Shichifukujin: las siete deidades de la fortuna en Japón
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El monje Tenkai, fundador del templo Kan’eiji, en Ueno, y asesor político de Tokugawa Ieyasu, aseguraba que el gobernante perfecto debía tener siete bondades: longevidad, riqueza, popularidad, integridad, dignidad, gracia y tolerancia. Las siete deidades de la fortuna son Ebisu, una deidad protectora autóctona de Japón, Daikokuten, Benzaiten, Bishamonten, Hoteison, Fukurokuju y Jurōjin, provenientes del continente asiático. Se dice que quienes creen en ellas obtendrán las siete bondades que representan y su devoción se propagó ampliamente entre la gente de a pie.
Integridad: Ebisu, la deidad que lleva una caña de pescar y un gran besugo rojo
Hiruko-no-mikoto, hijo de Izanami e Izanagi, figuras mitológicas que crearon el archipiélago japonés, nació destinado a la tragedia y a causa de su discapacidad fue arrojado al mar. Sin embargo, fue criado con amor en la tierra donde lo arrastró la corriente y se convirtió en una deidad de la fortuna.
Ebisu se puede escribir de diferentes formas, algunos de los kanji que se utilizan para su nombre hacen referencia a una persona proveniente de tierras extranjeras. Se dice que esta deidad representa la creencia autóctona de Japón, un país rodeado por el mar, de que las cosas que llegan a sus costas, arrastradas por las olas, tienen algo de divinidad.
Entre las siete deidades de la fortuna, Ebisu goza de especial popularidad entre los japoneses. En parte porque es la imagen de la cerveza Yebisu, cuya empresa productora es pionera de la cerveza de lujo, por lo que su efigie se encuentra fácilmente en los supermercados o en las tiendas de 24 horas. El nombre de la marca es parte de una estrategia mercadotécnica, ya que su competencia vendía desde antes la cerveza Daikoku, otra de las deidades de la fortuna.
Los orígenes de la estación ferroviaria de JR Ebisu se encuentran en la parada de Ebisu, un lugar establecido para la descarga de cerveza en 1901. Ebisu, una deidad de la fortuna que inspiró la marca de una cerveza y acabó convirtiéndose en el nombre de la estación y del lugar. La popularidad de esta cerveza se ha extendido por más de un siglo y ha ayudado a la bonanza de este barrio de Tokio. No hay duda de que ha sido una deidad de la fortuna.
Durante el periodo Edo (1603-1868) se buscaba la ayuda de Ebisu para el éxito en los negocios en Kansai, región donde florecía el comercio. Los fieles se congregan particularmente en los santuarios de Nishinomiya (ciudad de Nishinomiya, prefectura de Hyōgo) y de Imamiya Ebisu (distrito de Naniwa, ciudad de Osaka), donde cada año, del 9 al 11 de enero, se celebra el festival Tooka Ebisu, una tradición típica de invierno. En sus recintos retumban los clamores “¡Te pedimos bonanza para los negocios, tráenos la prosperidad!” y la gente abarrota el lugar para comprar amuletos fukusasa. En las primeras horas de cada 10 de enero se celebra en el santuario Nishinomiya la carrera Kaimon Shinji Fuku Otoko Erabi. Su popularidad es tal que todos los años aparece en las noticias y es conocida en todo Japón. En el momento en el que se abre la puerta principal del santuario, los corredores se abalanzan para llegar en primer lugar al pabellón principal y convertirse en el hombre afortunado del año.
La riqueza: Daikokuten, la deidad que carga un gran costal y un martillo mágico
Daikokuten es una combinación de Mahakala, la deidad india de la oscuridad, y la deidad japonesa Ōkuni-nushi-no-mikoto. Mahakala significa “oscuridad profunda”, expresión que en japonés es homófona de daikoku, otra forma de leer los kanji de “Ōkuni”, por lo que se cree que se aprovechó la coincidencia.
Gracia: Benzaiten, la deidad que toca la biwa
Según la mitología india, es la diosa del agua. Es virtuosa de la música, la sabiduría y la elocuencia. Siguiendo estas características, su nombre debería escribirse con el kanji 才, “talento”, pero, ya que en Japón también encarna la prosperidad, se escribe con un 財, “riqueza”.
En algunos santuarios se pueden encontrar los Zeniarai-benten, lugares en donde se lava con agua el dinero, populares por la supuesta energía espiritual que reside en ellos. El visitante quizá vea multiplicar su dinero si lo lava con el agua bendita de la deidad Benten. Es famoso el de la ciudad de Kamakura, en la prefectura de Kanagawa, cerca de Tokio.
Dignidad: Bishamonten, la deidad con armadura
Representado como una deidad con armadura y de aspecto valiente, contaba con la profunda devoción de los guerreros del periodo Sengoku. Se sabe que Uesugi Kenshin era uno de los más fervientes adoradores de Bishamonten. Originalmente, en India, era una deidad relacionada con las riquezas y su cualidad como guerrero se le impuso cuando llegó a China. En la mano izquierda lleva una pagoda y en la derecha un báculo de la fortuna.
Popularidad: Fukurokuju, la deidad de cabeza y barba largas acompañada de una grulla
Se trata de una deidad taoísta que se cree que es la personificación de la Estrella del Sur. Atrae la fortuna económica, y está relacionada con la longevidad y la descendencia numerosa. Existen las teorías de que es otra versión de Jurōjin o de que son gemelos.
Longevidad: Jurōjin, una deidad de barba y pelo canosos acompañada de un ciervo
Otra deidad taoísta. Se dice que es la encarnación de la Estrella del Sur, de la que dicen que alarga la vida si se ve. También se lo reconoce como otra versión de Fukurokuju. Otorga longevidad e intercede en la curación de las enfermedades.
Tolerancia: Hotei, la deidad semidesnuda con un vientre abultado que lleva un gran costal
Se cree que es la única de las siete deidades inspirada en una persona real. Su modelo habría sido el monje Kaishi, que vivió a finales de la época de la dinastía Tang. En nuestros días probablemente sería arrestado por mostrarse semidesnudo en las calles, en donde se dice que trabajaba como adivino. Atrae la alegría y la fortuna, así como la felicidad en los matrimonios.
Peregrinación de las siete deidades
Para la gente común de Edo, la peregrinación de las siete deidades además de ser una creencia religiosa también era un recorrido de placer. En Tokio son famosas las siete deidades de Yanaka, de Yamanote y de Sumidagawa, y existen incontables rutas de peregrinaje de estas deidades en otros lugares del país. Originalmente, estas peregrinaciones se hacían durante los primeros días del año, en el periodo conocido como matsu no uchi. Sin embargo, en fechas recientes se puede hacer este recorrido sin importar la fecha ya que muchos lugares lo han aprovechado como un atractivo turístico o una ruta de caminata.
Encurtidos fukujin-zuke
Los encurtidos fukujin-zuke son populares por ser acompañamiento del arroz con curri. Se dice que fueron creados en la tienda Shuetsu (Ueno, Tokio) durante el periodo Meiji (1868-1912). Se preparan con rábano daikon, berenjena, frijoles nata, raíz de loto, nabo, hojas de shiso y un tipo de calabaza. Las siete verduras se pican finamente y se dejan reposar con una salsa de soja especialmente preparada para este fin. Se decidió llamar fukujin-zuke (encurtidos de las deidades de la fortuna) debido a la coincidencia de números. Además, se dice que, con estos encurtidos, ya no es necesario preparar otra guarnición, lo que permite ahorrar recursos y aumentar la fortuna.
(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: Pixta.)