El 80 % de los evacuados de Ucrania en Japón tiene dificultades para conversar en japonés
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Ha pasado un año desde la invasión rusa de Ucrania. Mientras que los varones adultos se han mantenido en el país para defender su patria, hasta 15 millones de ucranianos, principalmente mujeres, niños y ancianos, han huido del país. Japón ha aceptado hasta ahora a unas 2.300 personas desplazadas.
Una encuesta realizada por la Fundación Nippon, que ayuda a los evacuados con los gastos de viaje y manutención, revela que muchos ucranianos han topado con la barrera del idioma japonés y son incapaces de comunicarse adecuadamente con los japoneses.
Comparando las encuestas de julio y de diciembre de 2022, el número de ucranianos que “apenas pueden hablar japonés” disminuyó del 68 % al 47 %, con un aumento de los que “solo pueden comprender japonés sencillo”. Aunque hay indicios de una ligera mejora de sus conocimientos de japonés, más del 80 % de los encuestados sigue teniendo dificultades con las conversaciones del día a día.
El 20 de febrero, cuatro evacuados ucranianos explicaron su situación en la Fundación Nippon.
Vdovenko Olha llegó a Japón en marzo de 2022, embarazada de seis meses, junto con su suegra y su hijo de tres años, y dio a luz a su primera hija en julio. “Puedo hablar inglés con fluidez, pero el japonés me resulta muy difícil porque es un idioma que desconozco totalmente. Solo puedo comunicarme con japoneses en conversaciones muy sencillas, así que únicamente hablo japonés en las tiendas, el hospital y la guardería”, comentó. Aunque tiene niños pequeños, va a clases de japonés dos veces por semana y también estudia por su cuenta.
Vatsyk Yuliia, que llegó a Japón en octubre y es estudiante investigadora en la Universidad de Tsukuba, afirma: “Como no es una lengua europea, no puedo encontrar pistas que me ayuden a asociar palabras. Me resulta difícil aprender el vocabulario básico y me cuesta mucho tiempo y esfuerzo aprender los kanji”.
“Aprendí a decir sumimasen (lo siento) para disculparme, pero un conocido japonés me dijo que gomen está bien para situaciones informales”. También ha demostrado la flexibilidad propia de los estudiantes y, por ejemplo, ha formado un club para ver anime japonés con subtítulos en inglés para desarrollar las habilidades en comunicación intercultural.
Kulemza Igor y Rubezhanska Vira, un matrimonio que llevaba una vida relajada tras jubilarse, se refugiaron en mayo en Japón, donde vive su hija. Igor revela: “Me apunté a unas clases de japonés que ofrecía el Gobierno local, pero había muchas cosas que no entendía. No es fácil aprender un idioma completamente nuevo con más de 60 años”.
No obstante, Vira afirma: “Quiero ser capaz de comunicarme en japonés. Y cuando acabe la guerra, quiero volver a Ucrania y contarle a mi familia el apoyo que recibí en Japón y la gran hospitalidad que sentí aquí”.
La Fundación Nippon también se centrará en el apoyo a las estancias de larga duración en 2023, como continuación de la ayuda de emergencia prestada en 2022. Otorgará ayudas de hasta 1 millón de yenes anuales durante un máximo de dos años a 100 personas para que asistan a una escuela de japonés y encuentren un trabajo a tiempo completo que les permita ser económicamente autosuficientes sirviéndose de sus experiencias y habilidades en Ucrania. Las solicitudes se aceptan desde el 1 de marzo.
(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: Vdovenko Olha con su hija Bohdana, que nació en Japón en julio de 2022. Tanto la foto del encabezado como las del texto fueron tomadas por el equipo editorial de nippon.com.)