Seki, una ciudad de herreros en la prefectura de Gifu

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En el periodo Muromachi (1336-1573), la ciudad de Seki, conocida como la cuna de las espadas japonesas, era hogar de más de 300 herreros. Las espadas de Seki eran reconocidas como las más prácticas entre los varios estilos de forja que existían en Japón. Hoy la tradición de la herrería sobrevive en esta ciudad.

Cuchillas con gran filo que no se rompen ni se deforman

Seki, en la prefectura de Gifu, es una ciudad que se ubica a unos 40 km al norte de Nagoya, casi en el centro del territorio japonés. Con una población de aproximadamente 80.000 personas, esta pequeña localidad es conocida como la “ciudad de las cuchillas”, ya que alberga cerca de 300 empresas de diversos tamaños que se dedican a la producción de cuchillos, hojas de afeitar y tijeras, entre otras herramientas. Con aproximadamente el 50 % de ocupación del mercado de exportación de cuchillas de Japón, Seki es una de las tres grandes productoras de cuchillas del mundo junto con Solingen, en Alemania, y Sheffield, en Inglaterra.

El origen de la ciudad de las espadas se remonta a unos 800 años atrás, durante el periodo Kamakura (1185-1392). Los herreros de la provincia de Yamato (actualmente prefectura de Nara) se trasladaron a Seki, provincia de Mino (actual prefectura de Gifu) y, en el periodo Nanboku (1337-1392), se estableció una técnica de forja conocida como Mino-den (escuela de Mino). Es una de las cinco escuelas de forja más famosas de Japón, conocidas como Gokaden. Se dice que muchos guerreros buscaban espadas de Seki que cortaban bien y que no se rompían ni se deformaban.

El santuario de Kasuga (Minami Kasuga-chō, ciudad de Seki), donde está consagrada la deidad protectora de la herrería de Seki, se ramificó desde la provincia de Yamato en 1288.
El santuario de Kasuga (Minami Kasuga-chō, ciudad de Seki), donde está consagrada la deidad protectora de la herrería de Seki, se ramificó desde la provincia de Yamato en 1288.

Izumi no Kami Kanesada es conocido como el herrero más extraordinario de la escuela de Mino. Destacados guerreros del periodo de los Estados Guerreros preferían las espadas de su forja, entre las cuales figura la Kasen Kanesada, que perteneció a Hosokawa Tadaoki, fundador del feudo de Kokura, en la provincia de Buzen.

Otro de los herreros con un nivel comparable al de Kanesada era Seki no Magoroku, apodo con el que se conocía a Magoroku Kanemoto. Según dicen, cuando Nōhime, hija de Saitō Dōsan, guerrero de la provincia de Mino en el siglo XVI, fue entregada en matrimonio a Oda Nobunaga, su padre le obsequió una daga forjada por Kanemoto. También se cree que Mishima Yukio, uno de los escritores representativos de la literatura desde el final de la guerra en Japón, utilizó una espada militar de su forja para quitarse la vida en 1970.

Estas dos famosas espadas pueden verse en el Museo de la Tradición de la Espada de Seki. En sus instalaciones también se exhiben materiales históricos en los que se explican las técnicas de los maestros herreros, así como accesorios para espadas y una colección de dagas, entre otras piezas. Además, el museo ofrece una representación del proceso antiguo de forja de espadas japonesas y sus accesorios.

El Museo de la Tradición de la Espada de Seki se ubica al lado del santuario de Kasuga. En él hay materiales sobre la herrería en Seki, así como una exposición de espadas y otras cuchillas.
El Museo de la Tradición de la Espada de Seki se ubica al lado del santuario de Kasuga. En él hay materiales sobre la herrería en Seki, así como una exposición de espadas y otras cuchillas.

Una espada de Izumi no Kami Kanesada en el Museo de la Tradición de la Espada de Seki.
Una espada de Izumi no Kami Kanesada en el Museo de la Tradición de la Espada de Seki.

La naturaleza de Seki, el origen de su estilo tradicional de forja

En Seki se encuentran tres elementos indispensables para la herrería: agua, árboles y tierra.

Las corrientes cristalinas de los ríos Nagara y Tsubo garantizaban un agua de gran pureza, indispensable para enfriar el metal. Los frondosos bosques eran materia prima para las hogueras en las que se fundía el acero. La tierra roja de Seki era perfecta e indispensable para el proceso en el que se hornea el metal untado de ella.

Demostración del proceso tradicional de forja de espadas japonesas en el Museo de la Tradición de la Espada de Seki. En la escuela de Mino la forja se hace fundiendo el acero en una hoguera de carbón de pino.
Demostración del proceso tradicional de forja de espadas japonesas en el Museo de la Tradición de la Espada de Seki. En la escuela de Mino la forja se hace fundiendo el acero en una hoguera de carbón de pino.

