El templo Tenryūji de Kioto, un Patrimonio de la Humanidad repleto de atractivos

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El Tenryūji es el templo más representativo de la zona de Arashiyama y Saga, un enclave turístico popular de Kioto. En su recinto se encuentra el Sōgenchi, un jardín que fascina a los visitantes con sus atractivos estacionales, además de ser el primero que fue designado paisaje de especial belleza de Japón.

Un templo zen representativo de la antigua capital de Japón

Arashiyama y Saga se encuentran en el extremo oeste de la zona urbana de la ciudad de Kioto y es un sitio conocido por ser uno de los paisajes más soberbios de Japón. En la primavera, el monte Arashiyama (382 m de altitud) se engalana con la floración de cerca de 1.500 cerezos y, durante el otoño, se tiñe de tonos rojos y amarillos que crean un paisaje sin igual junto con el Togetsukyō, un exquisito puente de madera que atraviesa el río Katsura.

La zona está repleta de santuarios, templos y otras instalaciones culturales. Sin embargo, no es una exageración afirmar que el mayor atractivo turístico es el templo Tenryūji, al norte del puente Togetsukyō, en Saga. Este templo pertenece a la escuela Tenryūji de la secta Rinzai del budismo Zen. En la actualidad ocupa cerca de 100.000 metros cuadrados, pero hasta principios del periodo Meiji (1868-1912) su extensión era diez veces mayor y abarcaba incluso el Togetsukyō y la otra orilla del río, hasta el monte Arashiyama.

El puente Togetsukyō, un símbolo de la zona de Rakusei (oeste de Kioto), antiguamente pertenecía al templo Tenryūji. (PIXTA)
El puente Togetsukyō, un símbolo de la zona de Rakusei (oeste de Kioto), antiguamente pertenecía al templo Tenryūji. (PIXTA)

El Tenryūji fue fundado por Ashikaga Takauji, el primer shōgun de Muromachi (1336-1573), en honor del emperador Godaigo, que falleció en 1339. En su recinto se encuentra una serie de magníficos edificios monacales. Gracias al apoyo del Gobierno, logró prosperar y convertirse en uno de los cinco templos zen representativos de Kioto, conocidos como Kyōto Gozan.

El primer monje encargado del templo fue el sumo sacerdote Musō Soseki, que en siete ocasiones recibió el título de Gran Maestro por parte de la corte imperial y quien también era conocido por su talento como diseñador de jardines. Su obra maestra es el jardín Sōgenchi, lugar que puede ser considerado el símbolo del Tenryūji.

El pabellón Hattō, en cuyo techo se encuentra la pintura del dragón Unryūzu. Aquí también están consagradas las estatuas de madera de Ashikaga Takauji y Musō Soseki
El pabellón Hattō, en cuyo techo se encuentra la pintura del dragón Unryūzu. Aquí también están consagradas las estatuas de madera de Ashikaga Takauji y Musō Soseki

Un famoso jardín que armoniza la cultura de la corte imperial y la filosofía zen

Hasta el periodo Kamakura (1185-1333), en los solares que ocupa el Tenryūji se encontraba una villa imperial. Musō Soseki utilizó como base el jardín existente para crear uno de estilo Chisen kaiyū (un jardín con un estanque en el centro) a imagen de la gran naturaleza. La orilla del estanque es curva y recrea una playa con arena que rememora la cultura de la corte imperial.

Según una leyenda, durante su construcción se encontró un monumento de piedra Sōgen Itteki. Esta expresión que metaforiza la expansión de la doctrina del fundador del budismo zen como un caudal que surge de una sola gota de la fuente es el origen del nombre del estanque.

El paisaje frente al estanque representa la orilla de una hermosa playa.
El paisaje frente al estanque representa la orilla de una hermosa playa.

