El pabellón Hōdō del templo Byōdōin, una representación del paraíso de la Tierra Pura

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El pabellón Hōdō, ubicado en el recinto del templo Byōdōin, en Uji, y sus estatuas del ave fénix, son una presencia cotidiana para los japoneses ya que sus imágenes se encuentran en las monedas de 10 yenes y en los billetes de 10.000 yenes, respectivamente. En este templo designado como Tesoro Nacional de Japón se puede vislumbrar la cultura de hace un milenio.

Un antiguo templo budista de la veneración de la Tierra Pura en Uji, lugar de descanso de la nobleza de Heian

Desde comienzos del periodo Heian (794-1185), Uji, ubicada al sur de la ciudad de Kioto, era una zona preferida por la nobleza para establecer sus betsugō, casas de campo. También es el escenario de Uji Jūjō, capítulo final de El cuento de Genji. Se cree que Minamoto no Tooru, modelo del protagonista, Hikaru Genji, tenía aquí su villa. Posteriormente, dicha casa de campo llegaría a manos de Fujiwara no Michinaga, quien ejerció autoridad como regente del emperador menor de edad. En el año 1052, Yorimichi, auxiliar del emperador adulto y primogénito de Michinaga, la convierte en un templo. Este es el punto de partida de la historia del Byōdōin.

Se decía que ese mismo año comenzaría el mappō, una era decadente para el budismo. A consecuencia del sentimiento de desolación que reinaba, se extendió rápidamente la creencia de que adorar a la deidad budista Amida Nyorai era la llave para alcanzar el paraíso de la Tierra Pura tras la muerte y se comenzaron a construir pabellones en su honor en muchos lugares. Uno de ellos es el pabellón de Amida Nyorai (actualmente pabellón Hōōdō), construido un año después de la fundación del Byōdōin.

La imagen del Hōōdō se encuentra en las monedas de 10 yenes. Su reflejo en el agua es extraordinario. (Fotografía: Byōdōin)
La imagen del Hōōdō se encuentra en las monedas de 10 yenes. Su reflejo en el agua es extraordinario. (Fotografía: Byōdōin)

El pabellón es el protagonista del paisaje de este jardín de la Tierra Pura, que representa el paraíso, y se levanta en el centro del estanque Aji-ike. Ya que se creía que la Tierra Pura se encontraba en dirección oeste, en Tenjiku (antigua denominación para India), fue diseñado para admirarlo a distancia, desde la orilla este del estanque. El techo está coronado con dos estatuas de ave fénix y si observa el edificio desde el frente, se nota que se asemeja a un ave desplegando sus alas, por esa razón, a partir del periodo Edo (1603-1868) se lo comenzó a llamar el pabellón Hōōdō (del ave fénix).

Por su belleza se equipara a un pabellón que flota en el estanque Takara-ike en el paraíso.
Por su belleza se equipara a un pabellón que flota en el estanque Takara-ike en el paraíso.

La imagen del ave fénix que aparece en los billetes de 10.000 yenes es la primera estatua que adornó el pabellón de Amida Nyorai por aproximadamente 900 años, desde el momento de su fundación. En 1968 fue retirado para su conservación y se colocó uno nuevo. En 2014, el ave fénix de segunda generación fue cubierto de pan de oro, con lo que recobró la apariencia que tenía cuando el pabellón fue establecido.

El fénix es un ave mitológica sagrada. La estatua original se encuentra exhibida en el Museo Hōshō del templo. (Fotografía: Byōdōin)
El fénix es un ave mitológica sagrada. La estatua original se encuentra exhibida en el Museo Hōshō del templo. (Fotografía: Byōdōin)

Los tesoros nacionales que colman el interior del pabellón Hōōdō

El interior del pabellón también está lleno de atractivos. Según el encargado de publicidad, aquí se conservan piezas de gran valor tales como estatuas budistas, pinturas y otras decoraciones que datan de su fundación. Incluso se dice que es el espacio en el que se concentra el mayor número de tesoros nacionales y propiedades culturales de Japón.