La calidad de las espadas japonesas depende en gran parte del proceso conocido como “forja de doblamiento”. El acero calentado a 1.300 grados se extiende, se dobla y se vuelve a extender repetidamente. De esta manera se retiran las impurezas y la acumulación de capas fortalece el metal.

Sin embargo, la dureza también hace más endeble el acero. Por esta razón, Magoroku Kanemoto creó la técnica shihōzume. Con este método, el acero al que se le hizo una primera forja se divide en cuatro según su dureza. La que se utilizará para la parte lateral de la espada se dobla y se vuelve a forjar para aumentar su fortaleza. Para el núcleo de la espada se usa hierro suave recubierto con hierro endurecido para las partes versal y dorsal. Finalmente, todas se envuelven en una capa de hierro más dura. La forja de esta técnica da origen a la característica principal de las espadas de Mino: una cuchilla que corta bien y difícil de doblar.

El encargado de la hoguera es el yokoza (a la derecha), quien controla la forja. Este maneja un pequeño martillo y coordina el ritmo de los golpes con el martillo grande, de ahí el dicho “aizuchi o utsu” (literalmente, coordinar golpes de martillo) que se utiliza para expresar que el interlocutor reacciona a lo que se le dice.
El encargado de la hoguera es el yokoza (a la derecha), quien controla la forja. Este maneja un pequeño martillo y coordina el ritmo de los golpes con el martillo grande, de ahí el dicho “aizuchi o utsu” (literalmente, coordinar golpes de martillo) que se utiliza para expresar que el interlocutor reacciona a lo que se le dice.

Cuando se termina de dar forma al cuerpo de la espada, esta se barniza con arcilla ardiente antes de hornearla. Se cubre por completo, pero es sumamente importante que la capa en la parte del filo sea muy delgada. Después de hornearla, se sumerge en agua fría para bajar su temperatura. La bajada rápida de temperatura permite que el filo se endurezca rápidamente mientras que las demás partes, que se enfrían más lentamente ya que tienen una capa de arcilla de mayor grosor, sean más suaves, con lo que se consigue un balance entre sacar filo y dar resistencia.

La marca ondulada del filo, donde el herrero plasma su estilo, aparece en la parte donde la capa de barniz era más ligera. La tierra roja de Seki, conocida por sus pocas impurezas, crea la marca típica de Magoroku Kanemoto: sanbon sugi hamon (el filo con la marca de los tres cedros).

Una espada forjada por Magoroku Kanemoto. En ella aparece la marca característica sanbon sugi hamon.
Una espada forjada por Magoroku Kanemoto. En ella aparece la marca característica sanbon sugi hamon.

Una firma de cuchillas reconocida a nivel internacional hereda el espíritu de los herreros del campo

Seki no solo era el hogar de muchos espaderos, también convivían con herreros de campo que fabricaban objetos de uso diario tales como cuchillos, hojas de afeitar y otras herramientas agrícolas según las necesidades de sus clientes, la gente de a pie.

Con la llegada de la paz en el periodo Edo (1603-1868), la demanda de espadas se fue reduciendo paulatinamente. En Seki muchos forjadores de espadas se convirtieron en herreros de campo. La época de los guerreros se extinguió finalmente en el periodo Meiji (1868-1912). En 1876, tras el decreto de prohibición de las espadas, los ingresos de los forjadores dependían de la fabricación de espadas de ornamento o para uso del Ejército.

A pesar de esto, las técnicas de forja de las espadas japonesas se transmitieron de generación en generación y todavía son ampliamente reconocidas por los consumidores. La firma Kaijirushi es una de las representantes del espíritu de los herreros de campo.

La sede de Industrias Kai (a la izquierda), brazo manufacturero de la firma Kaijirushi y la fábrica Daiichi de Oyana (a la derecha), donde se elaboran principalmente navajas para rastrillos y de uso médico.
La sede de Industrias Kai (a la izquierda), brazo manufacturero de la firma Kaijirushi y la fábrica Daiichi de Oyana (a la derecha), donde se elaboran principalmente navajas para rastrillos y de uso médico.

El antecesor de Kaijirushi comenzó produciendo navajas portátiles en 1908. En 1932 sacó a la venta el primer rastrillo intercambiable de Japón, con lo que consiguió un rápido crecimiento. Tras la Segunda Guerra Mundial, en 1951, puso a la venta un rastrillo desechable que llevaba el nombre de la marca y que le traería reconocimiento a nivel nacional.

En la actualidad, Kaijirushi tiene la mayor ocupación del mercado a nivel nacional en rastrillos desechables, cortaúñas y cuchillos para el hogar. Además, también es ampliamente reconocida en el área de la peluquería por sus tijeras y en la de los cuchillos de uso industrial. Por si fuera poco también produce una gran variedad de cuchillas de uso médico. Sus productos se venden en 100 países del mundo y cerca de la mitad de sus ganancias provienen de sus negocios a nivel internacional.