El paisaje desde el pabellón principal Ōhōjō se asemeja a una pintura enmarcada. (Fotografía: Tenryūji)
El paisaje desde el pabellón principal Ōhōjō se asemeja a una pintura enmarcada. (Fotografía: Tenryūji)

Visto desde el Ōhōjō, en la otra orilla se encuentra una cascada seca, elemento que se conoce como ryūmonbaku y que es una característica primordial de los jardines zen. Representa la leyenda china Tōryūmon que versa sobre el éxito, según la cual las carpas nadan contracorriente para subir las cascadas y convertirse en dragones.

Normalmente, las rocas rigyoseki, que representan las carpas, se colocan debajo de las piedras mizuochi-ishi, que se asemejan a los tres niveles de la cascada, pero en el caso del Sōgenchi, están entre el escalón superior y el del medio. Pareciera que se trata de carpas subiendo la cascada, a punto de llegar al cielo para convertirse en dragones. Este conjunto de piedras se asemeja al karesansui, un estilo de jardín en el que con piedras y arena se representan montañas y agua. Se cree, de hecho, que antiguamente sí se utilizaba agua. El puente construido con piedra que se encuentra justo debajo de ryūmonbaku es sumamente valioso, ya que alberga las piedras naturales más antiguas que sobreviven en un jardín japonés.

Al centro, la cascada ryūmonbaku y el puente de piedra más antiguo de Japón. Se recomienda llevar binoculares o una cámara con lente telescópica para disfrutar el paisaje.
Al centro, la cascada ryūmonbaku y el puente de piedra más antiguo de Japón. Se recomienda llevar binoculares o una cámara con lente telescópica para disfrutar el paisaje.

La vista a principios del verano desde el Shoin (Kohōjō), al lado del pabellón Ōhōjō. El estanque, que se extiende hacia el fondo, se convierte en un espejo donde se refleja la montaña.
La vista a principios del verano desde el Shoin (Kohōjō), al lado del pabellón Ōhōjō. El estanque, que se extiende hacia el fondo, se convierte en un espejo donde se refleja la montaña.

Al levantar la vista del lago, el visitante puede divisar los montes Arashiyama, Kameyama y Ogurayama, que parecieran ser parte del jardín. Es obvia la grandeza del diseño con la que se creó este jardín. Con el cambio de las estaciones, las montañas van transformándose del verdor primaveral y los arces enrojecidos, hasta convertirse en un paisaje nevado, siempre fusionándose con el jardín y maravillando a los visitantes.

El jardín Sōgenchi, con su paisaje incomparable, fue el primer sitio designado paisaje de especial belleza de Japón. Gracias a su valor histórico y científico, también ha recibido la denominación de sitio histórico nacional. Su prestigio ha traspasado fronteras y es parte de los sitios designados Patrimonio de la Humanidad bajo la denominación de Monumentos históricos de la antigua Kioto.

El paisaje otoñal desde el pabellón Ōhōjō.
El paisaje otoñal desde el pabellón Ōhōjō.

La elegancia monocromática del jardín. La vista es maravillosa cuando se cubre totalmente de nieve.
La elegancia monocromática del jardín. La vista es maravillosa cuando se cubre totalmente de nieve.

El silencio y la flora del recinto relajan el alma

El jardín Sōgenchi fue diseñado para disfrutarse desde los interiores, por lo que la vista más exquisita es la que se observa desde el Ōhōjō. También vale la pena deleitarse con el paisaje que se admira desde el contiguo Shoin (Kohōjo), donde se puede ver un panorama magnífico en el que las montañas se reflejan elegantemente en el estanque. Si se observa sintiendo la atmósfera solemne del interior del pabellón, se puede conseguir la sensación de que el cuerpo y el alma se fusionan con el paisaje.

En el Ōhōjō está consagrada una estatua sentada de Shakamuni (propiedad cultural de importancia).
En el Ōhōjō está consagrada una estatua sentada de Shakamuni (propiedad cultural de importancia).

