[Diapositivas] Las sorprendentes casas de Tokio
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Descubrí Tokio en 2005. Las cigarras, el calor y la humedad del verano japonés me transportan todos los años a ese mes que pasé recorriendo la ciudad y sus alrededores con toda libertad.
Con todos los sentidos constantemente estimulados, Tokio sorprende al visitante extranjero por ese contraste permanente en que las inmensas torres de Shinjuku rodean los minúsculos bares de los yokochō (callejas) y el estrépito del pachinko linda con barrios residenciales de una calma provinciana. Cuando vine por primera vez residía en París, por lo que la comparación era inevitable: mi ciudad me pareció uniforme y conservadora, al contrario de Tokio, llena de sorpresas y descubrimientos. Seducido y atraído por las nuevas experiencias, en aquel viaje decidí que me instalaría en la capital nipona. Cuatro años más tarde abandonaba París y mi trabajo de ingeniero para consagrarme por completo a la fotografía en Tokio.
Dar a conocer un ambiente desconocido de Tokio
Enseguida se me ocurrió desarrollar un proyecto personal. Deseaba presentar esos barrios residenciales que tanto me gustan de Tokio y que resultan tan desconocidos en Occidente. Aunque en Francia la imagen de Tokio se asocia demasiado a menudo con el cruce de Shibuya, al recorrer la ciudad sentí que atravesaba un montón de pueblos apacibles, compuestos esencialmente de viviendas unifamiliares. También me interesaba cada vez más la arquitectura contemporánea, poco presente en Francia y extremadamente dinámica en Tokio. Así que decidí juntar esos dos temas y fotografiar las casas contemporáneas de los barrios residenciales de Tokio. De ahí nació mi proyecto Tokyo no ie.
Imágenes que surgen de la motivación y la perseverancia
Para empezar, tuve que elegir las casas que iba a fotografiar. Debían hallarse dentro de la metrópolis de Tokio y, para centrarme exclusivamente en las viviendas del siglo XXI, haber sido construidas después del año 2000.
Para encontrar las casas, me estudié las revistas de arquitectura japonesa y los sitios web de todos los nuevos arquitectos de los que oía hablar. Tenían que ser sorprendentes, ya fuera por su forma o por su relación con el entorno. La mayoría no hubieran podido construirse en París a causa de las estrictas normativas sobre el aspecto de las fachadas. Las había que no tenían ventanas orientadas a la calle, algo impensable en la capital francesa. Otras me interesaban por su contraste con las construcciones aledañas o por ofrecer un entorno que se prestaba a la fotografía animada (paradas de autobús, escuelas, etc.).
Encontrar las direcciones no fue precisamente coser y cantar. Al principio del proyecto había pocos arquitectos que se fiasen de mí o que se dignasen siquiera a responder a mis peticiones por miedo a revelar información sobre la vida privada de los propietarios. Por ello tuve que dedicar muchas horas a contrastar los planos de diseño de las revistas de arquitectura con Google Maps e información de internet en japonés. Esa fue sin duda la parte más difícil del trabajo.
Mezclar la fotografía callejera y la fotografía arquitectónica
Al provenir de la fotografía documental y haber recibido la influencia de los maestros del reportaje y de la fotografía humanista, me interesa poco retratar una construcción sola. Elegí el formato horizontal para integrar al máximo el entorno urbano. Alejándome de la imagen comercial de la fotografía arquitectónica más extendida, busqué captar un retrato de los barrios residenciales de la ciudad mezclando la fotografía callejera y la arquitectónica.
Las casas se presentan sin trampa ni cartón, con los efectos del paso del tiempo y los distintos elementos de lo cotidiano: transeúntes, trabajadores de la calle, vecinos, ropa tendida, cortinas, cubos de basura o coches aparcados. Para mí la arquitectura, como el diseño, es un arte destinado al hombre. Por eso lo humano debía tener un lugar, más o menos importante, en todas las imágenes de la serie.
Esta obra se publicó como libro en Francia en 2014 (editado por Le Lézard Noir) y en otro formato en Japón en 2017 (editado por Seigensha).
(Fotografías y texto: Jérémie Souteyrat. Fotografía del titular: Hironaka House in Tokyo, diseñada por Ken Yokogawa Architect & Associates)