōta, Tokio), Sakai Eiji, sigue un estilo de producción en el que forma equipos de pintores, grabadores e impresores independientes para cada obra, pero los temas no se limitan a la tradición. Publica sin cesar obras que responden a la demanda moderna, algo que le ha ganado el apodo de “Tsutajū de la era Reiwa”.
Arriba: Vista panorámica de las tiendas Mitsui en Suruga-chō, Edo, de la serie Treinta y seis vistas del monte Fuji de Katsushika Hokusai (colección del Museo Metropolitano de Arte). Abajo: Xilografía ukiyo-e de Doraemon Vista panorámica de las tiendas Mitsui en Suruga-chō, Edo, de la serie Treinta y seis vistas del monte Fuji (cortesía de Hanzō) © Fujiko-Pro.
La obra insignia de Hanzō es la serie de ukiyo-e del manga y anime Doraemon, amada por los aficionados durante ya medio siglo. Su concepto es que el grupo de Doraemon, que visita el período Edo en una máquina del tiempo, se representa en obras maestras de Hokusai y Hiroshige, y cada vez que se lanza una nueva obra (anualmente) se agota.
La norma en la industria es utilizar ilustraciones oficiales para la comercialización con el fin de proteger la imagen de los personajes. Sin embargo, como eso no se traduce en ukiyo-e, negocian arreglos para los colores y las poses. En la colaboración con Star Wars, trabajaron arduamente con Disney durante un año, por ejemplo, para lograr que los trajes fueran de colores tradicionales japoneses. “El hecho de que se nos permita redibujar es una prueba de que el ukiyo-e es reconocido como parte de la cultura tradicional japonesa”, dice Sakai.
Arriba: Hara, vista del monte Fuji al amanecer, de las Cincuenta y tres estaciones de Tōkaidō de Utagawa Hiroshige (colección de la Biblioteca Central Metropolitana de Tokio). Abajo: Xilografía ukiyo-e de Crayon Shin-chan, Hara, vista del monte Fuji al amanecer, de las Cincuenta y tres estaciones de Tōkaidō (cortesía de Hanzō) © Usui Yoshito /Futabasha, Shin-ei, TV Asahi, ADK.
Cuando comenzaron los proyectos de colaboración, los propietarios de los derechos se negaban constantemente, ya que no entendían esos arreglos al estilo ukiyo-e, pero la marea cambió con Star Wars y Doraemon. Con el tiempo, comenzaron a trabajar con animes populares nacionales como GeGeGe no Kitarō, Chibi Maruko-chan y Crayon Shin-chan, así como con Godzilla e incluso héroes de Marvel.
También comenzaron una colaboración con el popular juego para smartphones Fate/Grand Order, muy popular entre los jóvenes tanto en Japón como en el extranjero. Dado que aparecen más de 100 personajes basados en héroes legendarios de todo el mundo, Sakai espera un desarrollo de la serie a largo plazo, y que resulte atractiva para los aficionados extranjeros.
Xilografías ukiyo-e de Fate/Grand Order, Fate/Grand Order: leyendas heroicas de la Guerra del Santo Grial (izquierda) y Retrato de un héroe que mira hacia atrás, Jinete/Ushiwakamaru (derecha) Supervisión de Type-Moon (cortesía de Hanzō). © Type-Moon / FGO Project
Esta colaboración entre ukiyo-e y personajes es un éxito rotundo entre los extranjeros, una actuación conjunta del “Cool Japan” que trasciende épocas. “Hasta ahora, los amantes del ukiyo-e en el extranjero se centraban principalmente en Europa y Estados Unidos, pero las obras de personajes tienen demanda en muchos países y regiones; como Doraemon, que es muy popular en China”, dice Sakai, expresando su esperanza de que la base de aficionados se expanda.
Temas vendibles para asegurar las ganancias que merecen los artesanos
Sakai tiene ahora muy en cuenta el mercado extranjero, pero cuando se independizó de la editorial donde trabajaba hace unos veinte años solo tenía el deseo de “permitir que los artesanos ganen dinero y mantener viva la tradición”. Los artesanos del ukiyo-e llevan heredando técnicas y herramientas desde el período Edo, pero la escasez de sucesores se está acelerando.