Kuri, la sala que sirve de entrada a los pabellones. Aquí se exhibe una pintura de Daruma, un gran monje que llegó a China desde la India para fundar el budismo zen.
Kuri, la sala que sirve de entrada a los pabellones. Aquí se exhibe una pintura de Daruma, un gran monje que llegó a China desde la India para fundar el budismo zen.

Además del jardín, se recomienda visitar el pabellón Hattō, conocido por la pintura Unryūzu que adorna el techo, así como el Tahōden, lugar donde están consagradas las reliquias del emperador Godaigo. Los templos zen son un sitio donde los monjes budistas practican la meditación zazen. Gracias a esto, el silencio se extiende por todo el recinto y se puede disfrutar de un momento que purifica el alma.

Un elegante pasillo que une el relicario Tahōden con el pabellón Shoin. La entrada se cobra por separado para ver los pabellones.
Un elegante pasillo que une el relicario Tahōden con el pabellón Shoin. La entrada se cobra por separado para ver los pabellones.

En la entrada principal del relicario Tahōden, donde está consagrado el emperador Godaigo, hay unos cerezos llorones que fueron trasplantados desde el monte Yoshino de la prefectura de Nara, lugar donde falleció el monarca.
En la entrada principal del relicario Tahōden, donde está consagrado el emperador Godaigo, hay unos cerezos llorones que fueron trasplantados desde el monte Yoshino de la prefectura de Nara, lugar donde falleció el monarca.

Otro sitio popular es el paseo ajardinado Hyakkaen, que se conecta con la entrada norte. En el bosque que aprovecha la pendiente natural del terreno hay un camino repleto de flores y árboles.

Este paseo se caracteriza por la belleza de la gran cantidad de flores, tales como camelias, hortensias, callicarpa japónica, entre otras muchas variedades. Ya que estas variedades florecen en distintas temporadas, se puede disfrutar de diferentes caras del paisaje.

La belleza del amarillo del cornus officinalis y el fucsia radiante de las azaleas Rhododendron dilatatum a mediados de marzo.
La belleza del amarillo del cornus officinalis y el fucsia radiante de las azaleas Rhododendron dilatatum a mediados de marzo.

Las camelias que caen sobre el musgo son otra vista maravillosa.
Las camelias que caen sobre el musgo son otra vista maravillosa.

La vereda Chikurin no Komichi se encuentra saliendo por la entrada norte. Los bambúes largos y rectos, que parecieran tocar el cielo, dejan pasar la luz del sol y el viento.

Un camino de bambúes con altura de entre cinco y 10 metros. Esta zona ha sido designada Paisaje Histórico de la ciudad de Kioto.
Un camino de bambúes con altura de entre cinco y 10 metros. Esta zona ha sido designada Paisaje Histórico de la ciudad de Kioto.

Tenryūji

  • Dirección: Susuki no Baba-chō 68, Saga Tenryūji, distrito de Ukyō, ciudad de Kioto, prefectura de Kioto
  • Horario: de 8:30 a. m. a 5:00 p. m. (entrada hasta las 4:50 p. m.)
  • Coste: entrada a los jardines (Sōgennchi-Hyakkaen) 500 yenes, pabellones (Ōhōjō, Shoin, Tahōden) 300 yenes extra. Para la exhibición de la pintura Unryūzu del pabellón Hattō tiene un costo especial de 500 yenes (abierto únicamente sábados, domingos, días festivos y durante las exhibiciones especiales de primavera, verano y otoño)
  • Abierto todo el año
  • Cómo llegar: Frente a la estación de Arashiyama de ferrocarriles Keifuku, a 13 minutos a pie de la estación de JR Saga Arashiyama y a 15 minutos de la estación de Hankyū Arashiyama

Reportaje, texto y fotografías: Edit Plus.

(Traducido al español del original en japonés. Fotografía del encabezado: vista del monte Arashiyama y el jardín Sōgenchi desde el Shoin entre octubre y noviembre. Fotografía: Tenryūji)

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