La estatua del buda Amida Nyorai que se erige en el centro es obra de Jōchō, escultor representativo del periodo Heian. Su principal característica es que su cuerpo y cabeza se tallaron por separado y se unieron a través de la técnica llamada yosegizukuri. Tiene una altura de alrededor de 2,77 metros, pero al observarla de cerca su apariencia es más imponente. El mechón de cabello rizado byakugō que cae de la frente hacia el entrecejo de Amida Nyorai cambia de color dependiendo del lugar desde donde se mire, lo que le da un toque místico.

La estatua de Amida Nyorai, los doseles y los murales en muros y puertas del interior son tesoros nacionales. (Fotografía: Byōdōin)
La estatua de Amida Nyorai, los doseles y los murales en muros y puertas del interior son tesoros nacionales. (Fotografía: Byōdōin)

Es la única estatua budista que sobrevive hasta nuestros días de la que se ha podido comprobar la autoría de Jōchō. (Fotografía: Byōdōin)
Es la única estatua budista que sobrevive hasta nuestros días de la que se ha podido comprobar la autoría de Jōchō. (Fotografía: Byōdōin)

Además del hermoso dosel sobre su cabeza, las 52 estatuas bodhisattva flotantes orando (de la cual la mitad están dentro del pabellón) son todas tesoros nacionales. Cada una tiene características particulares: tocan diferentes instrumentos musicales, danzan y se encuentran en poses diferentes. Incluso hay muchas personas que eligen una como su favorita.

En el museo se exponen 26 de las estatuas. (Fotografía: Byōdōin)
En el museo se exponen 26 de las estatuas. (Fotografía: Byōdōin)

La estatua sur 20 (izquierda) está danzando, es popular por su hermosa silueta curvada. La sur 21 (centro) está tocando un instrumento de viento llamado shō y la sur 26 (derecha) fue restaurada con los colores originales. (Fotografía: Byōdōin)
La estatua sur 20 (izquierda) está danzando, es popular por su hermosa silueta curvada. La sur 21 (centro) está tocando un instrumento de viento llamado shō y la sur 26 (derecha) fue restaurada con los colores originales. (Fotografía: Byōdōin)

El mural titulado Kuhonraigo-zu en el interior del pabellón representa las nueve formas de conseguir la iluminación y convertirse en un buda tras la muerte, dependiendo del carácter y los actos de la persona. Se dice que cuanto mejor sea el carácter y la naturaleza de alguien, aparecerán más budas. En esta obra se ilustra la forma superior de convertirse en un buda.

Parte del mural (tesoro nacional) restaurado en el interior del pabellón Hōōdō. (Fotografía: Byōdōin)
Parte del mural (tesoro nacional) restaurado en el interior del pabellón Hōōdō. (Fotografía: Byōdōin)

Una de las tres campanas más famosas de Japón y un jardín relacionado con la guerra de Genpei

En su amplio recinto el visitante encontrará muchos otros atractivos.

La campana del templo es reconocida como una de las tres más famosas de Japón. La del templo Onjōji es conocida por su hermoso resonar, la del Jingoji por su elegante inscripción y la del Byōdōin por su magnífica forma. El visitante perderá la noción del tiempo admirando la gran variedad de motivos grabados, tales como aves fénix, leones shishi y las formas florales karakusa.

Esta es la campana de segunda generación. Durante las 108 campanadas purificadoras joya-no-kane, en nochevieja, está abierta al público.
Esta es la campana de segunda generación. Durante las 108 campanadas purificadoras joya-no-kane, en nochevieja, está abierta al público.