El primer rastrillo desechable de Kaijirushi.
El primer rastrillo desechable de Kaijirushi.

Es el mayor vendedor de cortaúñas a nivel nacional y cuenta con una gran variedad de modelos.
Es el mayor vendedor de cortaúñas a nivel nacional y cuenta con una gran variedad de modelos.

A lo largo de 40 años, Kaijirushi ha desarrollado la marca Seki Magoroku, inspirada en el gran maestro espadero Magoroku Kanemoto. Esta línea cuenta con más de 1.200 productos de gran funcionalidad y belleza.

Sus cuchillos de uso doméstico tienen un filo que recuerda al de las espadas japonesas y, a pesar de su precio asequible, son fuertes y duraderos. Un producto que representa como ningún otro el espíritu de los herreros del campo.

Seki Magoroku, una línea de productos para el hogar y Shun, una para profesionales de la comida, son las dos grandes marcas de cuchillos de Kaijirushi.
Seki Magoroku, una línea de productos para el hogar y Shun, una para profesionales de la comida, son las dos grandes marcas de cuchillos de Kaijirushi.

Técnicas artesanas que relucen en cuchillos modernos

La ciudad de Gujō se ubica al norte de la de Seki aguas arriba del río Nagara, en la prefectura de Gifu. Aquí está la planta de Yamato Tsurugi, donde se fabrica el cuchillo Seki Magoroku Kaname, que salió al mercado en noviembre de 2022.

El filo de la navaja de Kaname tiene una delicada curvatura. Este cuchillo está inspirado en las espadas japonesas del periodo Kamakura, muchas de las cuales tenían una silueta curvada que se asemejaba a la parte superior de los pórticos torii. Se dice que esto les brindaba fuerza de manera eficaz. La forma diagonal del extremo de su dorsal, que tiene su origen en los cuchillos tradicionales japoneses, es apta para trabajos delicados como cortar la fibra de la carne. Además, es fácil de sostener gracias a su mango octagonal, una muestra de que incluso en los detalles más pequeños se busca la funcionalidad.

Según Ōtsuka Jun, de la oficina de diseño del departamento principal de mercadotecnia de Kaijirushi, dice que es un diseño que busca no solo la belleza, sino también que sea práctico y permita cortar con facilidad. La marca sanbon sugi hamon que aparece en su filo, un diseño que recuerda a Magoroku Kanemoto, sin duda atrapará el corazón de los aficionados a las espadas japonesas.

Kaname, la cumbre de la serie Seki Magoroku. La marca sanbon sugi hamon en el filo es un homenaje al maestro Magoroku Kanemoto.
Kaname, la cumbre de la serie Seki Magoroku. La marca sanbon sugi hamon en el filo es un homenaje al maestro Magoroku Kanemoto.

En la fábrica se lleva a cabo un proceso de producción de cerca de 30 etapas divididas entre las que se incluyen dar forma final a la navaja, afilarla y pulirla. El proceso de sacar filo se hace manualmente debido a la delicadeza que se requiere para afilar el extremo del filo unas décimas de milímetros.

Al usar un cuchillo Kaname podremos comprobar que no destruye las texturas de los ingredientes, sino que los deja con un corte magníficamente liso. En nuestros días, la comida japonesa se ha vuelto popular en todo el mundo por su delicadeza, la que se puede decir que se consigue precisamente con un cuchillo que ha heredado el ADN de la forja tradicional de las espadas japonesas.

El afilado con agua es el proceso más importante que solo pueden llevar a cabo los expertos con experiencia.
El afilado con agua es el proceso más importante que solo pueden llevar a cabo los expertos con experiencia.

El cuchillo corta con facilidad el sawara (Scomberomorus niphonius) brevemente pasado por el fuego. El magnífico corte resalta la calidad de los ingredientes.
El cuchillo corta con facilidad el sawara (Scomberomorus niphonius) brevemente pasado por el fuego. El magnífico corte resalta la calidad de los ingredientes.

Museo de la Tradición de la Espada de Seki

  • Dirección: Minami Kasuga-chō 9-1, ciudad de Seki, prefectura de Gifu
  • Horario: de 9 a. m. a 4:30 p. m.
  • Cerrado cada martes y el día siguiente a un festivo (excepto si estos son días de descanso) y durante fin de año y año nuevo
  • Costo: 300 yenes general, 200 yenes estudiantes de instituto, 100 yenes estudiantes de primaria y secundaria
  • Cómo llegar: 5 minutos a pie desde la estación Seki Terasu-mae de Ferrocarriles de Nagaragawa

Reportaje, texto y fotografías: nippon.com

(Traducido al español del original en japonés.)

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