Los límites de la Ley de Control de Fondos Políticos de Japón
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La Ley de Control de Fondos Políticos de Japón data de 1948, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando el Cuartel General de las Potencias Aliadas, durante la ocupación de Japón, implementó regulaciones para evitar la corrupción política. Desde entonces, y a lo largo de las décadas, esta legislación ha sido reforzada en varias ocasiones para responder a sucesos tales como las acusaciones de soborno que acabaron con la administración del primer ministro Tanaka Kakuei o el escándalo de la firma Recruit que, a fines de la década de 1980, puso fin a la carrera de varios políticos involucrados en casos de corrupción con acciones no cotizadas que se esperaba subieran de precio. De acuerdo con información del Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones, la ley ha recibido un total de 12 enmiendas. Lo que esta ley busca es asegurar la justicia y equidad de las actividades políticas dando prioridad a la transparencia de fondos políticos.
Comencemos definiendo lo que significa “fondo político”. Este concepto amplio incluye los fondos que los partidos y los políticos (candidatos que aspiran a cargos públicos) reciben para llevar a cabo actividades políticas. Se trata de recursos que ingresan principalmente a través de donaciones de particulares, de firmas y otras organizaciones, subvenciones públicas financiadas con tributaciones y dinero obtenido a través de fiestas de recaudación de fondos, entre otros. Es obligación de las organizaciones políticas japonesas presentar al ministro del Interior o a las comisiones electorales de las prefecturas los informes del origen y destino de los fondos políticos del año anterior.
Dichos informes incluyen, a grandes rasgos, cuatro áreas: donaciones, ingresos por fiestas de recaudación de fondos, gastos y activos. Se debe llevar un registro de los particulares que donan más de 50.000 yenes al año, así como de las organizaciones que adquieren entradas a las fiestas de recaudación por un valor superior a los 200.000. Además, a partir de los 50.000 yenes debe quedar registro claro del destino de dichos gastos por cada actividad política.
Una laguna legal frecuentemente mencionada es que no es obligatorio registrar en las listas a los compradores de entradas para fiestas de recaudación de fondos si el precio de la entrada no supera los 200.000 en cada caso. Mientras que la Ley de Control de Fondos Políticos prohíbe que compañías y entidades entreguen donaciones a políticos de manera individual, sí permite que las organizaciones políticas afiliadas a políticos particulares celebren fiestas de recaudación de fondos, lo que abre una posibilidad para que las firmas y entidades canalicen los recursos hacia ellos. Según se dice, es común que las entradas para dichas fiestas se paguen en efectivo, lo que las convierte en terreno fértil para pagos encubiertos. Y lo que es peor, las donaciones corporativas a los partidos políticos continúan siendo legales y los partidos tienen la costumbre de donar recursos a agrupaciones políticas afiliadas a sus miembros, lo que dificulta el rastreo del movimiento de los fondos. Todo esto ha contribuido a alimentar la imagen de que la Ley de Control de Fondos Políticos está repleta de lagunas legales.
Como parte de los esfuerzos para fortalecer esta legislación, en 1994 se estableció una prohibición de donaciones corporativas o de agrupaciones a políticos individuales. En 1999 se amplió para prohibir también este tipo de donaciones a las organizaciones que administran los fondos de los políticos. Finalmente, en 2007 se implementó un sistema de auditoría para fondos políticos.
Según el Ministerio del Interior y Comunicaciones, un total de 58.164 organizaciones políticas presentaron informes de fondos políticos para el año 2022 al ministro de Asuntos Internos y Comunicaciones o a las comisiones electorales prefecturales. El total de ingresos para dicho año fue de 209.700 millones de yenes, un aumento de 1,4 % con respecto a 2021, mientras que los egresos ascendieron a 206.300 millones de yenes, una caída de 0,9 %. Las entradas a las fiestas de recaudación de fondos representaron el 8,6 % del total, con 18.100 millones de yenes, una caída considerable con respecto a la cifra máxima histórica de 27.400 millones de yenes de 2006.
(Publicado originalmente en japonés, y traducido al español de la versión en inglés. Imagen del encabezado: el primer ministro japonés, Kishida Fumio -derecha-, brinda con otros miembros de la facción Kishida del PLD durante una fiesta para recaudar fondos el 17 de mayo de 2023 - Jiji Press.)
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