Una alianza entre Japón, la UE, Australia y Corea del Sur contra los aranceles de Trump

Política Mundo

La economía mundial está cambiando rápidamente debido al endurecimiento de los aranceles de la Administración Trump. Hosokawa Masahiko, antiguo funcionario del Ministerio de Economía, Comercio e Industria, critica la respuesta de la Administración Ishiba por su lentitud, y explica la necesidad de un gran concepto económico independiente de China y EE. UU.

Hosokawa Masahiko HOSOKAWA Masahiko

Profesor de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Meisei y Consejero Especial de la Fundación para el Intercambio Económico Internacional. Nacido en 1955, se licenció en Derecho en la Universidad de Tokio y cursó el máster AMP en la Harvard Business School. Se incorporó al Ministerio de Comercio Internacional e Industria (el actual Ministerio de Economía, Comercio e Industria) en 1977 y fue Director General de la Oficina de Economía, Comercio e Industria de Chūbu. Profesor visitante en la Universidad de Stanford y director del Centro de JETRO en Nueva York, entre otros puestos. En su cargo actual desde septiembre de 2020. Asesor de empresas globales y miembro del Grupo de Expertos en Autorizaciones de Seguridad del Gobierno. Además de sus artículos habituales en la columna “Seiron” del periódico Sankei Shimbun, la edición electrónica Nikkei Business y sus colaboraciones en “Keizai Kyōshitsu” del Nikkei Shimbun, su libro más reciente es Trump 2.0: Beichū shinreisen (Trump 2.0: la nueva guerra fría entre Estados Unidos y China).

Los cerebros del Gobierno de Trump que no conocieron la edad de oro de EE. UU.

¿Cuál es la naturaleza de los aranceles recíprocos propuestos por la Administración Trump? Sin determinar este punto primero no está muy claro para Japón cómo debe hacer frente a la situación. Incapaz de dejar que las cotizaciones bursátiles se desplomaran sin más, Trump anunció que aplazaría 90 días la aplicación de estos aranceles, pero la esencia de estos sigue siendo la misma.

La idea de que el régimen de libre comercio de posguerra ha destruido la prosperidad de EE. UU. no es solo de Trump. Muchos economistas que ahora rondan los cuarenta lo ven así. Entre ellos Stephen Milan, presidente del Consejo de Asesores Económicos (CEA) del presidente, y Oren Cass, un cerebro de la Administración que estuvo de visita en Japón recientemente. Pertenecen a una generación que nunca ha conocido la edad de oro de Estados Unidos. Profesan un fuerte sentimiento de victimismo, pues afirman que Estados Unidos ha protegido la seguridad del mundo proporcionando su paraguas nuclear, pero que otros países no hacen más que aprovecharse de ello. Piensan que la seguridad y la economía son una misma cosa, por lo que si alguien quiere seguridad es natural que tenga que soportar una carga correspondiente en su economía. Este es un tipo de visión del mundo del que hay que desconfiar.

Por supuesto resulta fácil argumentar que el régimen de libre comercio ha servido hasta ahora a los intereses estadounidenses. Cualquiera que haya estudiado economía con honestidad puede decir, en teoría, que el orden económico de posguerra ha mantenido la hegemonía de EE. UU. Tienen una moneda de reserva basada en el dólar, por lo que han estado imprimiendo más y más billetes en sus rotativas sin problemas.

Su lógica es que se subirán los aranceles para restablecer la fabricación estadounidense. Pero si se comprende la realidad económica de Estados Unidos se ve que el aumento de los aranceles ha dañado su base de producción y ha sacudido la cadena de suministro de componentes y otros bienes. Y lo que es más, la deportación de inmigrantes está encareciendo la mano de obra. La industria manufacturera nunca se recuperará en estas condiciones. Si la brecha entre ricos y pobres no deja de acentuarse y es cierto que se pierden puestos de trabajo para los trabajadores blancos del Medio Oeste, el Gobierno estadounidense debería abordar esta cuestión esencialmente mediante políticas redistributivas.

No creo, sin embargo, que esos argumentos tan lógicos se hagan eco en la actual Administración Trump, porque ellos están realizando un gran experimento a su manera. Y creo que ese experimento continuará hasta que se den cuenta de que han fracasado. Así que tal vez tengamos que considerar la agitación actual el coste de hacerles darse cuenta de su fracaso.

El profesor Hosokawa durante su entrevista. (Imagen de la redacción de nippon.com)
El profesor Hosokawa durante su entrevista. (Imagen de la redacción de nippon.com)

Desconfiemos de los desarrollos en el Sur Global que se inclinan hacia China

Una posible evolución negativa en el futuro es que los países del Sur Global ya no puedan depender de Estados Unidos, por lo que se inclinarán hacia China. El Sur Global será el más perjudicado por los aranceles recíprocos de Trump. Si Estados Unidos retrocede, China puede llenar el vacío resultante. Si la situación no se controla todos los países se dejarán llevar por China. Creo que este es el peor patrón posible. Japón debería esforzarse por atraer a esos países.