Alrededor de la década de 1980, los profesionales de las editoriales podían ganarse la vida creando grabados en madera de famosos pintores japoneses. Sin embargo, las ventas se desplomaron con el estallido de la burbuja económica, y solo se siguieron reimprimiendo los ukiyo-e tradicionales más famosos. Con la llegada de las reimpresiones de bajo precio, los artesanos no podían obtener ingresos decentes ni tomar aprendices, y muchos cerraron sus negocios.
Fue en ese momento de declive cuando Sakai se aventuró en este mundo. Su punto de partida fue el deseo de preservar las técnicas tradicionales de grabado e impresión, más que las propias pinturas, y de dar a conocer su grandeza a los jóvenes. Originalmente el ukiyo-e trataba los temas del entretenimiento popular de la época. Volviendo a esta esencia, se le ocurrió la idea de colaborar con obras de manga, anime y películas, temas que interesan a los jóvenes de hoy. Fue una grata sorpresa para él que el ukiyo-e atrajera al público del extranjero.
En un evento de Hanzō en el Hotel Gracery Shinjuku (Tokio), donde más del 90 % de los huéspedes son extranjeros, se realizó una demostración de impresión de ukiyo-e. Se coloca papel japonés sobre una tabla de madera pintada y se frota con fuerza con un instrumento denominado baren.
Tetsui Hirokazu, quien estudió con su padre para convertirse en impresor, recibió aplausos por sus impresiones, llenas de sentimiento.
La madera tradicional para grabados es escasa, y como muchos de los trabajos utilizan papel washi de Echizen, hecho a mano por el tesoro nacional viviente Ichibei Iwano IX, los materiales resultan muy costosos. La inversión inicial es grande y se tarda más de un mes en grabar e imprimir cada obra, por lo que solo se pueden producir cinco o seis nuevas xilografías al año, como máximo.
Sin embargo, ahora reciben ofertas de varios propietarios de derechos de autor. “Quiero aceptar solicitudes y dar a conocer el encanto del ukiyo-e a muchas personas”, dice Sakai, y a veces produce nuevas obras solo con ilustraciones, utilizando impresoras de inyección de tinta de alto rendimiento, ya que no puede predecir las ventas o no quiere perder el momento de la venta.
El cerezo silvestre para tablas de madera de grabado ahora es un artículo de lujo.
Impresión de inyección de tinta sobre lienzo. De izquierda a derecha: tablas con tela de ukiyo-e de neón Godzilla Shinjuku no zu y Godzilla Ōsaka no zu (cortesía de Hanzō). TM & © TOHO CO., LTD
Los temas del ukiyo-e no se limitan a los personajes. También han realizado una obra un tanto inusual con las olas de Kanagawa oki namiura, de Treinta y seis vistas del monte Fuji, que el músico Debussy incluyó en la partitura de su poema sinfónico La Mer (El mar). Sakai comentó sobre esta pintura: “Me sorprendió la perspectiva occidental de omitir el monte Fuji, el protagonista”, y reconstruyó la pintura en un ukiyo-e lleno de destreza artesanal, manteniendo la composición y los colores tal como estaban. Dado que lanzó la obra en el momento en que Namiura apareció en el reverso del nuevo billete de mil yenes las ventas fueron buenas, incluida la pintura original, que se vendió por 1,32 millones de yenes.
Con la ambición de “revitalizar la industria para que los artesanos puedan dejar sucesores mientras están activos” Sakai continúa transmitiendo la cultura del ukiyo-e al mundo y al futuro.
Izquierda: ukiyo-e en la portada de la primera edición de la partitura orquestal de La Mer. Derecha: La Mer (Vagues Vertes Jade / Olas de jade) es una pintura original con hoja de platino. (cortesía de Hanzō)
(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: un arreglo con Doraemon de la famosa pintura de ukiyo-e de Hiroshige: Cien famosas vistas de Edo: lluvia vespertina en Ōhashi Atake; cortesía de Hanzō - © Fujiko-Pro.)