La primera campana (tesoro nacional) se encuentra exhibida en el museo. Tiene una altura de 199 cm, un diámetro de 123 cm y pesa casi dos toneladas. (Fotografía: Byōdōin)
La primera campana (tesoro nacional) se encuentra exhibida en el museo. Tiene una altura de 199 cm, un diámetro de 123 cm y pesa casi dos toneladas. (Fotografía: Byōdōin)

Si no lo conoce, es posible que pase por alto el jardín Ōgi-no-shiba. Aquí, Morimoto no Yorimasa, guerrero de finales del periodo Heian, puso fin a su vida haciéndose el harakiri. Este lugar es popular entre los apasionados de la historia. En 1180, durante la batalla del Byōdōin, Yorimasa, quien perdió ante las tropas del clan Taira, se dirigió al oeste del templo, lugar donde se encuentra este jardín, recitó un poema waka y se suicidó. Tampoco se debe olvidar visitar la tumba de Yorimasa, en la parte posterior del pabellón Hōōdō.

El jardín donde Minamoto no Yorimasa puso fin a su vida.
El jardín donde Minamoto no Yorimasa puso fin a su vida.

La gran colección de tesoros nacionales del museo Hōshō

En el museo Hōshō, en el interior del recinto del templo, se exponen tesoros nacionales tales como las primeras estatuas del ave fénix y la campana del templo, entre otras piezas de gran valor. Para que los bienes de importancia cultural luzcan al máximo se utiliza una iluminación muy cuidada.

Una de las piezas más llamativas es la restauración del interior del pabellón con los colores que tenía originalmente. El visitante podrá vislumbrar cómo imaginaba el paraíso la nobleza Heian. En la tienda del museo hay muchos productos con motivos de las piezas expuestas. Sin duda serán un gran recuerdo.

La mitad del museo es subterránea y su exterior armoniza con el jardín.
La mitad del museo es subterránea y su exterior armoniza con el jardín.

La restauración de las puertas decoradas en el interior del pabellón. Todos los detalles son sumamente elegantes. (Fotografía: Byōdōin)
La restauración de las puertas decoradas en el interior del pabellón. Todos los detalles son sumamente elegantes. (Fotografía: Byōdōin)

Papel para origami (izquierda) y cinta (en el centro) con motivos de los adornos del interior del pabellón, también hay separadores de libros con la vista exterior del Hōōdō. (Fotografías: Byōdōin)
Papel para origami (izquierda) y cinta (en el centro) con motivos de los adornos del interior del pabellón, también hay separadores de libros con la vista exterior del Hōōdō. (Fotografías: Byōdōin)

Frente al museo está la cafetería Tōka. Aquí se pueden saborear tés cuidadosamente seleccionados y servidos con agua a temperaturas exactas. Es un lugar para disfrutar del verdadero té de Uji.

Una cafetería especializada en té japonés donde se puede disfrutar del verdadero té de Uji.
Una cafetería especializada en té japonés donde se puede disfrutar del verdadero té de Uji.

Té gyokuro frío de Uji. Se sirve acompañado de dos dulces secos con motivos del ave fénix y un blasón del interior del pabellón. (Fotografía: Byōdōin)
gyokuro frío de Uji. Se sirve acompañado de dos dulces secos con motivos del ave fénix y un blasón del interior del pabellón. (Fotografía: Byōdōin)

Byōdōin

  • Dirección: Uji Renge 116, ciudad de Uji, Kioto
  • Horarios: de 8.30 a. m. a 5.30 p. m. (entrada hasta las 5.15 p. m.), museo Hōshō, de 9 a. m. a 5 p. m. (entrada hasta las 4:45 p. m.)
    Cafetería Tōka, de 10 a. m. a 4.30 p. m. (última orden a las 4 p. m.), no hay servicios los lunes, martes y miércoles (excepto en el caso de ser día festivo))
  • Entrada: 600 yenes (el importe incluye la entrada al museo)
    *Para ingresar al pabellón debe pagar 300 yenes más, recibirá una entrada con una hora designada. Visita guiada para 50 personas, en orden de llegada.
    *Hay panfletos en inglés, chino, chino simplificado y coreano (en el interior del pabellón también hay en francés, español y tailandés)
  • Cómo llegar: 10 minutos a pie desde las estaciones de JR Uji y Keihan Uji

Reportaje, texto y fotografías: Edit Press.

(Traducido al español del original en japonés.)

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