El mundo ha entrado en una era en la que tanto EE. UU. como China se rigen por la política de “lo primero es lo de casa”. El mundo corre el riesgo de convertirse en una economía de bloques. China habla de libre comercio, pero no predica con su ejemplo. Está impulsando una política industrial para industrias clave que puedan ser autosuficientes a nivel nacional.

Por eso creo que el camino a seguir, para Japón, consiste en descubrir cómo trabajar con Australia, Corea del Sur y la Unión Europea. Yo llamo a esa posible unión una “coalición autónoma”. Es importante tanto formar esa coalición autónoma como, al mismo tiempo, incorporar al Sur Global.

De hecho, tuve la misma experiencia en los años ochenta, cuando trabajaba para el Ministerio de Comercio Internacional e Industria. En aquella época había una gran sensación de crisis y temor a que la integración económica de la UE y el acuerdo de libre comercio de Norteamérica progresaran y ambos se convirtieran en economías de bloque. Así que me puse en contacto con Australia y otros países y desarrollé la idea de la APEC (Asociación Económica Asia-Pacífico).

Los puntos fuertes de Japón, confianza de otros países

La UE será muy importante a partir de ahora; sencillamente tenemos que incluirla en el TPP (Acuerdo de Asociación Transpacífico). La Administración Trump ya no volverá al TPP, y la única salida que nos queda es utilizar el acuerdo como base para expandir el mercado no estadounidense tanto como sea posible. Japón debería desarrollar este tipo de medidas estratégicas.

Si un país con un mercado pequeño, como Japón, aplica aranceles de represalia, el daño para sí mismo será mayor. Por eso es importante que cada país dé pasos coordinados con los demás, en lugar de responder a EE. UU. individualmente. En vez de hablar en voz alta y abiertamente deberíamos proceder entre bastidores.

Por suerte Japón obtuvo un valioso activo en el proceso de elaboración del TPP11: la confianza de que no mentirá. Las negociaciones no llegarían a buen puerto si solo habláramos de nuestro propio país, pero Japón trabajó duro y desempeñó un papel de coordinación. Por eso la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) también confía en Japón. En ese aspecto, China es diferente. Es importante que Japón sea consciente de sus propios valores nacionales y haga uso de esta fuerza.

En este sentido no estoy satisfecho con lo que está haciendo el Gobierno. Para empezar, la respuesta ha sido lenta: no ha habido ningún seguimiento desde la cumbre EE. UU. - Japón del 7 de febrero. Son los aranceles del 25 % a los automóviles, más que los aranceles recíprocos, los que tienen mayor impacto en Japón, y tras el anuncio de esos aranceles en marzo el ministro de Economía, Comercio e Industria, Mutō Yōji, fue a Estados Unidos para discutir el tema con el secretario de Comercio, Howard Lutnick; pero Lutnick no tiene poder en su partido. Solo el presidente Trump puede tomar decisiones al respecto. Además, Mutō ha relegado todas las medidas a sus subordinados porque las negociaciones con Lutnick fueron infructuosas. Aunque creo que los subordinados también pueden tener problemas.

Los aranceles automovilísticos: una cuestión de vida o muerte para Japón

El primer ministro, Ishiba Shigeru, mantuvo una conversación telefónica de 25 minutos con Trump el 7 de abril, pero tras esa discusión el presidente escribió en las redes sociales las mismas quejas sobre los coches y el arroz japoneses que antes. En resumen, fueron incapaces de hablar de algo que calara en la otra parte. Solo cabe suponer que las conversaciones telefónicas tenían la intención, por parte de Ishiba, de crear una sensación de “estar haciendo algo” para el mercado nacional.

El Ministerio de Territorio, Infraestructuras y Transporte se ocupa de las barreras no arancelarias para los automóviles, mientras que el Ministerio de Agricultura y Pesca se ocupa de los productos agrícolas. Básicamente, el primer ministro tiene que implicar a estas oficinas gubernamentales y darles instrucciones sobre el marco de las negociaciones. Cuando el primer ministro da instrucciones, las autoridades se mueven. Con las elecciones a la Cámara Alta a la vuelta de la esquina, será difícil para el PLD jugar la carta de los productos agrícolas. Sin embargo, en un momento en el que se están liberando reservas de arroz debido a la escalada de los precios, ampliar la compra de arroz barato de Estados Unidos mediante un acceso mínimo, por ejemplo, contaría sin duda con el apoyo de la opinión pública.

Será importante que el propio Ishiba tome la iniciativa dirigiendo su gabinete para centrarse en los intereses de Trump, en lugar de celebrar una reunión de contramedidas con todos los ministros y dar esa impresión de “estar haciendo algo”.

Para Japón, se trata de una cuestión de vida o muerte en la industria automovilística, que emplea a 5,5 millones de personas, incluidas las de industrias afines. Es importante crear oficinas de consulta en las prefecturas, pero también es necesario formular urgentemente una estrategia de negociación.

Entrevistador: Koga Kō, director ejecutivo de nippon.com.

(Artículo traducido al español del original en japonés. Imagen del encabezado: el presidente Trump anuncia aranceles adicionales a países y regiones de todo el mundo en la rosaleda de la Casa Blanca – 2 de abril de 2025, AFP / Jiji Press.)

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