El síndrome posvacacional de mayo

En Japón, los ejercicios fiscales abarcan desde abril de un año hasta marzo del siguiente, algo que afecta al funcionamiento de los centros educativos y de las empresas. Por ello, abril es un mes repleto de ceremonias para conmemorar el inicio de una nueva etapa escolar o laboral y, consecuentemente, el comienzo de una vida en otro entorno. Quienes se encuentran en esta situación de cambios experimentan a menudo un bajón emocional y una sensación de inseguridad en torno a mayo, un fenómeno que se conoce como “síndrome posvacacional de mayo”, gogatsubyō en japonés —literalmente, la enfermedad de mayo—.

El estrés derivado de un entorno nuevo

La incapacidad para adaptarse a un nuevo entorno genera agobio y estrés y lleva al decaimiento; esto es, al síndrome posvacacional de mayo. Inicialmente, este término se utilizaba únicamente en los círculos universitarios; sin embargo, el fenómeno no se da exclusivamente en la educación superior, ya que les ocurre también a muchos estudiantes de secundaria y a personas que entran en el mercado laboral. Consecuentemente, se ha ampliado el uso del vocablo que lo denomina.

El período de exámenes para pasar a la siguiente etapa educativa o encontrar el primer trabajo se caracteriza por unos niveles de estrés altísimos. Superado esto, llega la tranquilidad de la nueva vida, pero, al mismo tiempo, se genera cierta desilusión hacia el nuevo entorno de trabajo o de estudios, al cual resulta imposible adaptarse. Todos estos sentimientos son la causa del síndrome posvacacional de mayo. En el caso de quienes entran en el mercado laboral, tras el período de formación en la empresa, pueden surgir dudas en el puesto que uno ocupe, así como estrés, lo cual se traduce en una falta de motivación y, en última instancia, en enfermedades psicosomáticas.

En términos médicos, sería un trastorno de adaptación. Por lo general, se trata de algo transitorio, de ahí que los síntomas desaparezcan en un par de meses, cuando la persona se ha acostumbrado al entorno. Sin embargo, puede prolongarse y convertirse en una depresión.  

Los peligros de la Semana de Oro

Un mes después del comienzo del ejercicio fiscal, llegan las vacaciones de la Golden Week o la Semana de Oro, denominación con la que se conoce a una serie de jornadas festivas prácticamente consecutivas: el 29 de abril, el Día de Shōwa; el 3 de mayo, el Día de la Constitución; el 4 y el 5, el Día de la Naturaleza y el Día de los Niños, respectivamente. Si se suman el sábado y el domingo, el descanso ronda la semana.

Estas vacaciones largas coinciden con el máximo nivel de estrés y cansancio derivados del cambio de entorno por los estudios o el trabajo; durante ellas, se puede respirar con tranquilidad. Precisamente por este motivo, hay quienes pierden la motivación y, en muchos casos, van teniendo cada vez menos ganas de ir a clase o a la oficina. Además, la llegada de junio se junta con el comienzo de la temporada de lluvias, esto es, del mal tiempo; consecuentemente, aumenta también el riesgo de un agravamiento en la condición descrita.

El origen del término: la Universidad de Tokio

Se cree que el término “gogatsubyō” se utilizó por primera vez en la Universidad de Tokio, en la segunda mitad de la década de 1960. En esa época, Japón vivía un período de crecimiento económico acelerado, algo que hizo también que aumentara la competitividad en los exámenes de acceso a la universidad. En aquel entonces, el término se utilizaba para referirse a la salud mental de aquellos estudiantes que acababan de entrar en el centro de educación superior con las pruebas de ingreso más difíciles y competitivas de todo Japón.

A día de hoy, no son pocos los universitarios que tienen problemas de salud durante el primer año académico debido a la dificultad de adaptación. Por ello, los centros educativos han habilitado consultorios y buscan evitar que los alumnos sufran de estrés.

Imagen de la cabecera: PIXTA

(Traducción al español del original en japonés)